domingo, 31 de agosto de 2008

FAP: una propuesta salinista + PRD: no a Lázaro Cárdenas


Como para que ya no hubiera ninguna duda, los salinistas Manuel Camacho, Rolando Cordera y Porfirio Muñoz Ledo desplazaron a la izquierda dentro del PRD y se apropiaron de la iniciativa de reforma energética del Frente AMLO.

De un plumazo, López Obrador borró al PRD y colocó al Frente AMLO como la nueva coalición neopopulista, a pesar de que las bancadas legislativas perredistas y los gobernadores perredistas ganaron con el escudo del PRD. Y su propuesta se localiza en el escenario del populismo neoliberal y no en el espíritu del Lázaro Cárdenas que expropió el petróleo.
El responsable de coordinar la propuesta fue Rolando Cordera Campos, cuyas oscilaciones políticas e ideológica definen la confusión del pensamiento social de los lopezobradoristas. Cordera comenzó en la izquierda universitaria vinculada a los intereses del Partido Comunista y fundó el grupo Movimiento de Acción Popular, el MAP mejor conocido como Los mapaches. Ese grupo se alió al Partido Mexicano Socialista para llevar a la izquierda universitaria al Congreso. Cordera se convirtió, como diputado de izquierda, en el crítico más severo de Carlos Salinas y su proyecto.
Pero luego vino el primer salto de trapecio. Cordera abandonó la izquierda y se subordinó al presidente Salinas, quien aplicó el mismo proyecto económico y de desarrollo que había criticado Cordera en los ochenta. Si en 1982 Cordera estuvo a punto de golpear físicamente a Salinas cuando insultó a los críticos y les dijo que pegaban con la izquierda y cobraban con la derecha, en el sexenio salinista Cordera fue un locutor del salinismo: era el enviado especial de Canal 13 para explicar la profundidad de los viajes de Salinas. Cordera terminó el sexenio haciéndole a Salinas una de las entrevistas más entreguistas que se recuerde.
Luego vino más: Cordera fue el primer académico en aceptar el fin histórico del Estado. Sin el apoyo de Salinas, Cordera regresó a la academia. Su pensamiento político promueve el modelo de la disputa por la nación entre el modelo neoliberal y el modelo popular del PRI y sus sectores progresistas, aunque luego se convirtió en promotor de la globalización salinista. Cordera estuvo un rato vinculado al proyecto del Pacto de Chapultepec de Carlos Salinas y luego se incrustó en el círculo populista de López Obrador.

De Manuel Camacho se ha dicho todo, excepto que acaba de deslumbrar con su nueva posición de vándalo de la política y dejó aflorar su perfil autoritario: si la mayoría no acepta la imposición de la minoría, entonces, amenazó Camacho, habrá “movilizaciones y enfrentamientos”. El Camacho de la guerra civil política es el mismo Camacho que diseñó, aplicó, defendió y valoró el proyecto neoliberal de Carlos Salinas. Hoy dice que siempre no y pasa a anunciar su plantón.
Pero no hay que asustarse con las amenazas del vándalo Camacho. A él se le puede aplicar el modelo Camacho para arreglar plantones, enfrentamientos y movilizaciones de López Obrador: portafolios de dinero en efectivo para pagar el “desgaste físico” de los que protestaban. Por tanto, las amenazas de Camacho han causado hilaridad política. Lo malo es que ahora Camacho ya no puede ser tomado en serio.
Muñoz Ledo ha sido uno de los más feroces cancerberos del sistema político priísta. Miró hacia otro lado cuando trabajaba para Díaz Ordaz en 1968 y, eso sí, lo elogió cálidamente en 1969 y apoyó el uso de la fuerza para mantener la vigencia de las instituciones. Luego se deshizo en adjetivos hacia Echeverría, quien lo contrató como asesor político. Por eso Muñoz Ledo se hizo el distraído cuando estalló la represión echeverrista, no sólo con el halconazo sino con la Brigada Blanca que reprimió a muchos disidentes que hoy son subordinados de Muñoz Ledo como el pomposo “jefe de las izquierdas mexicanas”.
Pero hay más del Muñoz Ledo que aplastó a la izquierda para defender el proyecto priísta de Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas y Zedillo. En 1976 negoció con dinero y posición la derrota de Alejandro Gazcón Mercado, una de las figuras más simbólicas de la izquierda socialista, como candidato a gobernador por Nayarit porque el PRI no quería perder su primera gubernatura.
Y más: en 1971, personal de seguridad de Muñoz Ledo, entonces flamante secretario del Trabajo del gobierno de Echeverría, recogió a Heberto para un supuesto encuentro político y lo golpearon severamente. La denuncia fue hecha varias veces por Heberto para significar el papel represor de Muñoz Ledo. Hoy ese Muñoz Ledo es el jefe de las izquierdas de México y el coordinador del Frente AMLO impuesto obviamente por López Obrador. Y en la competencia por la gubernatura de Guanajuato, Muñoz Ledo se entrevistó secretamente varias veces con Salinas para la estrategia de impulsar la victoria de Vicente Fox.
Los encargados de diseñar la propuesta energética del Frente AMLO fueron los salinistas Manuel Camacho, Rolando Cordera y Muñoz Ledo. A cambio de entregarle el PRD a Nueva Izquierda de Los Chuchos, López Obrador logró que el PRD no hiciera ninguna iniciativa, que aceptara la propuesta salinista de Rolando Cordera y que el perredismo se confundiera con el Partido del Trabajo y Convergencia.
Por Carlos Ramirez.
Post RLB Punto Politico.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Crecieron delitos con Ebrard + Déjenlo solo; solo se hunde

Si Marcelo Ebrard quiere seguir su camino de renegado del sistema federal y postrado a la voluntad de su presidente legítimo, las autoridades federales debieran de complacerlo y dejarlo solo porque Ebrard se hunde solo en el pantano de su ineficiencia.

Ebrard ha inventado una polémica en torno a si va o no a la reunión de mañana del Consejo Nacional de Seguridad Pública y se ha dedicado a dictar cátedra sobre lo que debería hacer el gobierno federal. Sin embargo, lo ha hecho para esconder los datos oficiales sobre el peligroso aumento de los delitos en el DF durante su gestión:
--Los delitos de fuero común en el DF en el primer semestre de 2008 aumentaron en 19.7% sobre los del mismo periodo de 2007 y se dispararon 30% sobre las entregadas a finales de 2006 por el gobierno de Alejandro Encinas.
Por tanto, Ebrard sería el menos indicado para dar lecciones de seguridad. Lo mejor que le podría ocurrir a los capitalinos no es saber si Ebrard se suma a la lucha federal contra la inseguridad, sino que si el jefe de gobierno capitalino aplicará en la capital de la república su decálogo contra la delincuencia para deveras bajar la inseguridad que ha aumentado.
En la reunión de mañana del CNSP ocultará Ebrard la realidad de la inseguridad en el DF: un sensible aumento en los actos delictivos, mientras el jefe de gobierno oculta su responsabilidad en la matanza de jóvenes en la disco News Divine y, eso sí, lanza su precandidatura a la presidencia de la república.
Las cifras revelan el fracaso de Ebrard en materia de seguridad. Los datos de la Procuraduría del DF son contundentes para reprobar al jefe de gobierno del DF en materia de seguridad, las más altas desde 1997:
--El número de homicidios aumentó en este año 8.8% sobre 2007 y 14.8% sobre 2006.
--El número de delitos sexuales --violaciones-- creció 28% sobre 2007 y 45% sobre 2006. En lugar de combatir las violaciones, Ebrard impulsó el aborto.
--El número de robos aumentó 20% en 2008 sobre 2007 y 32% sobre 2006.
--El número de robos a transeúntes creció en el 2008 en 17% con respecto a 2007 y 37% en relación a 2006.
--El número de robo de vehículos en 2008 aumentó 20% sobre 2007 y 20% sobre 2006. El promedio diario de robo de vehículos pasó de 70 unidades diarias en 2006 a 84 en 2008.
--El robo a casas en 2008 creció 19% respecto a 2007 y 33% a 2006.
--El robo a negocios aumentó en 2008 14% sobre 2007 y 23% sobre 2006.
Por tanto, el saldo del gobierno de Ebrard en materia de seguridad ha sido negativo. Y la evaluación debiera ser mayor por el dato adicional de que el operativo en la disco News Divine provocó el cese contundente de su secretario de Seguridad Pública y de su procurador de justicia.
En este contexto hay que ubicar la estrategia de Ebrard de poner en el debate nacional no su fracaso en seguridad sino su asistencia o no a una reunión institucional. Ebrard quiere poner en el tapete de las discusiones el resultado electoral del 2006 y no las cifras de la procuraduría del DF sobre el aumento escandaloso de la inseguridad en la capital de la república.
Pero al gobierno federal le ha faltado malicia. En lugar de caer en el juego de las condiciones sin fin de Ebrard para asistir a la reunión federal de seguridad pública de mañana, el gobierno federal debería dejar que Ebrard asuma el costo de sus radicalismos lopezobradoristas. La ausencia de Ebrard en la reunión de mañana sería muy condenada por la ciudadanía de la capital de la república que está harta de que el jefe de gobierno se someta primeramente a los caprichos de López Obrador.
Mientras más se aísle Ebrard del ámbito federal, más rápidamente perderá posibilidades presidenciales porque la ciudadanía quiere políticos que sumen y no que resten o se marginen. Por sí mismo, Ebrard está dando indicios muy claros de sus comportamientos autoritarios para gobernar, dejando a los capitalinos a merced de las exigencias de López Obrador de que Ebrard no reconozca al presidente de la república que salió electo en las mismas elecciones que él. Si Ebrard no reconoce a Calderón, entonces tampoco se reconoce a sí mismo como gobernante legítimo.
El principal problema para Ebrard es que en las elecciones locales del 2009 los ciudadanos van a votar en función de sus resultados como gobernante y no en relación a si reconoce a López Obrador como su presidente legítimo y no a Calderón como presidente constitucional. Y en el 2009 el tema central será, sin duda, la inseguridad.
De ahí que haya que dejar en paz a Ebrard. La experiencia dice que es un experto en meterse solo en problemas. Los capitalinos deben decidir en las urnas si avalan la propuesta de separación del DF del pacto federal, si aprueban las cifras del fracaso de Ebrard en seguridad y si le permiten utilizar el gobierno del DF para su ambición presidencial personal.
Por Carlos Ramirez.
Post RLB Punto Politico.