martes, 16 de diciembre de 2008

Para Ripley...

Sin duda, un recorte de gasto en capital humano, una cotización de salarios reales más baja, o una disminución de inversión en tecnología, representan medidas para mejorar el flujo de efectivo ante un momento de estancamiento. Pero ello es sobrevivencia, no competitividad.
Aunque usted no lo crea, la paridad peso-dólar llego a cotizarse debajo de los diez pesos por dólar, no la década pasada, sino hace apenas un trimestre.

Aunque usted no lo crea, hay analistas, y autoridades, que aseguran que la paridad se hubiera disparado en la vecindad de unos veinte pesos por dólar, si la institución central no hubiese intervenido en el mercado cambiario.

Aunque usted no lo crea, según la simpática receta cambiaria de The Economist, la famosa fórmula de poder adquisitivo de la paridad basada en la hamburguesa Big Mac, la paridad actual debería ubicarse en 8.96 pesos por un dólar—lo que arroja un formidable nivel de subvaluación cambiaria (de acuerdo a este criterio) de arriba del 40%.

Aunque usted no lo crea, hay quienes celebran esta tremenda depreciación del tipo de cambio, bajo la miopía popular (y, lamentablemente, también presidencial) que ahora, con estos niveles cambiarios, podemos ser más competitivos. El 2009 augura un episodio de nulo crecimiento, de inflación al doble de lo que debería ser, bajo el contrato monetario central, con astringencia crediticia y una caída fuerte en la inversión, con ventas externas hasta un tercera parte más bajas de lo registrado este propio año.

¿Eso es ser más competitivos? Por favor…

Sin duda, un recorte de gasto en capital humano, una cotización de salarios reales más baja, o una disminución de inversión en tecnología, representan medidas para mejorar el flujo de efectivo ante un momento de estancamiento. Pero ello es sobrevivencia, no competitividad.

Aunque usted no lo crea, esta crisis es la primera crisis que vive la economía que ha sido importada del exterior. Ahora sí, no fue nuestra culpa. Los petro-precios cayeron, y nos protegimos; el desapalancamiento se sigue dando, pero tenemos un perfil de deuda externa envidiable; al norte de la frontera enfrentan un problema de déficit crónico, y al sur el equilibrio fiscal se ha convertido en norma común.

Aunque usted no lo crea, ya de pilón, hay políticos que creen que tener el régimen de inversión más atrasado del mundo en materia energética, aun con la reformita, es signo de soberanía.

La lección de estos “ripley’s” económicos es que todo puede pasar—y que tratar de controlar el futuro económico es una vanidad, lo que Hayek llamaba fatal arrogancia. Hay escenarios, algunos posibles, otros plausibles, pero el 2008 nos deja la enseñanza que en la economía, nada, nunca, permanece igual.

Planificadores, populistas, políticos—tomen nota.
Por Sergio Sarmiento
Post RLB Punto Politico.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Creando un Frankestein

Partido Revolucionario Institucional (PRI), pena de muerte

Por Paco Calderon.
Post RLB Punto Politico.

lunes, 8 de diciembre de 2008

¿Mentiras o ignorancia?

Si funcionarios gubernamentales presionan a los bancos para que concedan créditos a personas que son malos riesgos, ¿lo considera usted una falla del capitalismo o del gobierno?
Muchos políticos y analistas de izquierda mantienen que la crisis financiera es el resultado de la exagerada desregulación instrumentada bajo las políticas “capitalistas” del gobierno de Ronald Reagan. Esas personas ignoran la realidad o dicen mentiras.

Comencemos con algunos hechos reales. Se sabe que la actual crisis comenzó con el colapso financiero de dos inmensas empresas financieras patrocinadas por el gobierno: Fannie Mae y Freddie Mac.
Esas empresas compraban las hipotecas a los bancos para que estos pudieran emitir más hipotecas aún más arriesgadas para incrementar así el número de gente con casa propia.
Con ese fin se le permitía a Fannie y a Freddie mantener reservas de capital más bajas en relación a los créditos concedidos y ambas utilizaban prácticas contables consideradas fraudulentas por los tribunales.

Las dos también contribuían millones de dólares a las campañas políticas de la mayoría de los miembros del Congreso.Durante el gobierno de Carter, la mayoría demócrata promulgó la ley CRA que concedió a reguladores el poder de presionar a los bancos para que extendieran créditos de mayor riesgo a gente pobre y a pequeños empresarios.

Durante el gobierno de Clinton se aumentó esa potestad de los reguladores.Por su parte, la Reserva Federal incrementó el dinero circulante, bajando los intereses en junio de 2003 por debajo de la inflación, a apenas 1%.

Así se fomentaba que los bancos concedieran hipotecas a intereses muy bajos, que después traspasaban a Fannie y Freddie. Todos sabían que los intereses eventualmente aumentarían, lo cual imposibilitaría a muchos seguir pagando por sus viviendas.

Pero ese sería el problema de otros o, en última instancia, de quienes pagan impuestos porque entonces sería el gobierno quien daría el frente.

Los reguladores financieros están supuestos a defender la integridad del sistema, pero los políticos de izquierda empujaron a los reguladores a obligar a los bancos a extender malos créditos. Si usted lo duda, lo invito a ver este video: http://www.eyeblast.tv/public/video.aspx?RsrcID=36431

El nuevo peligro es que nuevas regulaciones debiliten más al libre mercado financiero, en lugar de corregir los problemas reales provocados por malas leyes.

Lo que hemos sufrido no es una falla del capitalismo democrático sino la destrucción por parte del gobierno de mecanismos del mercado que contrarrestaban los riesgos asumidos por financiadores de hipotecas.

Se han hecho muchas denuncias contra ávidos especuladores, exigiendo que sean castigados con prisión, pero los excesos más dañinos han provenido de políticos como los congresistas demócratas Barney Frank, Chris Dodd y Charles Schumer, cuyas decisiones han resultado mucho más costosas para los norteamericanos que las de ejecutivos de Wall Street.

* Presidente del Institute for Global Economic Growth.
Post RLB Punto Politico.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

A 100 días del Acuerdo por la Seguridad

Han pasado 100 días del Acuerdo por la Seguridad. Ha llegado ya el momento en que el propio gobierno se dé cuenta de que el éxito en este esfuerzo no lo da la detención de capos o el decomiso de drogas. El Estado mexicano tiene que demostrar que realmente cuenta con la capacidad de defender a los ciudadanos de los delitos de los que son víctimas.
Han pasado ya los 100 días que el presidente Felipe Calderón estableció como límite el 21 de agosto, al firmar el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, para empezar a dar resultados en la lucha contra el crimen. No tengo idea de qué resultados se presentarán en las reuniones que se lleven a cabo para marcar esta fecha, pero hay buenas razones para pensar que no se ha avanzado demasiado.

Cifras positivas se podrán presentar. De hecho, este gobierno ha realizado más arrestos de presuntos narcotraficantes y decomisos de drogas que cualquier otro en el pasado. Sólo que ya los mexicanos debemos entender que ni las detenciones de narcos ni las confiscaciones de drogas resuelven los problemas de inseguridad que nos afectan directamente a los gobernados.

El Acuerdo por la Seguridad no surgió de la lucha contra el narco sino del secuestro y homicidio del joven Fernando Martí. Fue producto también del hecho que en este sexenio de gobierno las ejecuciones en distintos lugares del país se han disparado a niveles impensables en años anteriores.
En los estados de Chihuahua, Baja California, Sinaloa y otros más han surgido verdaderas guerras entre delincuentes que no sólo recuerdan sino superan en violencia y extensión las que se veían en las calles de Chicago en los tiempos de la prohibición de bebidas alcohólicas. Pero además de las disputas entre narcos, hemos visto un auge de delincuencia común y en especial de secuestros, cuyas víctimas son cada vez más familias de clase media o incluso de escasos recursos.
Uno puede entender, por supuesto, que el gobierno dedique una parte muy importante de sus recursos al combate contra el narco. Aún cuando el consumo de drogas no tiene más víctima que el consumidor, la producción, el transporte, la venta y el consumo de estupefacientes están prohibidos en nuestro país. Y el gobierno tiene obligación de aplicar la ley.

El problema es que mientras el Estado dirige sus esfuerzos a impedir que las personas consuman por propia voluntad productos que les hacen daño sólo a ellas misma, los crímenes con víctima --los robos, los homicidios, las violaciones y los secuestros-- están poniendo de rodillas a la sociedad.

Lo peor de todo es que los esfuerzos por combatir el crimen parecen condenados al fracaso por los lazos de las autoridades y los delincuentes. En un momento en que el presidente de la república reitera su confianza en los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de la República, la lista de funcionarios, ex funcionarios, policías y ex policías detenidos o investigados por supuestos vínculos con el crimen organizado se hace cada vez más inquietante. El que el ex subprocurador Noé Ramírez esté arraigado, y Mario Arturo Velarde, ex secretario particular del secretario de seguridad pública Genaro García Luna, haya sido interrogado como indiciado por supuestos vínculos con el narco debería preocuparnos a todos.

Por Sergio Sarmiento.
Post RLB Punto Politico.

Obama mucho más de lo mismo + Continuismo en crisis y seguridad

Aunque ha costado en entenderlo, en los Estados Unidos han llegado a la conclusión de que el verdadero secretario de Estado del gobierno de Barack Obama no será la señora Hillary Clinton sino el ex presidente Bill Clinton.


La gravedad del asunto no radica en los carismas ni en el hecho de que Obama haya logrado a dos cancilleres por el precio de uno, sino en la realidad de que Clinton fue uno de los presidentes que peor puso en riesgo la seguridad de los EU y que uno de sus pivotes de la popularidad internacional de Obama giró en torno a la dialéctica cambio-nuevo mundo y al compromiso de la próxima administración en Washington de construir una nueva diplomacia.

Hillary manda el mensaje de que en política exterior habrá más de lo mismo.
En este contexto, la designación de los equipos centrales de Obama ha causado no sólo decepción sino que ha dejado el mensaje de que no habrá cambio, que los EU seguirán en su camino de primera potencia mundial y que el nuevo presidente va a manejar el modelo carisma-discurso bastante gatopardiano de que las cosas van a cambiar… para que todo siga igual.
En una de las primeras evaluaciones horas después de la victoria, el ojo agudo de Otto Reich, subsecretario de Estado para América Latina de Bush y miembro del grupo de los neoconservadores, resumió en una frase el principal problema de Obama: no la crisis económica ni las guerras en el mundo sino la crisis de expectativas.
Obama se presentó como la figura del cambio, pero su equipo económico está diseñado para salvar al capitalismo y a sus corporaciones. No por menos, por ejemplo, su gabinete económico esté formado por figuras del pasado y muchas de ellas ligadas al Citicorp y a otras empresas quebradas por irregularidades. Con ellos no podrá definir y operar algún cambio en la economía de los EU y del mundo. Su tarea será la de salvar a las corporaciones y que éstas mantengan el empleo.
Ahora su equipo diplomático peca del mismo defecto: la defensa de los intereses imperiales del pasado. Los Clinton representan la cara seductora del stablishment militar-industrial. Hillary, como lo mostró en su campaña por la candidatura demócrata, es una política halcón, guerrerista. Y Clinton demostró en su presidencia la frivolidad del poder: en sus ocho años los EU padecieron cuando menos diez ataques del terrorismo islamista y Clinton sólo contestó para ocultar sus deslices con Mónica Lewinsky.
El otro indicio que dejó claro Obama al presentar a su aparato de política exterior fue reducirlo a la consideración de equipo de “seguridad nacional”. Es decir, Obama no dejó ningún indicio de querer modificar las relaciones exteriores de los EU basadas hasta ahora en las consideraciones militares y de hegemonía. El gobierno de Clinton prohijó el poder nuclear de Corea del Norte, el reforzamiento del terrorismo islámico y las masacres en países de Africa como Somalia.
La decisión de Obama de designar a Hillary Clinton como secretaria de Estado modificó los parámetros de la próxima administración. Obama desplegó en su campaña un discurso social de defensa del consumidor y de creación de una nueva diplomacia más social y menos guerrera. Pero sus designaciones han perfilado un equipo de salvamento del capitalismo y de reforzamiento de la visión de dominio hegemónico del mundo.
Una columna de Ward Harkavy en The Village Voice, el semanario progresista de Manhattan en Nueva York, reveló que Hillary Clinton trabajó para la empresa Wal-Mart y representó sus intereses cuando era esposa del gobernador de Arkansas, pero que llevó esos intereses a la Casa Blanca. De ahí que la red de compromisos de los Clinton vaya a entorpecer la gestión diplomática de Obama, además de desviarlo de su compromiso de modificar la línea imperial de los EU.
Nadie como Barbara Olson, analista crítica que murió en uno de los vuelos secuestrados el 11 de septiembre de 2001, para revisar el pasado de los Clinton. En su libro The final days. The last, desperate abuses of power by the Clinton White House, Olson cuenta con datos precisamente el ejercicio monárquico del poder de los Clinton.

Por ejemplo, revela la forma en que Bill Clinton perdonó la prisión al empresario Marc Rich, que dio millones de dólares a las campañas, a cambio de dinero. Pero Rich representa una red de intereses extranjeros --Cuba, Libia y otros-- que se van a hacer presentes ahora con Hillary en el Departamento de Estado.

También cuenta la corrupción en la Casa Blanca con los regalos al terminar, a partir del principio de los Clinton de que “si no está clavado, llévatelo”. Y Olson recoge la referencia racista de Hillary a un operador de la campaña de 1992: “fucking jew bastard”, algo así como “pinche judío bastardo”.
Y queda la denuncia del ayudante militar de Bill Clinton, teniente coronel Robert Buzz Patterson: en un viaje a Holanda de los Clinton y su comitiva en 1997, la política exterior de los EU quedó manchada: los visitantes se robaron no sólo todo el licor, sino los envases de cristal y la loza, se quejó un asistente militar holandés.
Pero sobre todo queda el hecho de que Obama no contrató en Hillary a una diplomática sino a un manojo de intereses imperiales.

Por Carlos Ramirez

Post RLB Punto Politico.

martes, 2 de diciembre de 2008

Ebrard le incumplió a Martí + DF inseguridad en aumento

Pues al final de cuentas el doctor Luis de la Barreda Solórzano, director del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad, tuvo razón: el DF es la entidad con mayor incidencia criminal.

Y peor aún, las cifras oficiales de la procuraduría capitalina confirman un aumento en la inseguridad en cuando menos tres periodos comparativos: contra los datos de 2007, sobre diciembre de 2006 en que Marcelo Ebrard asumió la jefatura de gobierno y en los cien días del desafío de Alejandro Martí de “si no pueden, renuncien” que aceptó el jefe de gobierno del DF.
Los datos duros oficiales arrojan las evidencias de que la inseguridad sigue latente en la ciudad de México:
1.- El número de averiguaciones previas en 2008 aumentó 4.3% sobre 2007 y 13.6% sobre 2006.
2.- El número de delitos del fuero común subió 5.5% sobre 2007 y 14.8% sobre 2006.
3.- El número de homicidios bajó -5.9% sobre 2007 pero aumento 0.7% sobre 2006.
4.- El número de delitos sexuales se disparó hacia arriba 13.7% sobre 2007 y 28.7% sobre 2006. Lo significativo de este dato es que aumentaron las violaciones a la par de la legalización del aborto. Es decir, que la autoridad privilegió el aborto y no la protección sexual de las mujeres ni el castigo a los violadores.
5.- Los robos aumentaron 5.7% sobre 2007 y 17.06% sobre 2006.
6.- Los robos a casas habitación aumentaron 10.6% sobre 2007 y 22.8% sobre 2008.
7.- Los robos a casas habitación sin violencia subieron 12% sobre 2007 y 22.6% sobre 2008.
8.- Los robos de vehículos también han aumentado: 3.3% sobre 2007 y 3.1% sobre 2008.
A pesar del discurso oficial capitalino, las cifras oficiales arrojan datos de que ha habido un fracaso en la lucha contra la inseguridad. Pero con un hecho significativo: en la reunión del jueves 21 de agosto donde el empresario Alejandro Martí lanzó su desafío de “si no pueden, renuncien”, el primero que saltó al micrófono para tomar públicamente el reto fue Marcelo Ebrard. Textualmente, el jefe de gobierno del DF dijo, dirigiéndose al empresario Alejandro Martí:
“Por lo menos en lo que hace al Distrito Federal, yo sí acepto el reto, Alejandro, en el sentido de que debemos cumplir los compromisos (…) debemos mejorar sustancialmente la seguridad en nuestra ciudad, y que si no, como en el caso del Distrito Federal hay procedimiento ya establecido de revocación de mandato, pues que proceda”.
Las cifras oficiales señalan que no ha habido una disminución en las cifras de inseguridad sino que han aumentado. En un comparativo del tema central que provocó el activismo del empresario Alejandro Martí, los secuestros en el DF han aumentado, con el dato gravísimo de que había un compromiso formal de Ebrard de atender ese delito por el secuestro y muerte del joven Fernando Martí: en la semana de la crisis de seguridad del 18 al 21 de agosto, en la ciudad de México hubo nueve secuestros denunciados; en la semana del 24 al 29 de noviembre, la de la reunión luego del plazo de los cien días para abatir los secuestros, el plagio denunciado de personas en el DF fue de doce, un aumento de 33%.
Hay datos comparativos que tienen valor político: los datos de inseguridad del viernes 28 de noviembre fueron más altos que los del viernes 22 de agosto. En ambas fechas hubo cumbres de las autoridades federales, estatales y municipales sobre seguridad. Sin embargo, la situación de la inseguridad en la ciudad de México sigue de igual a peor.
El otro dato sigue estremeciendo a la opinión pública: poco después del caso Martí el empresario deportivo Nelson Vargas denunció el secuestro de su hija; cien días después, Vargas no sólo mantuvo su denuncia sino que acusó a las autoridades capitalinas y federales de desatender --para decir lo menos-- ese plagio. A pesar de poseer empresas deportivas y de haber sido presidente de la Confederación Deportiva Mexicana en el sexenio de Vicente Fox, el caso de Vargas no causó los mismos estragos políticos que el caso Martí. Sin embargo, es la hora en que las autoridades no dan un reporte confiable y completo de ese secuestro.
En la reunión de la semana pasada, el Icesi presentó datos sobre la inseguridad en el DF. La reacción oficial fue de rechazo. Sin embargo, las cifras oficiales registradas por la procuraduría capitalina son contundentes e irrebatibles. Queda por saber si Ebrard va a cumplir con su palabra empeñada a Alejandro Martí el 21 de agosto. Ebrard no dijo concretamente que él renunciaría, pero sí invocó el mecanismo legal de revocación del mandato que existe en el DF para obligar a los funcionarios a renunciar.
En reunión y pese a piquete de De la Barreda, Ebrard guardó silencio de su reto asumido con Martí y del saldo negativo en las cifras de inseguridad en la ciudad de México. En seguridad, en el DF ha aumentado la delincuencia… y la demagogia populista de sus gobernantes.
Por carlos Ramirez.
Post RLB Punto Poitico.