jueves, 1 de marzo de 2007

Populismo en Francia

El manifiesto de Segolene es exactamente
lo contrario a lo que requiere Francia
para revitalizarse
Sus cien puntos son una enumeración de promesas populistas
reminiscentes de las ocurrencias que nos espetó
el “legítimo” López Obrador en su fallida campaña.


Interrumpo mis retratos de los candidatos presidenciales en Estados Unidos para referirme al plan de 100 puntos de la candidata presidencial francesa Segolene Royal.

La señora Royal ha seducido a la opinión pública francesa por su belleza y por prometer dirigir a la modernidad a una sociedad anquilosada y tradicional que, temerosa del cambio y la globalización, se aferra a un nacionalismo obsoleto.

Pero el manifiesto de Segolene es exactamente lo contrario a lo que requiere Francia para revitalizarse: sus cien puntos son una enumeración de promesas populistas reminiscentes de las ocurrencias que nos espetó el “legítimo” López Obrador en su fallida campaña.

Veamos algunas de ellas:

· Consolidar la semana de 35 horas y elevar el salario mínimo en 20% para alcanzar 1,500 euros mensuales ($21,436 a la paridad de ayer), y eliminar la tímida legislación en vigor que permite a empresas pequeñas contratar y despedir personal.

Esta promesa, que encarece apreciablemente el costo del trabajo, implica hacer todavía más inflexible el mercado laboral, lo que resultará en aún mayor desempleo de jóvenes que ya es de 23% (menores de 25 años), y en que empeore la situación de los desocupados que incendiaron París en 2005.

· Otorgar préstamos sin intereses por 10 mil euros a jóvenes que funden empresas, al tiempo que el Estado creará medio millón de trabajos subsidiados también para jóvenes. Para quienes compren su primera casa, habrá créditos hipotecarios a tasa cero.

A los mismos jóvenes ya desempleados, o que lo estarán por las medidas anteriores, se les ofrece convertirlos en empresarios subsidiados sin tener experiencia de trabajo y en burócratas. ¡Voilá la solution!

· Las empresas energéticas Electricité y Gaz de France serán renacionalizadas y fusionadas y crearán 70 mil empleos en fuentes de energía renovable.
Crear monstruos burocráticos y ordenarles cuántos trabajos crear y en qué actividades, fracasó en la Unión Soviética y también en Francia.

· Las tarifas bancarias serán reguladas por el Estado y los intentos de las empresas de irse de Francia o desemplear personal serán penalizados.

Éstas, junto a sus promesas de elevar impuestos y perseguir a los muchos franceses que han emigrado para evitar la pesada carga tributaria, llevarán a acrecentar la diáspora, y a menor dinamismo económico y mayores costos.

· El Banco Central Europeo deberá cambiar sus estatutos para incorporar el crecimiento y la creación de empleo entre sus objetivos.

Esta tontería, además de mostrar la arrogancia que hace tan populares a los franceses al ordenarle qué hacer a un organismo europeo, que no francés, supone que la política monetaria puede crear crecimiento y empleo, lo que es falso.

Estas son sólo algunas perlas entresacadas del plan de Segolene, quien nunca menciona cómo las financiará. Esperemos que los votantes franceses tengan sensatez comparable a la de los mexicanos y que derroten esta plataforma populista que sin duda cancelaría el futuro de su gran país.

Por Manuel Suárez Mier
RLB Punto Politico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario