La que pudiera considerarse la Ley Mordaza de Hugo Chávez representa un paso más de Venezuela hacia la dictadura fundamentalista unipersonal y militar.
Asimismo, la Ley Mordaza de Chávez judicializa la información crítica porque dice tiende a generar “pánico en la población” y sus voceros han justificado la decisión con el argumento de que no quieren que en Venezuela se repita el incidente de 1938 de Orson Wells, cuando difundió en una radionovela la obra La guerra de los mundos, de H.G. Wells, provocando miedo en la sociedad de entonces porque supusieron que el planeta había sido invadido por extraterrestres. Chávez no quiere que los medios participen en del debate de la realidad sino que sólo reflejen la versión oficial de los hechos.
Conformada por 16 artículos, la Ley Mordaza de Chávez da personalidad legal al concepto de “delitos mediáticos” en la información. Se trata de criminalizar la crítica. Dice el artículo 4 de la Ley: “constituyen delitos mediáticos las acciones u omisiones que lesionen el derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, que atenten contra la paz social, la seguridad y la independencia de la nación, el orden público, estabilidad de las instituciones del Estado, la salud mental o moral pública, que generen sensación de impunidad o de inseguridad y que sean cometidas a través de un medio de comunicación social”.
Con esta caracterización, Chávez buscará castigar la información crítica y con ello judicializar la libertad de prensa porque corresponderá al gobierno señalar qué informaciones serían delitos de prensa. Con esta ley de delitos mediáticos, Chávez impedirá el libre flujo de la información en una etapa del desarrollo social en la que la libertad de prensa absoluta es garantía de democracia, como lo señala la OEA.
Chávez y Venezuela suscribieron la obligatoriedad de la Carta Democrática de la OEA que considera la libertad absoluta de prensa y de expresión como elementos de la democracia representativa. Las libertades de prensa y de expresión son consideras también por la ONU como uno de los más importantes derechos humanos de las sociedades. Por tanto, la Ley Mordaza de Hugo Chávez rompe con los compromisos democráticos firmados por Venezuela con la OEA y convierte a Venezuela en un régimen autoritario que no respeta las libertades de prensa y de expresión.
El problema de Chávez es que el ejercicio de la crítica en los medios ha logrado minar las bases políticas de su “revolución”. Al eliminar la crítica, Chávez busca disminuir la oposición a sus reformas, sacar a la calles a los disidentes y ahí reprimirlos. El objetivo final es que en Venezuela no existan medios de comunicación privados.
El artículo 6 de la Ley Mordaza de Chávez considera el hecho de que el manejo de las noticias puede generar “una falsa percepción de los hechos”, pero va más allá: Chávez asume que el manejo de la información crítica puede crear “una matriz de opinión en la sociedad”, además de que subordina las libertades de prensa y de expresión a los asuntos de “seguridad nacional, orden público o la salud mental o moral pública”. Por tanto, Chávez usa la Ley Mordaza coloca la libertad de prensa y de expresión en la línea de prisión de dos a cuatro años. La defensa de la “salud mental o moral pública” es un argumento típico de los gobiernos reaccionarios, fundamentalistas y dictatoriales. El tema de la “salud mental o moral pública” fue el central en la ideología de Hitler.
Si la OEA es un instrumento invocado por Chávez para “defender” la democracia en Honduras, entonces la OEA debe intervenir urgentemente para impedir la aprobación de la Ley Mordaza de Chávez porque viola la Carta Democrática.
Por Carlos Ramirez.
Post RLB. Punto Politico.
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