miércoles, 31 de octubre de 2007

Dos billones y medio para el gobierno

Tener dos y medio billones de pesos para gastar en un solo año puede ser una enorme oportunidad para un país como el nuestro. Puede aplicarse en inversión y en combatir los grandes males de la pobreza. Pero si el dinero se queda en burocracia, en estudios que a nadie le importan o, peor aún, en lujos de funcionarios, mejor habría sido dejar ese dinero en manos de los ciudadanos.
La Cámara de Diputados aprobó una Ley de Ingresos que contempla una recaudación total por 2 billones 569 mil millones de pesos. Esto representa un aumento de 152 mil 532 millones de pesos frente a lo que propuso originalmente el gobierno de la república. ¿Por qué tanta diferencia? En parte porque se estimó un precio más alto para el petróleo de exportación y en parte también porque se incluyeron ya los recursos de la reforma fiscal.

Estamos hablando, de cualquier manera, de una enorme cantidad de dinero. Estos dos y medio billones de pesos representan el 24 por ciento del producto interno bruto mexicano. En otras palabras, el gobierno federal está obteniendo, de una forma u otra, uno de cada cuatro pesos de lo que se produce en bienes o servicios en el país.

¿Es esto bueno o malo? Depende del uso que se le dé al dinero que se recauda. El gobierno tiene la capacidad de extraer recursos de la economía de un país a través de impuestos, derechos y otros cobros. Ningún actor individual puede reunir una cantidad tal. Bien usado este dinero puede promover el crecimiento económico, especialmente a través de inversiones, mientras que si se emplea mal se convierte simplemente en un desperdicio o, peor aún, en un obstáculo al desarrollo del país.

Desafortunadamente, el gobierno mexicano no ha sido nunca un buen administrador de los dineros públicos. A casi un siglo de la Revolución Mexicana, y de la aplicación durante décadas de programas gubernamentales de todo tipo cuyo supuesto objetivo sería promover una mayor prosperidad y una mayor equidad en la repartición de la riqueza, México sigue siendo un país extraordinariamente pobre y con una de las peores distribuciones de la riqueza en el mundo.

Algo hemos hecho mal, claramente. Esto lo han señalado con especial énfasis los dirigentes de los partidos de oposición durante décadas. Pero cuando han asumido el poder, las cosas no han cambiado de manera significativa. O no es tan fácil hacer la transformación de un país o no hay la verdadera voluntad política para llevarla a cabo.

Hay quien apunta a los grandes logros del Estado mexicano en los últimos años o a lo largo de décadas. Y, efectivamente, ha habido avances importantes en muchos campos. Pero éstos no son superiores a los que se han obtenido en otros países del mundo. Por el contrario, antes y ahora México sigue quedándose rezagado.

México era más rico hace una o dos generaciones que Hong Kong, Singapur, Taiwán, Corea del sur, España, Irlanda o Chile. Hoy todos esos países nos han rebasado y con creces. Algo han hecho, sin duda, mejor que nosotros. México está creciendo a una tasa de 3 por ciento al año. No parece mal. Pero el resto de los países en desarrollo lo está haciendo a una tasa cercana al 5 por ciento. Y China y la India, así como otros grandes rivales nuestros en el mercado, registran un ritmo de expansión cercano al 10 por ciento. Claramente nos están superando.

Tener dos y medio billones de pesos para gastar en un solo año puede ser una enorme oportunidad para un país como el nuestro. Puede aplicarse en inversión y en combatir los grandes males de la pobreza. Pero si el dinero se queda en burocracia, en estudios que a nadie le importan o, peor aún, en lujos de funcionarios, mejor habría sido dejar ese dinero en manos de los ciudadanos.

Por Sergio Sarmiento.
Post RLB Punto Politico.

El extravío democrático (I)

Creo que la decepción que tantos experimentan no se debe a un fracaso del principio de la democracia, sino a la corrupción del significado. Puesto que es necesario salvar al auténtico ideal del descrédito en que está cayendo, debemos descubrir cuál ha sido el error y cómo podemos evitar las perniciosas consecuencias del proceder que actualmente se practica.

Siguiendo las huellas de un hombre que profundamente admiro, un hombre grande de las letras y un gran liberal, fue que arribara a esta fuente de gran sabiduría que representa la vibrante corriente liberal española hecha realidad mediante un nuevo partido que ese hombre, Mario Vargas Llosa, ha apadrinado y apoya con gran pasión. Les preocupa el desvirtuado concepto democrático que cubre ya al mundo entero y actúan. Ya no es posible ignorar el hecho de que cada vez más gente inteligente y bien intencionada está lentamente perdiendo su fe en el ideal de la democracia.

Todo esto sucede al mismo tiempo, y en parte como consecuencia, de la constante extensión del campo en que se aplica el principio democrático. Pero las dudas no se limitan a los abusos de este ideal político, sino que se refieren a su núcleo central. La mayoría de quienes se sientes turbados por la pérdida de confianza en una esperanza que les ha guiado durante mucho tiempo, se mantienen sabiamente en silencio.

Creo que la decepción que tantos experimentan no se debe a un fracaso del principio de la democracia, sino a la corrupción del significado. Puesto que es necesario salvar al auténtico ideal del descrédito en que está cayendo, debemos descubrir cuál ha sido el error y cómo podemos evitar las perniciosas consecuencias del proceder que actualmente se practica.

Naturalmente, para evitar decepciones un ideal debe concebirse con espíritu sobrio. En particular, en el caso de la democracia, no debe olvidarse que el término se refiere únicamente a un modo de gobierno. Originalmente significaba sólo un cierto procedimiento para formular decisiones políticas y no mencionaba cuáles debían ser los fines del gobierno. Puesto que es el único método hasta ahora conocido para el cambio pacífico de gobierno, merece la pena luchar por él.

Una democracia contractual
No es difícil comprender por qué el resultado del proceso democrático, en su forma actual, tiene que decepcionar a quienes creían en el principio de que el gobierno tiene que conducirse de acuerdo con la “opinión de la mayoría.”
Aunque algunos sostienen que eso es precisamente lo que hoy sucede, es evidente que semejante opinión es falsa.

Nunca a lo largo de la historia estuvieron los gobiernos tan necesitados de satisfacer los deseos particulares de numerosos intereses especiales. Los críticos de la democracia moderna suelen hablar de “democracia de masas”.

El motivo de las quejas no es que el gobierno sirve a la opinión concorde de la mayoría, sino que se ve forzado a servir los intereses de un conglomerado de grupos distintos. Es al menos concebible, aunque no probable, que un gobierno autocrático se autolimite; pero un gobierno democrático omnipotente no puede hacerlo en absoluto. Si sus poderes no están limitados, simplemente no puede seguir las ideas acordes con la mayoría satisfaciendo las exigencias de una multitud de intereses especiales, cada uno de los cuales consiente la concesión de beneficios a otros grupos sólo a costa de que sus propios intereses especiales sean igualmente considerados.

El gobierno, esclavo de los grupos de interés
Al hablar de la necesidad de evitar el gobierno democrático, o, de democracia limitada, no significa que la parte de gobierno dirigido democráticamente tenga que ser limitada, sino que todo gobierno democrático, debe ser limitado. La razón es que el gobierno como resultado de poderes ilimitados resulta demasiado débil, presa de distintos intereses que tiene que satisfacer para asegurarse el apoyo de la mayoría (Public Choice).
¿Cómo se ha llegado a esta situación?
Durante dos siglos, el gran objetivo del gobierno constitucional se cifró en limitar los poderes del gobierno. Los principios fundamentales que fueron afirmándose para evitar cualquier ejercicio arbitrario del poder fueron la separación de poderes, la soberanía del derecho, el sometimiento del gobierno a la ley, la distinción entre derecho público y privado, y las normas de procedimiento judicial; todos sirvieron para definir y limitar las condiciones en que podía admitirse cierta coacción del individuo. La coacción sólo se consideraba justificada en nombre del interés general, y sólo la coacción según normas igualmente aplicables a todos se consideraba que era por el interés general.

Todos estos principios liberales pasaron a segundo plano y fueron olvidados cuando se pensó que el control democrático del gobierno hacía superfluo cualquier otro baluarte contra el uso arbitrario del poder. Los viejos principios fueron olvidados y su expresión tradicional quedó vaciada de significado. El más importante de los términos cruciales sobre los que el significado de las fórmulas clásicas de la constitución liberal experimentó la mutación fue el término “derecho”: y todos los viejos principios perdieron su significado cuando cambió su contenido.
Ley frente a directrices
Para los fundadores del constitucionalismo el término “derecho” tenía un significado preciso y estricto. Sólo mediante limitaciones impuestas al gobierno por el “derecho” podía esperarse que la libertad individual estuviera protegida. En el siglo XIX los filósofos del derecho lo definieron como un conjunto de normas que regulan la conducta de los individuos respecto a los demás, y que contienen prohibiciones que delimitan el ámbito de la esfera de autonomía de todo individuo o grupo social.
Las constituciones, no son reglas de conducta sino reglas para la organización del gobierno y, como todo el derecho público, están sujetas a frecuentes cambios, a diferencia del derecho que es permanente.
El derecho tenía como fin impedir la conducta injusta. La justicia se refería a principios igualmente aplicables a todos y se contraponía a todas las demandas específicas o privilegios de individuos o grupos particulares. Pero ¿quién puede creer hoy, como creía James Madison hace doscientos años, que la Cámara de Representantes sería incapaz de promulgar “leyes que no se aplican a sus propios miembros y a sus amigos del mismo modo que a la gran masa de la sociedad”?
Con la aparente victoria del ideal democrático el poder de dictar leyes y el poder gubernativo de dictar directrices se confiaron a las mismas asambleas. Esto tuvo el efecto de dejar a la autoridad gubernativa en plena libertad para darse las leyes que mejor la ayudaban a alcanzar fines particulares. Pero significaba también el fin del gobierno bajo la ley. Aunque fuera razonable exigir que no sólo la legislación en sentido propio, sino también las medidas adoptadas por el gobierno se ajustaran a un procedimiento democrático, confiar ambos poderes a la misma asamblea significó de hecho la vuelta al gobierno ilimitado.

Esto invalidó la idea originaria de que una democracia, al tener que obedecer a la mayoría, sólo podía perseguir el interés general. Ello habría podido aplicarse a un organismo que sólo pudiera emanar leyes generales o decidir sobre cuestiones de interés general. Esto es imposible para un organismo con poderes ilimitados, que debe emplearlos para ganarse los votos de intereses particulares, incluidos los de algunos pequeños grupos o también de individuos poderosos. Semejante organismo, se verá en la permanente necesidad de de premiar el apoyo de los distintos grupos. Las “necesidades políticas” de la democracia contemporánea distan mucho de ser todas ellas exigencia de la mayoría.

Por Ricardo Valenzuela
Post RLB Punto Politico.

lunes, 29 de octubre de 2007

Pataleta

Margarita Zavala de Calderón, Ruth Zavaleta Salgado, Andrés Manuel López Obrador, Gerardo Fernández Noroña, patito, pataleta.
Por Paco Calderon.
Post RLB Punto Politico.

sábado, 27 de octubre de 2007

Intromisión de Chávez y nosotros tan campantes

Habiendo tantos defensores vehementes de la soberanía de México
me pregunto por qué nadie ha dicho una palabra respecto del propósito explícito del gobierno de Hugo Chávez –plasmado en su plan de desarrollo 2007-2013- de: “Fortalecer los movimientos alternativos en Centroamérica y México en la búsqueda del desprendimiento del dominio imperial".
Aquí, en China o en Venezuela eso se llama injerencia. Y hasta donde me quedé la Constitución y las leyes mexicanas son enfáticas:
Condenamos y no permitimos la intromisión de gobiernos extranjeros en nuestra política interna. Pero nadie dice nada, nadie hace nada… estamos muy ocupados –envueltos en la bandera nacional- buscando cómo prohibimos la inversión extranjera en telefonía fija, cómo controlamos los contenidos políticos en los medios de comunicación, cómo evitamos la entrada de maíz extranjero más barato, cómo protegemos a industrias y productores ineficientes y abusivos de la “perniciosa” competencia y de los “peligros” de la globalización, cómo ideamos trabas a la apertura comercial…

Lo leí la semana pasada en la columna de Andrés Oppenheimer y no lo podía creer.
Pero es cierto: Es un documento oficial del gobierno de la república bolivariana de Venezuela. Es el equivalente venezolano al Plan Nacional de Desarrollo de México.
Se llama “Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013” y puede leerse en el sitio oficial del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información: está fechado en Caracas, septiembre de 2007, y está firmado por el “Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías”.
Se divide en siete grandes “directrices”: 1. Nueva Ética Socialista, 2. La Suprema Felicidad Social, 3. Democracia Protagónica y Revolucionaria, 4. Modelo Productivo Socialista, 5. Nueva Geopolítica Nacional, 6. Venezuela, Potencia Energética Mundial y 7. Nueva Geopolítica Internacional.

En esa última directriz, que se propone crear “nuevos polos de poder que representen el quiebre de la hegemonía unipolar”, entran los buenos propósitos de Hugo Chávez para México (punto 4 del apartado “Áreas de Interés Geoestratégicas”) y dice así: “Fortalecer los movimientos alternativos en Centroamérica y México en la búsqueda del desprendimiento del dominio imperial”.

¿Qué parte de ese propósito imperialista e injerencista no entendieron nuestros vehementes defensores de la soberanía para que se las explique?

Por Ricardo Medina.
Post RLB Punto Politico.

martes, 23 de octubre de 2007

Estatua de Fox: Comedia de errores

Quizá esta misma atención a temas absolutamente superficiales debiera ser una señal de alerta para nuestros políticos. Siempre es difícil lograr que la gente se interese en los temas fundamentales del país. Por eso los problemas no terminan por entenderse sino hasta que se convierten en crisis. Y los políticos promueven aún más esta actitud al dedicarle tanto tiempo y esfuerzo a un asunto tan intrascendente como la estatua de un político.No sé quien cometió el peor error. El ex presidente Vicente Fox, al permitir que se le rindiera un homenaje tan fuera de lugar como una estatua en un momento en que se está cuestionando su propia honestidad personal. El presidente municipal panista de Boca del Río, Veracruz, que a unas semanas de dejar el cargo y en un ánimo crispado decidió erigir esa estatua (sólo para después retractarse). O los militantes priistas, que el derribar la estatua frente a los medios de comunicación se convirtieron en símbolo de la intolerancia política que sigue existiendo en nuestro país.

La estatua de Boca del Río ha terminado por reflejar mucha de la falta de inteligencia que se ha vuelto tan común en nuestro medio político. La escultura fue colocada en su pedestal el 13 de octubre, en un momento en que la información sobre el presunto enriquecimiento del ex presidente Fox llenaba los encabezados de los periódicos y los tiempos de los medios electrónicos de comunicación. La administración municipal panista de Boca del Río mostró, cuando menos, falta de sensibilidad al decidir proseguir con una ceremonia que estaba ya planeada con anterioridad, mientras que el ex presidente Fox hizo gala una vez más de su incapacidad para entender los tiempos de la política.

Los priistas que llegaron a derribar la estatua el 14 de octubre, sin embargo, mordieron el anzuelo. En su afán por mostrar su insatisfacción con Fox y con el gobierno panista de Boca del Río, a lo cual tienen todo el derecho del mundo, derribaron una estatua que es propiedad pública mostrando a un país, lleno de estatuas y homenajes a ex gobernantes priistas, que aún no han entendido que México es ya un país plural en el que deben aprender a convivir políticos y gobiernos de todos los signos partidarios e ideológicos. Al final estos priistas protagonizaron un desplante de intolerancia que en nada beneficia a su partido o a su causa.

La anécdota de la estatua se convirtió al final en una especie de juego y de burla. Nadie en el medio político dejó de ofrecer su punto de vista. Las encuestas señalaron que, a pesar de la estupidez de todo el asunto, la gente estuvo al pendiente de manera constante. La historia de la caída de la estatua de Fox, de hecho, fue la noticia más vista en varios sitios de internet que mantienen un registro de las “vistas” de los lectores.

Pero quizá esta misma atención a temas absolutamente superficiales debiera ser una señal de alerta para nuestros políticos. Siempre es difícil lograr que la gente se interese en los temas fundamentales del país. Por eso los problemas no terminan por entenderse sino hasta que se convierten en crisis. Y los políticos promueven aún más esta actitud al dedicarle tanto tiempo y esfuerzo a un asunto tan intrascendente como la estatua de un político.

Lo peor de todo es que parece que vamos a seguir en este camino. La siguiente gran batalla de lo intrascendente tendrá que ver con la entrega de la medalla Belisario Domínguez por parte del Senado. Qué pena para los políticos, y para nosotros los ciudadanos.
Por Sergio Sarmiento
Post RLB Punto Politico.

sábado, 20 de octubre de 2007

Venezuela: Monarquía Socialista

Es La reforma constitucional que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha enviado al parlamento de su país, puede calificarse como monárquica y socialista a la vez.
Esa será, a partir de 2008, la nueva constitución de ese país sudamericano, pues el congreso ya la ha aprobado en primera discusión y, en un par de meses, la aceptará definitivamente, pues Chávez no tiene oposición alguna allí.
Luego se propondrá en referéndum a la ciudadanía para que la acepte o la rechace, pero, conociendo como son las elecciones en Venezuela, pocos dudan de que será aprobada por un abrumador margen de votos: allí el padrón electoral está severamente manipulado y existe un sistema electrónico de votación que no puede considerarse en modo alguno confiable.

La reforma contiene una simple cláusula que permite la reelección inmediata de quien sea “presidente o presidenta” de Venezuela. Así de sencillo, y por todas las veces que se quiera: no en vano uno de los tinterillos del régimen ha dicho que la “revolución bolivariana” se extenderá a lo largo de todo un siglo. Pero aparte de esta disposición, que es la que lógicamente ha sido comentada con más interés en todos los medios, existen algunos otros puntos que vale la pena destacar porque resultan decisivos para la imposición de un régimen socialista autoritario. Veamos:
El presidente se arroga el derecho de cambiar por completo la ordenación territorial del país y de suprimir, en la práctica, toda autonomía de los poderes municipales o estadales que existen ahora. Se organizarán Consejos del Poder Popular que, por todo lo que se dice en el proyecto, se parecerán bastante a los CDR (Comités de Defensa de la Revolución Cubana) cubanos que controlan a todos y cada uno de los habitantes de la isla. Para que no queden dudas se aclara: “el pueblo es el depositario de la soberanía y la ejerce directamente a través del Poder Popular. Este no nace del sufragio ni de elección alguna, sino que nace de la condición de los grupos humanos organizados como base de la población.”

Se propone la creación de una “Economía Socialista” basada en “unidades económicas de propiedad social”. Se establecen cinco diferentes formas de propiedad quedando la propiedad privada reducida a la que se ejerce sobre “bienes de uso y consumo y medios de producción legítimamente adquiridos”. El estado se hace con en control absoluto de los recursos naturales de “carácter estratégico” y de todos los servicios públicos. La jornada de trabajo se reduce a seis horas diarias o 34 semanales. Se elimina totalmente la autonomía del Banco Central, que pasa al control del presidente.

En la lista de competencias que se otorgan al “Poder Público Nacional” se listan nada menos que 36 amplias funciones. Como ejemplo, tomamos una de ellas: “La gestión y administración de los ramos de la economía nacional, así como su eventual transferencia a sectores de economía de propiedad social, colectiva o mixta.”
Se crea la “Fuerza Armada Bolivariana”, uno de cuyos componentes será la “Milicia Popular Bolivariana”.

Hay mucho más, por supuesto, pues el proyecto tiene unas cuarenta páginas de apretada factura y fraseología a veces deliberadamente vaga e imprecisa. Pero creemos que, con lo dicho, será suficiente para el lector: ¿puede seguir llamándose “democrático” un gobierno que propone tales cambios? ¿No es esta reforma la mejor manera de imponer una dictadura socialista bajo el manto piadoso de un referéndum que, todos lo sabemos en Venezuela, no tendrá el menor control ni fiscalización?

La comunidad internacional, que apenas si ha esbozado algunas críticas parciales a esta propuesta, debería tomar conciencia de que una dictadura cerrada se está consolidando ahora mismo en Venezuela. Tal vez sea éste el momento de actuar, antes de que un régimen profundamente autoritario, militarista y expansivo se consolide en la castigada patria de Bolívar.

Por Carlos Sabino.
Profesor visitante de la Universidad Francisco Marroquín en Guatemala y colaborador permanente de Cedice y de la Agencia Interamericana de Prensa Económica (AIPE).
Post RLB Punto Politico.

México ingobernable, adiós a la libertad

Ser policía es aún más peligroso que ser un ciudadano común, y la militarización del país en el mejor de los casos podrá paliar la intensidad de la violencia a expensas de las libertades individuales.

¿En qué momento se nos fue de las manos el país y se deterioró tanto la gobernabilidad? Hemos llegado al extremo en el que ser policía es aún más peligroso que ser un ciudadano común, lo que de ninguna manera representa un avance en la seguridad de estos últimos.

La ecuación en la que está en juego la gobernabilidad democrática se caracteriza por una lucha abierta entre bandas rivales, agentes de corporaciones policíacas y delincuencia organizada, y militares contra policías, y no tiene visos de mejorar sino que por el contrario se agudiza a diario.

Lo que todavía es peor es que los ciudadanos nos hemos acostumbrado a noticias de encajuelados, descabezados, secuestrados, torturados, emboscados, y demás ados.

México no siempre fue así, cabe recordar que la descompocisión social ha crecido a la par de la democratización del país.
A medida que los partidos PAN y PRD han ido ganando espacios a nivel municipal, estatal y federal, la delincuencia organizada ha ganado espacios en las calles.
Sería absurdo pensar que la creciente violencia es un fruto maldito de la naciente democracia, sin embargo es importante reflexionar cómo es que los vacíos de poder que ha ido dejando el régimen priísta en diferentes niveles han sido llenados por el crimen organizado.

En este momento, actores que antes eran intocables, como corresponsales de televisión, no lo son más. Métodos que pensábamos pertenecían solo a Irak, como videos en los que se decapita a individuos, son parte de los noticieros nocturnos. Noticias que antes formaban parte de las secciones Sociedad y Justicia ahora se encuentran en Estados.

Legisladores y hasta el mismo presidente han sido amenazados, y ya ni siquiera la custodia policial es garantía de seguridad en los hospitales. Las fugas de información en las corporaciones policíacas y diversas instituciones hacen pensar que están infiltradas por el crimen organizado a más no poder, y las deudas pendientes de los representantes populares con el narcotráfico vislumbran difícil que el actual gobierno pueda ganar la batalla que ha emprendido.

Para todo esto el consumo de estupefacientes sigue a la alza, por lo que al narcodinero no le falta para seguir comprando violencia, protección y políticos.

La herramienta que el actual gobierno ha encontrado para luchar contra el crimen organizado es la militarización del país, lo que en el mejor de los casos podrá paliar la intensidad de la violencia a expensas de las libertades individuales.

Por José Alberto Hernández .
Post RLB Punto Politico.

jueves, 18 de octubre de 2007

Otra vez Con Los Simbolos Patrios...

Paulina Rubio, Valentina Batres Guadarrama, Andrés Manuel López Obrador, Símbolos patrios

Por Paco Calderon.
Post RLB Punto Politico.

¿Es el “social-cristianismo” precursor del populismo?

Rafael Caldera, destacado político demócrata-cristiano de Venezuela y presidente de ese país, sentó involuntariamente las bases para la llegada al poder de Hugo Chávez. Felipe Calderón en México, ¿está involuntariamente alimentando un futuro de autoritarismo populista?

Es famoso el dicho de Santa Teresa de Jesús: “El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”. Algo semejante parece acontecer, al menos en América Latina, con ciertas políticas de origen social-cristiano, pletóricas de buenas intenciones justicieras, que parecen allanar el camino hacia el infierno del populismo-autoritario.

Por razones históricas profundas y complejas persiste en la “opinión dominante” en la Iglesia Católica –la cual es diferente que la doctrina oficial de la Iglesia- un rechazo al liberalismo en general y al liberalismo económico en particular.

No me corresponde discutir cuán lejos o cuán cerca puede estar esta actitud de desconfianza hacia la libertad individual de la auténtica doctrina católica y de las enseñanzas de Cristo, me limito a señalar un hecho verificable. En general, los partidos demócrata-cristianos no son liberales y parecen más cercanos –en términos doctrinales y prácticos- a ciertas manifestaciones social-demócratas, a un pretendido “centrismo” y a los recurrentes intentos de construir “terceras vías” entre capitalismo y colectivismo socialista, especialmente en su vertiente marxista o filo-marxista.

El socialismo implícito en los partidos demócrata cristiano y social cristiano de Chile en los años 70 del siglo pasado, por ejemplo, junto con un deficiente diseño de los mecanismos electorales, allanaron el camino para que el gobierno marxista de Salvador Allende llegase al poder por una vía formalmente democrática.

En Venezuela, el gobierno de Rafael Caldera –distinguido militante de la democracia cristiana y dirigente internacional de la misma- se caracterizó por su rechazo al “neoliberalismo” y por sus desastrosos resultados económicos: Inflación galopante, devaluaciones y pérdida de la competitividad. Detrás de ese desempeño lamentable hubo: Proteccionismo comercial, subsidios crecientes del Estado para determinados grupos sociales, intervencionismo del gobierno en la actividad económica, controles de precios y una deliberada participación del gobierno para corregir –con intenciones justicieras– lo que el gobierno de Caldera calificaba como excesos o errores del libre mercado. Adicionalmente, el gobierno de Caldera liberó al coronel golpista Hugo Chávez, como un gesto de conciliación social con dedicatoria a una parte de la izquierda venezolana de corte populista.

Todo ello, desde luego, fue el mejor caldo de cultivo para que la candidatura del “outsider” Chávez –quien falsamente se presentó ante el electorado como un líder no político, harto de los políticos convencionales, de sus corrupciones y de sus fracasos- prosperara en las elecciones.

Hoy en México crece la percepción de que el gobierno de Felipe Calderón está poniendo en práctica algunos de los postulados del social-cristianismo que, para algunos, se encuentran implícitos en los principios del Partido Acción Nacional desde su fundación en 1939. A esto se añade la famosa declaración de Calderón en agosto de 2006 de que su gobierno rebasaría a la izquierda por la izquierda y su machacona reiteración, desde mediados de este año 2007, en que hay que pagar la “deuda social con los que menos tienen”. Este eslogan, copiado por cierto de Chile, presupone que los mexicanos prósperos lo somos, en alguna medida, porque hemos despojado a los más pobres o –peor aún- porque hemos construido nuestra relativa bonanza “sobre la sangre y el sufrimiento” de los miserables, como el propio Calderón llegó a decir en su celebrado discurso ante algunos de los presuntos “300 líderes” de México.

La semana pasada, por ejemplo, el presidente anunció en Tabasco la firma de un convenio por el cual se condonaría la mitad de los adeudos de cientos de consumidores tabasqueños de energía eléctrica (se calculan en unos $3,000 millones de pesos) quienes tienen años de no pagar a la Comisión Federal de Electricidad alentados y amparados por la convocatoria de Andrés Manuel López Obrador, quien propuso ésa entre otras estrategias para protestar por el presunto fraude electoral mediante el cual Roberto Madrazo habría llegado a ser gobernador. Obviamente, el PRD ha manifestado su rechazo a este convenio porque ellos desearían que la condonación del adeudo fuese total y los descuentos en las tarifas sean de ahora en adelante aún mayores que los que promete Calderón.

Como lo expresó caústicamente Clotilde Hinojosa en uno de sus “dardos”: “Esos son los inconvenientes de ser populista a medias…, el populista al cien por ciento de la tienda de enfrente siempre tiene ofertas más atractivas”. No sólo eso: El populista de enfrente no tiene que cumplir sus promesas ahora porque tiene la ventaja de ser un eterno opositor.

Al ejemplo anterior podríamos sumar varios: La condonación de adeudos de pequeñas empresas también anunciado por el presidente, el gravísimo error de suspender el ajuste gradual ya programado en los precios de los energéticos (lo que tendrá un costo multimillonario para las finanzas públicas en lo que resta del año), el incremento del déficit de intermediación financiera a causa de otorgarle mayores recursos a la banca de desarrollo…

Cuidado. El mayor beneficiario de estos errores es justamente aquél a quien el presidente quiere rebasar y frenar… En la actuación del presidente se están dando cita tres fenómenos a cual más desafortunados: 1. El hecho de que su némesis sea López Obrador, lo cual sólo fortalece al loquito, 2. El hecho de que algunos de sus asesores más cercanos sigan más preocupados por ganarle en las encuestas a los seguidores de López Obrador y 3. La dichosa vertiente social-cristiana, anti-liberal, dominante en el PAN en la cual, por lo visto, Calderón se reconoce a sí mismo como auténtico panista.

Por Juan Pablo Roiz.
Post RLB Punto Politico.

martes, 16 de octubre de 2007

Investigar a Fox ?

¿Puede haber motivos de investigación? Quizá. Pero no cabe duda de que son menores que en los casos de muchos otros ex presidentes que nunca han sido investigados.
Nunca antes se había creado una comisión del Congreso para investigar la situación patrimonial de un ex presidente.
La acumulación de cientos de millones de dólares en cuentas en el extranjero por Raúl Salinas de Gortari --que en una conversación telefónica con su hermana Adriana dijo habían sido reunidos por instrucciones de su hermano Carlos-- no fue motivo para investigar a Carlos Salinas de Gortari.

La Colina del Perro, un conjunto habitacional impresionante en la zona de Cuajimalpa, en el poniente de la ciudad de México, no llevó a una investigación de José López Portillo. Tampoco la enorme casa de Luis Echeverría en San Jerónimo, o las acusaciones --nunca fundamentadas pero tampoco negadas-- de su supuesta acumulación de terrenos en Morelos y Cancún.

No, estos indicios de enriquecimiento ilícito no fueron suficientes para investigar a estos presidentes. Tuvo que venir un presidente de las filas de la oposición, Vicente Fox, para que fuera investigado por el Congreso a través de una increíblemente llamada Comisión Especial para Dar Seguimiento a las Denuncias Presentadas por el Presunto Ejercicio Indebido del Servicio Público en la Presidencia de la República Durante la Gestión del Licenciado Vicente Fox Quesada, la cual es encabezada por el diputado priísta Víctor Valencia de los Santos.

¿Por qué se volvió tan necesaria la investigación sobre Fox? Porque el ex presidente, que ganaba unos cinco millones de pesos al año tanto por su sueldo de presidente como por inversiones, llevó a cabo una remodelación de uno de sus ranchos. Y porque usa una camioneta Hummer –propiedad del Estado Mayor Presidencial--, un Jeep rojo y un Jaguar blanco.

¿Puede haber motivos de investigación? Quizá. Pero no cabe duda de que son menores que en los casos de muchos otros ex presidentes que nunca han sido investigados.

Parte de la razón es el hecho de que Fox es panista, lo cual hace que los priístas tengan un ánimo de revancha en su contra. Los perredistas, por otra parte, lo culpan de la derrota de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones del 2006 y están dispuestos a todo con el fin de saldar esa cuenta.

También hay que reconocer, sin embargo, que el ex presidente Fox tiene parte de la culpa. El reportaje de la revista Quien sobre su rancho y casa podrá ser legítimo pero estaba inevitablemente destinado a generar controversia. Por muy modesto que sea el patrimonio de un ex presidente, éste siempre parecerá desproporcionado a la población mexicana que vive en buena medida en la pobreza.

Muchos de los problemas del ex presidente se deben por supuesto a su incontinencia verbal. De hecho, el secretario de gobernación, Francisco Ramírez Acuña, le dijo públicamente esta semana que en política “el que se va se calla”. Pero el ex presidente simplemente descartó la vieja regla del silencio como una tradición priísta.

ahora Fox es el único ex presidente que ha dado a conocer sus declaraciones patrimoniales. Por eso, y por el hecho de que no se le nota una fortuna excepcional en comparación con sus ingresos o con la fortuna de otros ex presidentes, puede sorprendernos que sea el único investigado. Pero así son las cosas en la política de nuestro país.
Por Sergio Sarmiento.
Post RLB Punto Politico.

sábado, 13 de octubre de 2007

El racismo de un aspirante a tirano

Cuando Evo Morales inició sus desaforadas aventuras políticas a la cabeza de los productores de coca y luego se vendió a Hugo Chávez, estimé que recibió del venezolano entre 50 y 60 millones de dólares.
Hoy la cifra me parece conservadora. En las últimas semanas repartió 30 millones entre los jefes de las Fuerzas Armadas Bolivianas y alcaldes de la oposición, y desde que inauguró su gobierno les regaló 20 millones adicionales.

Desde 1999 hasta 2006, Morales viajó por lo menos un centenar de veces a Caracas a recibir instrucciones directas de su jefe, quien todavía no era visible para la mayoría de los bolivianos. Chávez apareció en el escenario cuando Morales ya tenía control del poder, de lo contrario, muchos no hubiesen votado por él. Ese fue el mayor engaño al pueblo. Habiendo logrado su objetivo, todas las demás son mentiras miniatura.

De las falsedades que pregona el presidente boliviano, algunas son copia de las que coreaba la mentirosa Menchú para concitar la atención e inspirar lástima. Morales, como la guatemalteca, dijo que los blancos les cortaban las manos y les quemaban los ojos a los indios para que no pudieran aprender a leer o escribir, como si los nativos hubiesen sabido de esas artes.

Los naturales andinos conocieron por primera vez la escritura cuando llegaron los españoles.
La educación en Bolivia es obligatoria y gratuita. Existen escuelas diseminadas en todo su territorio, pero el vil embuste sirvió para importar miles de cubanos con el aparente propósito de “alfabetizar” a los campesinos, que son porcentualmente una minoría de la ciudadanía, ya que la mayoría se mudó a los centros urbanos y suburbanos. Los originarios se dedican al comercio, la industria o los servicios. Son muy pocos los que aún tienen a la agricultura como base de sustento económico.

La manera de Morales de tratar de impactar internacionalmente es aludiendo a un racismo proveniente de él mismo. Sus declaraciones ante las protestas masivas que van creciendo en envergadura --pero que optó por no reprimir temporalmente en procura de hacerse de una imagen mesurada para su candidatura al Nobel-- son que sus opositores “quieren derrocar al indio”. Nunca menciona que “no indios” también votaron por él.

Elude responsabilidades sobre las violentas provocaciones y asesinatos cometidos por su gobierno, no respeta los derechos ciudadanos de manifestarse libremente y avasalla contra la sociedad civil brutalmente.

Se refiere a sí mismo como el “indio” amenazado, como si los demás bolivianos no tuviesen sangre autóctona corriendo en sus venas y su condición étnica fuese el móvil que alienta a la población a sublevarse. Morales no quiere admitir que el pueblo se cansó de su alevosía, incompetencia y sometimiento a intereses foráneos.
Pocos hablan de la discriminación indigenista del aimara contra quechuas, mestizos y blancos, difundida por sus ideólogos de ultra izquierda. Es que la unión de quechuas y blancos conforma la predominante arquitectura mestiza boliviana. Los españoles no trajeron mujeres al nuevo mundo durante los primeros 80 años de conquista y se juntaron con las mujeres quechuas a quienes encontraron más atractivas y accesibles. El mestizaje con las aimaras fue menor. El añejo resentimiento viene de que los indígenas aimaras durante el incario vivieron como esclavos de los quechuas, que a su vez eran siervos de los incas. Fue el criollo --el hombre blanco-- que los liberó de más de 300 años de absoluto sometimiento al sanguinario monarca incaico.

El gobierno indigenista está cimentado en la calumnia repetitiva, igual que el de Chávez, pero escudarse en una discriminación infundada es una canallesca infamia. Los únicos racistas declarados son Evo Morales y sus cófrades. La segregación es frontal y pública. Ni el demente Coronel --siendo zambo-- se atrevió a tanto, y es que los venezolanos son también amalgama de muchos genes.

Esta última jugada de Morales es irritante y ofensiva no sólo para los bolivianos sino para cualquiera. Escudar sus abusos e ineptitud trayendo a colación su linaje está más allá de lo tolerable. Si los aimaras quieren guerra racial, de seguro la van a tener, pero no habrá vencedores.

Por José Brechner.

Post RLB Punto Politico.

viernes, 12 de octubre de 2007

La Cantaleta Voto x Voto ¿Fraude del PRD en el 2006?

La “cantaleta” del “voto por voto” fue una posición que los mismos dirigentes perredistas sabían que no era legalmente sustentable, tal como la presentaron a las autoridades electorales, aunque sí vendible políticamente a sus simpatizantes y atractiva como bandera postelectoral para mantener vivo su movimiento de oposición

Durante la pasada campaña presidencial, el principal reclamo de uno de los partidos perdedores, el PRD, fue el conteo “voto por voto”. Es importante recordar que los dirigentes del PRD sabían que si no impugnaban todas las casillas, no podían pretender legalmente el “voto por voto”.
Uno de los asesores más preparados de ese partido durante el proceso electoral, profesor de Derecho Constitucional y autor de varios libros sobre esa materia, les hizo ver que la única forma que podía proceder el “voto por voto” era mediante la impugnación de todas las casillas; sin embargo, los dirigentes del PRD no quisieron impugnar todas las casillas, pues implicaba revisar también las que habían ganado.

Resulta sospechoso que el PRD no haya aceptado el recuento en las casillas donde ganaron. Si ellos hubieran estado tranquilos que donde triunfaron no hubo ninguna irregularidad, principalmente en el Distrito Federal, entonces hubieran seguido los consejos de uno de sus más prestigiados asesores: impugnar todas las casillas. La negativa a impugnar las casillas donde ganaron, sabiendo que ese hecho les impedía legalmente impugnar toda la elección y hacía inviable el conteo voto por voto, genera la presunción que hubo fraude en las casillas donde obtuvieron más votos.

La “cantaleta” del “voto por voto” fue una posición que los mismos dirigentes perredistas sabían que no era legalmente sustentable, tal como la presentaron a las autoridades electorales, aunque sí vendible políticamente a sus simpatizantes y atractiva como bandera postelectoral para mantener vivo su movimiento de oposición.

Ya es tiempo de dejar atrás el fantasma de un fraude nunca probado al candidato presidencial del PRD, en el cual se escudan los perredistas radicales para boicotear al gobierno federal, romper el orden democrático, la paz y seguir gastando recursos públicos en una campaña permanente para las próximas elecciones presidenciales.
A quienes sinceramente les preocupe si hubo fraude en las elecciones presidenciales del 2006, que investiguen por qué los dirigentes perredistas se negaron a impugnar las casillas donde triunfaron.
Por Luis Pazos.
Post RLB Punto Politico.

jueves, 11 de octubre de 2007

Venezuela: ¿Saltará la rana?

Chávez ha aprendido la importancia de ejecutar sus planes poco a poco. En 1992, después de haber planeado su golpe de estado durante diez años, todo se vino abajo en diez horas gracias a su ineptitud militar. En 1998 ganó la presidencia por medio de elecciones y a pesar de la euforia por su victoria, no le gustaba la idea de respetar las reglas democráticas. Por consiguiente, ha enfocado sus esfuerzos para convertirse en dictador pretendiendo ser democrático.

¿Cómo puedes matar a una rana? Poniéndola en una olla de agua caliente y aumentando la temperatura del agua lentamente. Si la temperatura aumenta demasiado rápido, la rana salta. Pero si este aumento se da paulatinamente, la rana se queda en la olla hasta morirse.

Esta analogía explica porqué las insurgencias políticas con violencia han fracasado con frecuencia en América Latina. Para tener éxito en consolidar su poder, un aspirante a ser dictador tiene que ir con calma.

Recientemente, Hugo Chávez reveló una descarada propuesta de reforma constitucional en Venezuela. Todavía no está claro si sucederá y cuando sucederá, pero si tiene éxito, habrá hervido a la rana, convirtiéndose en un dictador mientras pretende trabajar en un sistema que aparenta ser democrático a la distancia.

La reforma de Chávez incluye únicamente 30 de los 350 artículos de la Constitución, pero difícilmente representa un pequeño cambio. Contiene reformas radicales que, en caso de ser aprobadas, le darían a Chávez el estatus y poder de un monarca absoluto.

El ejecutivo tomaría el control de muchas actividades que antes estaban en manos de los estados y los gobiernos municipales, como la administración de hospitales y escuelas estatales y municipales, así como la administración de puertos, aeropuertos y autopistas de peaje.

El presidente tendría la autoridad de disolver la Asamblea Nacional y convocar una Asamblea Constituyente. Es difícil pensar en un ejemplo más claro de sustituir el imperio de la ley con el imperio de un hombre.

El periodo de gobierno del presidente será de siete años y podría ser reelegido indefinidamente, contrario a la Constitución actual en la que el presidente tiene un periodo de siete años con posibilidad de reelección inmediata en dos periodos consecutivos. Además, el presidente estará autorizado para nombrar cuantos vicepresidentes desee, sin que tengan que rendir cuentas a nadie más que a él, para supervisar las actividades económicas y políticas.

El presidente podría decidir cómo utilizar las reservas financieras internacionales quitándole la autonomía al Banco Central y ahuyentando a los inversionistas extranjeros. Esto provocaría la pérdida de credibilidad del gobierno ante la comunidad financiera internacional y aceleraría la salida y pérdida de capital.

El presidente también podría crear ciudades nuevas, nuevos territorios y provincias federales, un poder que seguramente abusará con el fin de premiar a sus seguidores.

El país tendrá días laborales de 6 horas. Esto disminuirá la productividad industrial aún más aumentando el desempleo en el mediano plazo y haciendo al país menos competitivo.

El presidente promoverá a los oficiales militares, otra autoridad que correspondía previamente a la Asamblea Nacional. Las fuerzas armadas “bolivarianas” tendrán un nuevo elemento, la “milicia popular”, tomando como ejemplo el Ejército Popular Cubano y la Guardia Revolucionaria Iraní, organización militar semi-oficial que funciona como un Estado dentro del Estado, dando poder y enriqueciendo a los simpatizantes del presidente. Chávez lo describe como un ejército entrenado para combatir la invasión norteamericana.

El Estado será socialista, en el sentido político y económico, aunque todavía se permitirá la propiedad privada mientras no interfiera con los intereses nacionales. Este modelo ha probado ser un fracaso dondequiera que ha sido intentado.

Chávez ha aprendido la importancia de ejecutar sus planes poco a poco. En febrero de 1992 trató de llegar al poder de la manera tradicional. Después de haber planeado su golpe de estado durante diez años, todo se vino abajo en diez horas gracias a su ineptitud militar. En 1998 ganó la presidencia por medio de elecciones y a pesar de la euforia por su victoria, no le gustaba la idea de respetar las reglas democráticas. Por consiguiente, ha enfocado sus esfuerzos para convertirse en dictador pretendiendo ser democrático.

Esta reforma constitucional será objeto de un referéndum nacional organizado por el Consejo Electoral Nacional, una organización que él controla y en la cual los venezolanos no confían para nada. Los venezolanos se enfrentan al dilema de votar para instalar una dictadura “constitucional” o abstenerse completamente. Ambas alternativas tienen sus riesgos.

Los venezolanos que aman la democracia están contra la pared, pero paradójicamente también lo está Chávez. Si la gente presionada para votar a favor de eliminar la democracia en el país se decide por una protesta popular masiva, Chávez podría ser desbancado de nuevo, como sucedió en abril del 2002 cuando alrededor de 700,000 ciudadanos indignados se manifestaron en contra de su abuso de poder. Como sucedió en aquella ocasión, la rana podría saltar. Pero esta vez podría resultar en una guerra civil.

Por Gustavo Coronel.
Post RLB Punto Politico.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Fox - Mienten a la gente

En una entrevista con CNN, Vicente Fox hizo tremendas declaraciones politicas internacionales, embarrando situaciones a diestra y siniestra de su tan criticado libro autobiografico.

Tampoco se mordió la lengua al hablar de sus ex colegas, Revolution of hope - The Life, Faith and Dreams of a Mexican President ("La revolución de la esperanza: la vida, la fe y los sueños de un presidente mexicano"), publicado esta semana solo en EE.UU.

El ex presidente de México Vicente Fox dijo que el mandatario venezolano, Hugo Chávez, el ecuatoriano, Rafael Correa, el boliviano, Evo Morales, y el ex candidato mexicano de izquierda Andrés Manuel López Obrador "mienten" a la gente. "En el libro soy agresivo con Chávez, con López Obrador, de México, con Evo Morales, de Bolivia, con Correa en Ecuador, porque mienten a la gente. Son demagogos, populistas", dijo Fox en inglés.

Respecto a Chávez, afirmó que emplea "las ganancias del petróleo, que pertenecen a los venezolanos, en otros países y otras naciones"."No es justo", agregó.

Hizo declaraciones sobre Cuba, Fox alabó su sistema de educación pública, que, según él, "es el mejor en América Latina", su cobertura de salud y los deportes.

No obstante, "en derechos humanos, democracia y libertad está en el pasado", consideró."Espero que Cuba pase la era de Castro y se convierta en una nación democrática", continuo.

En la entrevista, Fox tuvo que responder a una pregunta de un televidente sobre el escándalo de su presunto enriquecimiento ilícito, que se desató después de que una revista mostrara las mejoras que ha hecho en su rancho en Guanajuato."Tengo una casa muy bonita, pero he trabajado por ella", dijo Fox, quien mencionó los 15 años que estuvo empleado en la Coca-Cola y sus actividades agrícolas.

Fox aseguró que las denuncias parten de "la oposición" e indicó que ni el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ni el Partido de la revolución Democrática (PRD) han aceptado sus derrotas en las dos últimas elecciones presidenciales.

En Estados Unidos ha atraído especial atención la descripción que Fox hace en su libro del presidente George W. Bush, a quien ha calificado como el hombre "más petulante" que ha conocido.
En el programa de Larry King, uno de los presentadores estrella de la cadena "CNN", el ex presidente mexicano no retiró sus palabras.
Fox dijo que en 1996, cuando se encontró con Bush por primera vez mientras ambos eran gobernadores de estados, el estadounidense "caminaba como si llevara dos melones" bajo los brazos."Me impresionó, tenía gran confianza en sí mismo y otras cualidades que no querría mencionar aquí", señaló Fox.
En su libro, el ex presidente mexicano calificó a Bush como un "vaquero de parabrisas" y en el programa explicó que cuando lo invitó a su rancho en Guanajuato notó que el estadounidense no estaba muy acostumbrado a los caballos.

Fox también estuvo en el rancho de Bush en Crawford (Texas), que el presidente estadounidense le mostró a bordo de una camioneta."Conduce muy bien, pero creo que no monta muy bien", declaró Fox.

Aún así, señaló que Bush es "un amigo muy bueno", aunque también dejó claro que no estuvo de acuerdo con él sobre la invasión de Irak, que dijo considerar un error."Tony Blair, el presidente (del Gobierno José María) Aznar, de España, y el presidente Bush intentaron atraerme hacia su posición", afirmó Fox, pero no dio el brazo a torcer "tras ver que no había pruebas de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak".
"Tenemos que garantizar que las Naciones Unidas hacen su trabajo y no minarlo y dejar de lado" a la institución, dijo Fox.

En el libro, de casi 400 páginas y escrito conjuntamente con el consultor político Rob Allyn, el ex presidente sostuvo que Bush intentó en 2003 lograr el voto de México en el Consejo de las Naciones Unidas para autorizar la invasión de Irak.

En inmigración, sin embargo, Fox dijo que Bush y él tienen la misma posición.

El ex mandatario denunció que el "espíritu" sobre el cual se fundó EE.UU. "ha cambiado", por el rechazo a los inmigrantes."

Estados Unidos está aislándose del resto del mundo, afirmó Fox, quien añadió que "el miedo está dirigiendo a esta nación hoy en día".

Aseguró no estar a favor de "fronteras abiertas", sino de regular el flujo migratorio a Estados Unidos, "que necesita a los trabajadores mexicanos".

Por Raul Lozano B
Post RLB Punto Politico.

martes, 9 de octubre de 2007

Inflacion

Agustín Carstens Carstens, legisladores, inflación, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Poder Legislativo de la Federación, diputados.

Por Paco Calderon.

Post RLB Punto Politico.

lunes, 8 de octubre de 2007

El verdadero Distrito Federal de Marcelo Ebrard

La situación económica del Distrito Federal no parece ser aquella que tanto presume Marcelo Ebrard en comunicados, declaraciones y hasta en su informe de gobierno.


Y es que la línea de comunicación del gobierno perredista desde tiempos de López es, ha sido y será la de una abierta descalificación a todo lo que provenga del Gobierno Federal, acompañada de una constante “adulación” a las políticas públicas aplicadas por el Gobierno del Distrito Federal.
A continuación se presenta un resumen de la evolución de las principales variables económicas en la Ciudad de México a lo largo de estos últimos años.

En materia de actividad económica, de acuerdo con la información disponible (INEGI), el PIB desaceleró su crecimiento en 2001 y 2002 en la mayoría de los estados, pero nuevamente aceleró el paso a partir de 2003, excepto en el Distrito Federal que entre 2000 y 2004 acumuló un retroceso de (-)1.7 por ciento.

En materia de empleos, de 2000 a agosto de 2007 el número de trabajadores asegurados (permanentes) en el IMSS creció un 6.2% a nivel nacional. Pero en el Distrito Federal sólo se reportó un magro crecimiento de 1.7% y una reducción en su participación a nivel nacional pasando del 18.6% en 2000 a 17.8% en promedio a agosto de 2007, lo que significó una reducción de 0.8 puntos porcentuales en el presente siglo. En comparación, estados como Nuevo León muestra un crecimiento de 2000 a 2007 de 11.1% y un aumento en su participación en el mismo periodo de 7.6% a 8.0% y Jalisco con un crecimiento de 13.3%, entre 2000 y 2007 y un incremento en la participación nacional de 0.6 puntos porcentuales. Más todavía: Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el Distrito Federal tiene la mayor tasa de desocupación entre las entidades federativas, al pasar de 3.5% en 2000 a 5.8% en la mitad del presente año, un crecimiento de 2.3 puntos porcentuales. Asimismo, indicadores complementarios de empleo indican que la Ciudad de México presenta una Tasa de Ingresos Inferiores al Mínimo y Desocupación (TIDD), es decir, el porcentaje que representa la población desocupada y la ocupada que tiene ingresos inferiores al salario mínimo, respecto a la población económicamente activa, de 12.2% promedio anual en 2004, nivel mayor en 0.5 puntos porcentuales al promedio reportado en 2000 de 11.7%.

En lo que respecta a la deuda pública por entidad federativa, en 1997 el Distrito Federal reportó un saldo de 11,789 millones de pesos de pesos. Al concluir 2006, la deuda había ascendido a 44,085.9 millones de pesos. En términos reales, el incremento de la deuda en este periodo ha sido de 98.5% (prácticamente se duplicó). El Distrito Federal es la entidad más endeudada del país. A junio de 2007, su deuda equivalía a 25.4% del total de lo adeudado por las entidades federativas de México, 5.1 puntos porcentuales mayor que la participación registrada en 1997 (año que comienza la gestión del PRD en la Ciudad de México).
Por otro lado, en 1997 la deuda constituía 62% de los ingresos del gobierno capitalino. En 2007 la administración de Ebrard reporta un porcentaje de 100.3, es decir, la deuda del gobierno capitalino es mayor a todo lo que recauda por cuenta propia el Gobierno del Distrito Federal. Adicionalmente, el Distrito Federal es la entidad con mayor incremento de la deuda como % del PIB, ya que de 1997 a 2007, el saldo de la deuda como porcentaje del PIB aumentó 1.4 puntos porcentuales, crecimiento no visto por ninguna otra entidad federativa.

Adicionalmente, el Distrito Federal es la entidad más endeudada por habitante de toda la República Mexicana. En 2006 reportó una deuda per cápita de 5,026 pesos, un crecimiento de 15.4% real respecto a los $4,356 reportados en el 2000, y 9.1% mayor en términos reales a lo reportado en el primer semestre de 2007. Esto se vuelve más significativo si se compara con la deuda per cápita reportada por el Estado de México, segunda entidad con mayor número de población después del Distrito Federal. En este sentido, la deuda per cápita del Estado de México en 2006 cerró en $2,260, 6.3% en términos reales respecto a los $2,362 por habitante reportados en el 2000. La herencia que Ebrard está dejando a los habitantes de la ciudad es algo que no parce preocuparle en lo más mínimo.

Siguiendo con la dinámica de los ingresos, destaquemos que el crecimiento real de los ingresos propios del Gobierno del Distrito Federal (GDF) entre 2000 y 2007 ha sido sólo del 17%, mientras que las transferencias del gobierno federal así como las participaciones han aumentado en el mismo periodo 70.1% real. Para 2007 las cosas no son muy diferentes, y los ingresos por impuestos del Distrito Federal a pesar de crecer a una tasa real del 4.5% en el primer semestre del 2007 respecto al mismo periodo del 2006, destaca la caída en la recaudación del impuesto predial en el mismo periodo del 6.1%, impuesto que aporta más del 40% de los ingresos totales por impuestos en el Distrito Federal.

El GDF destaca que sus finanzas públicas “mantienen el equilibrio gracias a los buenos resultados de la recaudación a nivel local”. Sin embargo, los hechos confirman que las tareas a realizar por parte del Gobierno del Distrito Federal para incrementar sus ingresos son inefectivas, y por el contrario, sus ineficiencias han sido compensadas por las transferencias y aportaciones que le hace el gobierno federal. Si fuera cierto que el equilibrio fiscal capitalino se debe a la recaudación local, por qué levantan se quejan tanto de que (según ellos) “el Distrito Federal ha sido de nuevo indebidamente excluido de varios fondos federales por la reforma fiscal”. El colmo de los lloriqueos también lo encontramos en las declaraciones del secretario de finanzas del DF, Mario Delgado Carrillo, cuando dice: “La Cd. de México no es una carga, es un motor importante del crecimiento y el dinamismo económico nacionales, pues representa el 21% de la economía nacional y sólo en 2006 aquí se recaudó el 57% del ISR y el 48% del IVA. Defendamos la posición del DF dentro del pacto fiscal. Hay que insistir." La lectura entre líneas del secretario de finanzas la podemos interpretar como: “Nosotros somos ineficaces para ampliar nuestra base de ingresos, por lo que no tenemos cómo financiar nuestros crecientes proyectos populistas, así que le exigimos al Gobierno Federal que nos regale los recursos”.

En materia de Inversión Extranjera Directa (IED), el jefe de Gobierno del Distrito Federal argumenta que son el primer lugar en captación de IED en el país, sin embargo, esa es una verdad a medias, ya que debido a la concentración de la actividad económica que ha tenido nuestro país desde el siglo pasado, el Distrito Federal siempre ha sido el receptor número uno de la inversión nacional que llega al país. Lo importante a destacar en este sentido es la evolución en la participación de dicha inversión sobre el total nacional. Así, entre los estados que destacan por haber incrementado su participación en la captación de IED entre 2000 y 2006 están Chihuahua, quien elevó su participación de 6.0% a 8.6%; Baja California, de 5.5% a 5.7%; y el Estado de México con un cambio en su participación de 2.7% a 7.7%. En cambio, el Distrito Federal vio disminuir su participación en la IED total durante el mismo periodo, pasando de una captación de IED del 49.6% a 47% Desde otra perspectiva, el Estado de México reporta un crecimiento en la captación de IED per cápita de 137% al pasar de 37 dólares por habitante en el año 2000 a 88 dólares en 2006. En contraste, el Distrito Federal reporta una disminución en la captación de IED per cápita del 17%, al pasar de 1,033 dólares por habitante en 2000 a 858 dólares en 2006.

En fin, que los políticos generalmente suelen distorsionar los hechos y la realidad de las cosas que suceden alrededor de su gestión para su provecho. Es claro que la situación económica y las finanzas públicas del Distrito Federal se han visto deterioradas por las políticas económicas aplicadas por el actual jefe de Gobierno y sus antecesores. Echarle la culpa al Gobierno Federal de la situación que presenta la población del Distrito Federal sólo se reduce a una muy lamentable y patética estrategia política, ya que por lo menos, en lo que corresponde a las finanzas públicas del Distrito Federal, gran parte de las fuentes generadoras de ingresos propios del Distrito Federal (la cual soporta constantes presiones por parte del gasto público debido a los múltiples proyectos populistas que se han puesto en marcha), provienen de los beneficios de la estabilidad económica y bajas tasas de interés que se viven el en el país, y eso sí, es gracias a las sanas políticas públicas, aunque todavía insuficientes, que ha tenido a bien implementar el Gobierno Federal desde hace por lo menos diez años. Marcelo: ¿Por qué esto no lo dices?

Por Adriana Merchant
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viernes, 5 de octubre de 2007

El engañoso socialismo bolivariano

La nueva constitución que propone Chávez incluye, desde luego, la reelección indefinida de su cargo, modelo legal que sólo usaron los déspotas más inclementes de la América Latina. Pero aparte de esta disposición, el nuevo texto constitucional incluye algunas perlas que no se pueden ignorar como las severas restricciones a la propiedad privada.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tiene un estilo de por sí contradictorio que le resulta eficaz para desconcertar y neutralizar a sus adversarios. En sus largos y desordenados discursos profiere amenazas, recita y lee párrafos de libros, hace ambiciosas promesas y hasta se pone a cantar sin recato.

El oyente queda como mareado, arrastrado por ese farragoso mar de palabras, y termina a veces con la impresión de que todo son vanos fuegos artificiales disparados para encandilar al público: Chávez ha agredido verbalmente a todo el mundo, desde Bush al Papa, desde el secretario general de la OEA al presidente de México, sin omitir por supuesto a la iglesia venezolana y a los opositores que quiere destruir. Pero debajo de toda esta hojarasca hay, sin embargo, algo realmente tenebroso y frío, un proyecto concreto al que va poniendo en ejecución sin prisa pero sin descanso. Chávez ha logrado implantar ya una dictadura de hecho, completa y sin fisuras, y avanza ahora hacia una forma de socialismo que irá cerrando gradualmente los pocos espacios de libertad que les quedan a los venezolanos.

La nueva constitución que propone el presidente incluye, desde luego, la reelección indefinida de su cargo, modelo legal que sólo usaron los déspotas más inclementes de la América Latina. Pero aparte de esta disposición, previsible cuando se trata de una persona tan apegada a las formas caudillistas de gobierno, el nuevo texto constitucional incluye algunas perlas que no se pueden ignorar. Una de ellas dice: “el pueblo es el depositario de la soberanía y la ejerce directamente a través del Poder Popular. Este no nace del sufragio ni de elección alguna, sino que nace de la condición de los grupos humanos organizados como base de la población.” También se declara que Venezuela tendrá una “Economía Socialista” basada en “unidades económicas de propiedad social” y se imponen severas restricciones a la propiedad de los particulares.

Chávez, con un poder electoral sumiso y para consternación de la mayoría de los venezolanos -según las últimas encuestas- espera aprobar su nueva constitución el próximo mes de diciembre. Este será un golpe moral muy serio para todos quienes pensaban que el régimen “bolivariano” era una simple forma, a veces un tanto ruda, de nuestros más conocidos populismos. Porque sólo entonces comenzará lo peor. Reposan ya en el parlamento, controlado totalmente por el gobierno, una batería de leyes que convertirán a Venezuela en una nación tan oprimida como hoy lo es Cuba.

Para dar solo un ejemplo, pero uno que ya preocupa a muchos en el país, la educación pasará a ser totalmente controlada por el gobierno. No se emitirán, probablemente, decretos o leyes que cierren las escuelas privadas o que quiten la patria potestad a los padres para no crear una reacción adversa demasiado fuerte, sino que se irá procediendo gradualmente, como hasta ahora: todas las escuelas primarias y secundarias se convertirán en “bolivarianas”, con textos escolares producidos por las imprentas del gobierno donde se hará abierta propaganda al modelo socialista que se está implantando y un sistema de regimentación donde se encuadrará políticamente a los niños desde sus primeros pasos en el sistema escolar. Maestros y planteles serán inspeccionados con frecuencia para que queden sujetos sin titubeos a la línea oficial y no se tolerarán desviaciones.

Algo semejante sucederá con las clínicas privadas y, poco a poco, con la economía en general. Ya hay un estricto control de cambios que impide los libres movimientos de divisas y un control de precios que se extiende a una amplia gama de productos. Las leyes laborales e impositivas se usan ya para ahogar la empresa privada y tenerla sometida al control más absoluto. Poco tendrá que hacerse, entonces, para poder implantar un socialismo totalitario como el que tiene ahora Cuba.

Todo se hará sin demasiado alboroto, por vías “legales”, mientras arrecian las vanas protestas y el continente asiste a la creación de una nueva dictadura, por caminos aparentemente democráticos. Ese parece ser el truco que emplean los constructores del llamado “socialismo del siglo XXI”.

Por Carlos Sabino
Doctor en ciencias sociales y profesor de la Universidad Francisco Marroquín

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¡El dólar a 73 céntimos de euro!

Las intervenciones en los mercados de cambios son engañosas: el valor de la divisa depende de circunstancias que escapan al poder directo de los bancos centrales. Depende en última instancia de dos elementos: los avances de la productividad y la tecnología; y la disposición de los que viven en el país a ahorrar más que lo que invierten.

Madrid (AIPE)- Sigue cayendo el precio del dólar en términos de las otras grandes monedas. Recuerden que a poco de salir el euro al mercado su cambio con el dólar se colocó en la paridad, uno por uno. El cambio está ahora por debajo de 73 céntimos de euro. Una devaluación de un 36% en cinco años es una caída notable. Además, el mercado de futuros refleja una creencia general de que el dólar perderá aún más valor durante los doce meses próximos. Ello plantea varias preguntas. ¿Cuáles pueden haber sido las causas de esa pérdida de valor relativo del dólar? ¿Qué efectos ha podido tener la revaluación del euro sobre la economía europea? ¿Es probable una intervención sistemática de los bancos centrales en los cambios de sus monedas, por sí solos o de acuerdo con otros? La más difícil de todas es la última: ¿cómo va a evolucionar el cambio dólar/euro en el futuro? Por suerte para todos ustedes, esa última pregunta es imposible de contestar: si supiera la respuesta no se lo diría a nadie y me haría tan rico que dejaría de escribir.

La causa más próxima es la política monetaria de los respectivos bancos emisores. El mercado de cambios es muy líquido, pues el valor de las transacciones diarias alcanza los dos millones de millones de dólares al día, aproximadamente diez veces más que lo negociado al día en las bolsas de valores del mundo entero. Los gestores de carteras de divisas se fijan sobre todo en la previsible evolución de los tipos de interés básicos fijados por los respectivos bancos centrales. A riesgo igual, tenderán a comprar la moneda de aquel Estado cuyos bonos paguen el interés más alto y vender la de tipos más bajos. El tipo oficial al que el Banco del Japón presta al sistema financiero es el 0.5% anual y el rendimiento de los bonos del Estado japonés a dos años es el 1.8%. Si un gestor toma yenes en Japón y los cambia a dólares neozelandeses para comprar en Nueva Zelanda un bono a dos años con rendimiento del 7%, obtendrá pingüe ganancia. Es normal pues que, céteris páribus, el yen pierda valor respecto de las monedas de otros países. A este tipo de negocio se le llama “carry trade” o “especulación-transporte”, si se me permite el neologismo.

El primer riesgo a que están expuestos tales especuladores es el de un movimiento inesperado de los tipos de de interés de Japón al alza y de Nueva Zelanda a la baja. Por eso, los comerciantes de moneda se fijan atentamente en las señales que puedan indicar cambios de política monetaria. Para ello intentan ponerse en el lugar de los gobernadores y pensar qué les haría mover los tipos de interés en la próxima reunión de sus comités ejecutivos. Parten de las dos teorías en las que dicen creer los banqueros centrales: la teoría que liga la inflación con la abundancia de dinero; y la teoría que liga la inflación con el crecimiento real de las economías. La primera es cierta y la segunda equivocada.

Si los precios de todos los bienes y servicios que se venden y compran en el mercado están subiendo, y se espera que sigan subiendo, es porque el dinero es demasiado abundante. Entonces conviene encarecerlo subiendo el precio al que el banco central presta a la banca comercial. Si se espera que el Índice de Precios al Consumo se dispare, los tipos de interés subirán. Los bancos centrales también deberían fijarse en las alzas de precios de los inmuebles y los valores en Bolsa, pero no lo hacen.

La teoría equivocada a la que parecen hacer caso los gobernadores y, por tanto, los especuladores, es que habrá inflación cuando la economía se ponga a crecer deprisa, cuando, como se suele decir, la economía “se recalienta”. Sin embargo, hay ocasiones en las que las economías están deprimidas y la inflación ruge, como ocurrió durante las dos crisis del petróleo. También hay crecimientos continuos y rápidos de la economía con precios virtualmente estables: eso es lo que lleva pasando durante los últimos diez años de bonanza mundial. A pesar de esto, son muchos los banqueros centrales, y los especuladores, que creen necesario “enfriar” la economía para evitar subidas de precios excesivas. Por eso, en cuanto se animan los EEUU, todos esperan que la Reserva Federal haga subir el tipo oficial, que ya está en el 5.25%.

Esta segunda teoría, la equivocada, se basa en la creencia de que el tipo de interés monetario y el tipo de cambio monetario influyen directamente en la economía real. Se piensa en efecto que, los aumentos del precio del dinero en unidades monetarias reducen el consumo y la inversión y así “enfrían” la economía real. También se cree que la apreciación de una moneda en términos de otras dificulta automáticamente las exportaciones y reduce la llamada competitividad de la nación. Esto no es necesariamente así y les diré el porqué.

El precio del dinero que importa a consumidores, inversores y exportadores no es el llamado “precio monetario” sino el “real”. Quiere decirse que los individuos no nos fijamos sólo en el tipo de interés proclamado por el banco central sino en ese tipo comparado con el índice de precios: si el interés es de 4% y los precios están subiendo al 5%, lo que realmente estamos pagando por los préstamos es un tipo negativo de menos 1%. El tipo de cambio que importa a exportadores e importadores es también el real: resulta de comparar el cambio de la divisa con las subidas de los costes en el interior. Devaluar no sirve de mucho si el abaratamiento de nuestras mercancías en el exterior es engañoso, porque nuestros costes de producción han subido más que el respiro conseguido con la caída de la divisa. La apreciación del euro es compatible con unas exportaciones boyantes, si nuestra productividad crece más deprisa.

En fin de cuentas, las intervenciones en los mercados de cambios son engañosas: el valor de la divisa depende de circunstancias que escapan al poder directo de los bancos centrales. Depende en última instancia de dos elementos: los avances de la productividad y la tecnología; y la disposición de los que viven en el país a ahorrar más que lo que invierten. Si la economía crece como lo hizo la americana de los años noventa y si los naturales ahorran como lo hacen los chinos hoy, la moneda se aprecia. Pero ¿cuánto y cuándo? Esa es la pregunta del billón de dólares.

Por Pedro Schwartz
Profesor de la Universidad San Pablo CEU y
académico asociado del Cato Institute.

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jueves, 4 de octubre de 2007

68: Izquierda mejor… pero peor

PCM quedó en un PRI redivivo
A casi cuarenta años de distancia, la izquierda no debería verse en el espejo de las marchas porque se encontraría con una caricatura de sí misma.
A pesar de tener más espacios políticos y más derechos reconocidos que en 1968, la izquierda que militó en el movimiento estudiantil llegó a espacios de poder pero no ha transformado la política; al contrario, la izquierda estudiantil hoy en el PRD anda en busca de la restauración del sistema político priísta.
Si el punto número uno del pliego petitorio político y democrático del movimiento estudiantil de 1968 fue el de “libertad a los presos políticos”, hoy la izquierda es parte del poder político pero continúa con esa misma bandera de lucha. Es decir, la izquierda ha ganado espacios de poder pero no ha podido atarle los puños al Estado autoritario.
A casi cuarenta años de distancia del movimiento social, político y popular que significó un parteaguas para los avances democratizadores, la izquierda sigue siendo víctima del “ogro filantrópico” estatal. Peor aún: la izquierda ya gobierna en varias entidades de la república pero la estructura autoritaria de poder del 68 sigue latente sin que la izquierda haya podido modificarla.
Por tanto, el recordatorio del 68 debería ser de pesimismo. La izquierda que movilizó las masas hace casi cuarenta años llegó al poder para mantener la esencia de aquel Estado. El problema ha sido de la propia izquierda: la izquierda revolucionaria y socialista fue absorbida por la izquierda priísta, populista y salinista hoy como PRD. Por tanto, la única izquierda realmente existente pugna hoy, a casi cuatro decenios de celebraciones, por la restauración del mismo sistema político populista, paternalista, corporativo del PRI. El mejor espejo de la izquierda como un PRI en el poder es el gobierno perredista en el DF.
Más que gritos y confrontaciones, más que condenas y persecuciones, el saldo del 68 debe medirse en función de resultados de la gestión política y de poder de la izquierda. Los seis puntos del pliego petitorio del 68 tienen vigencia porque los avances democratizadores no liquidaron al Estado autoritario, a pesar de la izquierda:
1.- Libertad a los presos políticos. Es la bandera de lucha de la izquierda hoy con varios presuntos desaparecidos.
2.- Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal. (Instituían el delito de disolución social y sirvieron de instrumento jurídico para la agresión sufrida por los estudiantes). Los artículos fueron derogados pero se dejaron vigentes los criterios políticos similares de enfoque de las luchas insurreccionales de la izquierda. La izquierda promueve un comité antirrepresión.
3.- Desaparición del Cuerpo de Granaderos. Lo peor: el mismo cuerpo de granaderos del 68 es el que hoy controla el gobierno perredista del DF y lo usa también para reprimir la protesta social.
4.- Destitución de los jefes policíacos. La estructura de jefaturas policiacas del 68 es la misma del 2007.
5.- Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto. Este punto nunca se cumplió.
6.- Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos. La represión se sigue aplicando sin ninguna responsabilidad oficial. Ahí están los casos de Atenco y Oaxaca.
La bandera de lucha del 68 fue la democratización del país. Lo definió con claridad el Partido Comunista Mexicano --entonces líder de la izquierda-- en una resolución de su comité central el 7 de octubre de 1968, después de la represión de Tlatelolco: “la lucha estudiantil y popular de julio-octubre se ha convertido, por ello, en el movimiento político más importante de los últimos 30 años, cuyo contenido fundamental es la lucha por LA DEMOCRATIZACIÓN DEL RÉGIMEN POLÍTICO (mayúsculas en el original).”
En este contexto, el pliego petitorio de la izquierda socialista iba hasta el fondo, según el mismo resolutivo, pero esa izquierda del PCM hoy en el PRD ha reconstruido el modelo priísta. Basta comparar el resolutivo de 1968 con la realidad de 2007:
1.- Vigencia y ampliación de los derechos democráticos establecidos en la Constitución. Hoy hay más derechos pero menos democracia.
2.- Abolición del control oficial sobre las organizaciones sociales y campesinas. El PRD reinventó el corporativismo.
3.- Ampliación de las libertades políticas de los ciudadanos con una reforma democrática a la ley electoral. El PRD usó la reforma electoral última para el revanchismo, no para la democracia.
4.- Reforma democrática del sistema educativo nacional. El PRD asumió vía la CNTE el neocorporativismo magisterial.
La izquierda del PCM del 68 anida hoy en el PRD ex priísta, populista y salinista. De ahí que a casi cuarenta años de distancia, la izquierda del 68 se haya reducido a una izquierda que busca la restauración del viejo régimen priísta. Pero justamente contra eso luchó el movimiento estudiantil.

Por Carlos Ramírez.
Post RLB Punto Politico.

martes, 2 de octubre de 2007

Ugalde: y sin embargo, no sirve

La Reforma electoral: pasos atrás
Enfilada hacia la consolidación por la aprobación en la mayoría de los congresos estatales, de todos modos la reforma electoral dejó huecos importantes que la redujeron a una simple miscelánea electoral.

Uno de los personajes de la reforma, el consejero presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, reconoce avances pero deja muy en claro los riesgos de la actual reforma: efectivamente consolida la partidocracia --aunque no la llama así-- y liquida la autonomía de los órganos electorales.
En un artículo publicado el domingo en el periódico Reforma, Ugalde se despide como Galileo y su “y sin embargo la Tierra se mueve”. A pesar de sus beneficios, Ugalde concluye que la reforma no es mala y sin embargo representa graves retrocesos democráticos.
Por su importancia, Indicador Político reproduce las objeciones de Ugalde y las convierte en advertencias de la partidocracia que viene:

1.- Contralor general del IFE nombrado por la Cámara de Diputados. La presencia de un contralor que responda a los partidos en el Congreso puede convertirse en un instrumento inhibitorio para la actuación de los consejeros y funcionarios del IFE. Los contralores deben dar resultados, pero con base en criterios contables y financieros. Cuando un contralor responde a partidos, su desempeño puede politizarse y sesgarse.

Las analogías son ilustrativas: es como si los bancos privados nombraran al contralor de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores o las empresas de telecomunicaciones al contralor de la Cofetel. Una medida como esta genera conflicto de intereses. Si el Congreso considera que esta medida fortalece al IFE y lo transparenta, supongo que pronto habrá contralores nombrados por el Congreso en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en el Banco de México o en la UNAM. (…)

2.- El consejero presidente del IFE dura seis años y es reelegible por un periodo adicional. La reelección puede convertirse en un incentivo perverso que usen los partidos para colocar al presidente en una suerte de "evaluación" permanente para reelegirlo o no. Que el presidente del IFE sea vigilado por los partidos es sano y necesario. El problema es que la evaluación de los partidos sobre el desempeño del IFE siempre ha estado influida por las sanciones que reciben y por el resultado de las elecciones. En ocasiones, los partidos aprecian más la “cercanía” de los consejeros que su actuación firme e imparcial.

3.- La remoción injustificada de los consejeros electorales sienta un mal precedente para la independencia del IFE. Ellos deben ser ajenos a la presión política y a las negociaciones entre partidos. Vale la pena resaltar que durante las deliberaciones en el Congreso no hubo una sola intervención de senador o diputado en donde se expresara una razón objetiva o legal para justificar la salida anticipada de consejeros actuales.
El cambio anticipado puede generar un tránsito complejo y discrecional. Por ejemplo, hoy se desconoce cómo se escogerán a los cinco consejeros que, junto conmigo, concluirán sus encargos antes de septiembre de 2008. Si se trata de un órgano colegiado, ¿cómo se decidirá quién se va o se queda? ¿Argumentos objetivos o criterios políticos? Eso vuelve vulnerable al IFE porque limita su autonomía para tomar decisiones.
4.- La prohibición de emplear en la propaganda electoral expresiones que denigren a las instituciones y a los partidos políticos o calumnien a las personas enfrenta una discusión muy relevante sobre el derecho ciudadano a estar informado. Con la nueva medida ¿estarán los ciudadanos mejor informados, o simplemente estarán sujetos a campañas llenas de lugares comunes y promesas políticamente correctas? ¿Eso mejora la calidad de los ciudadanos para decidir?
No estoy usando el argumento de la libertad de expresión que tanta controversia ha generado, sino uno sobre el derecho de los votantes a contar con información para decidir, a pesar del riesgo de que parte de esa información sea falsa, sesgada o trivial. Antes de medidas que protejan a los candidatos de la denigración, debemos proteger a los ciudadanos para que estén informados.
Evidentemente no estoy a favor de la calumnia en la política, pero prefiero soluciones que induzcan comportamientos esperados más que sanciones que pueden generar efectos contraproducentes. Una vez promulgada, empezarán las dudas y las tentaciones. El IFE, por ejemplo, defendió la libertad de expresión cuando a principios de este año se quiso suspender la transmisión del programa de Andrés Manuel López Obrador en TV Azteca.
Muchos dijeron que ofendía a las instituciones y el IFE argumentó que la libertad de expresión era más importante que otra consideración. Con la nueva normatividad, ¿deberá retirarse del aire el programa de AMLO en caso de que denigre a personas o a instituciones? (…)
5.- Indefensión jurídica frente a invasión de competencias. Una reforma electoral que verdaderamente fortalezca al IFE debería contemplar en el artículo 105 constitucional al instituto como sujeto legitimado para promover controversias constitucionales. (…) ¿Por qué no se le dio al IFE ese medio de defensa?
6.- La propuesta de reforma electoral no incluye explícitamente a los partidos políticos como sujetos obligados de transparencia.
7.- Se prohíbe que las autoridades electorales intervengan en la vida interna de los partidos políticos, salvo los casos que determine la ley. Un gran avance democrático de los últimos años fue la creación de tesis y jurisprudencia para proteger los derechos políticos de militantes y para garantizar la legalidad estatuaria de los partidos. (…) En la nueva legislación secundaria podríamos descubrir que algunos de esos avances queden eliminados y que los partidos sean menos sujetos al control y la regulación por parte del IFE y del Tribunal Electoral.

Por Carlos Ramírez.
P0st RLB Punto Politico.

lunes, 1 de octubre de 2007

Los subsidios de Ebrard

Claramente Ebrard está utilizando el dinero público para tratar de cumplir su sueño de ser presidente de la república. Por su parte, el Distrito Federal seguirá siendo la entidad del país con el desempleo más elevado.
En el más viejo estilo político, los subsidios a personas mayores y madres solteras del GDF compran lealtades electorales invaluables. Lo mismo hará, por supuesto, el subsidio a los desempleados. Claramente Ebrard está utilizando el dinero público para tratar de cumplir su sueño de ser presidente de la república. Por su parte, el Distrito Federal seguirá siendo la entidad del país con el desempleo más elevado.

Si a base de subsidios se pudiera construir la prosperidad de una economía, la ciudad de México estaría ya en camino de ingresar al primer mundo.

Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el gobierno del Distrito Federal empezó a repartir subsidios a las personas de la tercera edad sin importar su ingreso así como a las madres solteras. Ahora, en su primer informe de gobierno, el 17 de septiembre, su sucesor, Marcelo Ebrard, ha anunciado la creación de un “seguro” de desempleo, que es más bien un simple subsidio, ya que no se crea un fondo para cubrir contingencias futuras como ocurre en el caso de los seguros.

No es éste el único programa de gasto populista del jefe de gobierno Ebrard. Su decisión de establecer playas artificiales en la ciudad durante el verano y ahora unas pistas de hielo en plazas públicas, incluido el Zócalo, en el invierno van en el mismo sentido.

Estos programas de gasto parecerían señalar que la ciudad de México ha dejado atrás sus problemas tradicionales y hoy debe buscar maneras de administrar la abundancia. El problema es que el sistema de drenaje se encuentra a punto de ser rebasado por las lluvias, no llega agua a muchos lugares del oriente de la ciudad, la inseguridad es enorme y faltan infraestructura vial y transporte público en muchos puntos de la ciudad. El Distrito Federal, de hecho, es la entidad del país que registra el desempleo más elevado.

Nadie pone en duda la popularidad de los programas que ha venido aplicando el gobierno. En el más viejo estilo político, los subsidios a personas mayores y madres solteras compran lealtades electorales invaluables. Lo mismo hará, por supuesto, el subsidio a los desempleados, si bien solamente algunos de los 240 mil desempleados de la ciudad recibirán esta dádiva, para la cual se requerirá que la persona haya estado empleada antes en la economía formal. Claramente Ebrard está utilizando el dinero público para tratar de cumplir su sueño de ser presidente de la república.

El problema es que todo este gasto ni genera empleos ni infraestuctura para el futuro. Las sociedades ya prósperas pueden darse el lujo de dedicar una porción significativa de su ingreso para este tipo de subsidios, con el fin de reducir desigualdades sociales o evitar que algunas personas caigan en situaciones de pobreza extrema. Pero la experiencia nos dice que el simple hecho de repartir dinero de los contribuyentes no permite un desarrollo económico o social. El gobierno perredista del Distrito Federal no está haciendo más que malgastar recursos en subsidios que idealmente deberían utilizarse para la inversión con el fin de generar un mayor crecimiento económico y una mayor prosperidad para todos.

Ya los chinos antiguos entendían perfectamente los problemas de este tipo de actitud. En un viejo adagio señalaban: “Si quieres ayudar a un pobre un día, regálale un pescado para comer. Si quieres ayudarlo para siempre, dale una caña y enséñalo a pescar.” Esta sabiduría tradicional, sin embargo, parece más allá de la comprensión del gobierno del Distrito Federal.

Por Sergio Sarmiento.
Post RLB Punto Politico.