(y con las miserias que están mostrando otra vez los políticos por el informe presidencial -que cuando lea este artículo amigo lector ya sabremos si hubo ó no excesos) es importante usar el cerebro y analizar la actuación que hasta el momento ha tenido el Presidente Calderón.
Lo bueno del Presidente Calderón ha sido el giro que ha dado a la figura presidencial. Se trata de un Presidente serio, de carácter, que ha evitado caer en la guerra de declaraciones y payasadas en las que se involucró su antecesor Vicente Fox.
El otro punto positivo es que se ha mantenido la estabilidad macroeconómica (lo que no hubiera sucedido de haber ganado López la Presidencia) y ello ha permitido tener cifras económicas en número negros, aunque nada espectaculares, muy por abajo del potencial que tiene la economía mexicana.
En este mismo tenor, la propuesta fiscal del Presidente para realmente diseñar una reforma de la Hacienda Pública era relativamente buena; lo malo, que por tratar de negociar y llegar a un acuerdo, la propuesta más bien se ha distorsionado y francamente no sabemos en que acabe.
Algunas cifras macroeconómicas de la administración calderonista: se han creado alrededor de 584 mil empleos (formales, pero eventuales), la inflación se mantiene estable en alrededor de 4% (muy alta en comparación con la de nuestros socios comerciales de Norteamérica), hay un nuevo récord de inversión extranjera en lo que va del año (más de 13 mil millones de dólares) y un crecimiento económico de 2.7% (la mitad de su potencial).
Dentro de lo malo, están algunos crasos errores económicos que ha cometido el Presidente Calderón. El primero de ellos se refiere al llamado Programa del Primer Empleo que ha resultado todo un fiasco. Tal como lo adelantamos en este espacio, este programa no tenía futuro, pues el “subsidio” prometido (no pagar durante un año la cuota del seguro social) a las empresas por emplear a los jóvenes en su primer trabajo productivo, era a condición de ponerse al corriente en sus cuotas del IMSS. Obvio, a muchas empresas no les resulta rentable ponerse al corriente en sus cuotas fiscales. Insistimos, una mejor manera para incentivar la creación de empleos es eliminar toda la “regulacionitis” que sufren los empresarios para fundar y operar una empresa, así como lo oneroso que es hacer frente a las prestaciones socialistas que impone el Estado Mexicano.
Un segundo error es el llamado Seguro Universal que plantea que todo niño nacido desde el primer minuto de la administración calderonista, tenga cobertura médica; este programa no es más una duplicación al llamado Seguro Popular, que ya de por sí enfrentará serios problemas en su financiamiento que serán un reto para las finanzas públicas en los próximos años.
Un tercer error ha sido mantener el control de precios (que no nos digan que es un acuerdo, es un vil control de precios mantenido a base de subsidios onerosos) sobre productos como la tortilla. Los controles de precios, está probado, no funcionan, y sólo general en el mediano y largo plazo, escasez; en el corto plazo pueden sostenerse, pero a cambio de subsidios que puede dañar el equilibrio de las finanzas públicas.
Hay otros errores, como el otorgar subsidios millonarios injustificados, pero por razones de espacio, sólo mencionaremos estos, que son los principales.
Lo feo, muy feo del Presidente Calderón ha sido, desde el inicio de su administración, hacerle el juego al PRD y a su cacique López. Desde declaraciones de “rebasar al PRD por la izquierda” (que lo de menos es si se queda en declaración), hasta todo el dispendio en que ha caído el Presidente dando dinero sin ton y son a todo grupo de interés que lo presione (desde sindicatos hasta grupos de agricultores diversos); ahí está el último caso, donde a los tortilleros se les otorgará 500 millones de pesos dizque para modernizarse. Vaya trampa en la que cayó la administración calderonista. Lamentable, muy lamentable que el Presidente Calderón ceda a los chantajes de los buscadores de rentas.
Otro aspecto muy feo del Presidente Calderón definitivamente es la política exterior (que para los priístas es buenísima; claro, el PAN está instrumentando la misma política exterior mediocre que hacía el PRI) de acercamiento a las dictaduras. No entendemos, desde que era candidato el Presidente Calderón repudió a tiranos como Hugo Chávez, lo que le valió simpatías y votos. Ahora, como Presidente se acerca con el dictador y deja que entre como embajador de Venezuela en México una fichita comunista con disfraz de “alta diplomacia”. El Presidente Calderón ha dejado abierta la puerta a que continúe Chávez con sus células bolivarianas en México. Esto lo lamentaremos todos.
Con Cuba lo mismo, la administración calderonista sigue empecinada en establecer buenas relaciones con el anciano dictador asesino. A este paso, entonces, al igual que Chávez, Calderón buscará a toda costa acercarse a dictaduras comunistas y teocráticas como la de Corea del Norte e Irán. Insistimos, execrable política exterior la del Presidente Calderón.
Lamentable actuación del PAN y Calderón
No sabemos bien, pero el Presidente Calderón y el PAN están vendiendo el alma al diablo con tal de negociar la reforma (¿parche?) a la Hacienda Pública. No podemos creer que le estén haciendo el juego al PRI y al PRD. Ahora resulta que la administración calderonista (y el PAN, naturalmente) ya aceptó que le “vuelen la cabeza” a Luis Carlos Ugalde, Consejero Presidente del IFE. Sí, increíble, pero en una clara acción anticonstitucional, los partidos, con el consentimiento del PAN, han decidido que a su antojo pueden mover a los consejeros del IFE; sí, los partidos están molestos de que el IFE se haya convertido en un supervisor y sancionador de sus malas cuentas. ¿Quién sigue mañana, el Banco de México? No, esto vulnera las instituciones y es hacerle el juego al cacique de López, que faltando a toda la verdad sigue declarando que le hicieron fraude. Golpear al IFE es darle la razón a López. Lamentable la anuencia del Presidente Calderón y el PAN.
El otro punto positivo es que se ha mantenido la estabilidad macroeconómica (lo que no hubiera sucedido de haber ganado López la Presidencia) y ello ha permitido tener cifras económicas en número negros, aunque nada espectaculares, muy por abajo del potencial que tiene la economía mexicana.
En este mismo tenor, la propuesta fiscal del Presidente para realmente diseñar una reforma de la Hacienda Pública era relativamente buena; lo malo, que por tratar de negociar y llegar a un acuerdo, la propuesta más bien se ha distorsionado y francamente no sabemos en que acabe.
Algunas cifras macroeconómicas de la administración calderonista: se han creado alrededor de 584 mil empleos (formales, pero eventuales), la inflación se mantiene estable en alrededor de 4% (muy alta en comparación con la de nuestros socios comerciales de Norteamérica), hay un nuevo récord de inversión extranjera en lo que va del año (más de 13 mil millones de dólares) y un crecimiento económico de 2.7% (la mitad de su potencial).
Dentro de lo malo, están algunos crasos errores económicos que ha cometido el Presidente Calderón. El primero de ellos se refiere al llamado Programa del Primer Empleo que ha resultado todo un fiasco. Tal como lo adelantamos en este espacio, este programa no tenía futuro, pues el “subsidio” prometido (no pagar durante un año la cuota del seguro social) a las empresas por emplear a los jóvenes en su primer trabajo productivo, era a condición de ponerse al corriente en sus cuotas del IMSS. Obvio, a muchas empresas no les resulta rentable ponerse al corriente en sus cuotas fiscales. Insistimos, una mejor manera para incentivar la creación de empleos es eliminar toda la “regulacionitis” que sufren los empresarios para fundar y operar una empresa, así como lo oneroso que es hacer frente a las prestaciones socialistas que impone el Estado Mexicano.
Un segundo error es el llamado Seguro Universal que plantea que todo niño nacido desde el primer minuto de la administración calderonista, tenga cobertura médica; este programa no es más una duplicación al llamado Seguro Popular, que ya de por sí enfrentará serios problemas en su financiamiento que serán un reto para las finanzas públicas en los próximos años.
Un tercer error ha sido mantener el control de precios (que no nos digan que es un acuerdo, es un vil control de precios mantenido a base de subsidios onerosos) sobre productos como la tortilla. Los controles de precios, está probado, no funcionan, y sólo general en el mediano y largo plazo, escasez; en el corto plazo pueden sostenerse, pero a cambio de subsidios que puede dañar el equilibrio de las finanzas públicas.
Hay otros errores, como el otorgar subsidios millonarios injustificados, pero por razones de espacio, sólo mencionaremos estos, que son los principales.
Lo feo, muy feo del Presidente Calderón ha sido, desde el inicio de su administración, hacerle el juego al PRD y a su cacique López. Desde declaraciones de “rebasar al PRD por la izquierda” (que lo de menos es si se queda en declaración), hasta todo el dispendio en que ha caído el Presidente dando dinero sin ton y son a todo grupo de interés que lo presione (desde sindicatos hasta grupos de agricultores diversos); ahí está el último caso, donde a los tortilleros se les otorgará 500 millones de pesos dizque para modernizarse. Vaya trampa en la que cayó la administración calderonista. Lamentable, muy lamentable que el Presidente Calderón ceda a los chantajes de los buscadores de rentas.
Otro aspecto muy feo del Presidente Calderón definitivamente es la política exterior (que para los priístas es buenísima; claro, el PAN está instrumentando la misma política exterior mediocre que hacía el PRI) de acercamiento a las dictaduras. No entendemos, desde que era candidato el Presidente Calderón repudió a tiranos como Hugo Chávez, lo que le valió simpatías y votos. Ahora, como Presidente se acerca con el dictador y deja que entre como embajador de Venezuela en México una fichita comunista con disfraz de “alta diplomacia”. El Presidente Calderón ha dejado abierta la puerta a que continúe Chávez con sus células bolivarianas en México. Esto lo lamentaremos todos.
Con Cuba lo mismo, la administración calderonista sigue empecinada en establecer buenas relaciones con el anciano dictador asesino. A este paso, entonces, al igual que Chávez, Calderón buscará a toda costa acercarse a dictaduras comunistas y teocráticas como la de Corea del Norte e Irán. Insistimos, execrable política exterior la del Presidente Calderón.
Lamentable actuación del PAN y Calderón
No sabemos bien, pero el Presidente Calderón y el PAN están vendiendo el alma al diablo con tal de negociar la reforma (¿parche?) a la Hacienda Pública. No podemos creer que le estén haciendo el juego al PRI y al PRD. Ahora resulta que la administración calderonista (y el PAN, naturalmente) ya aceptó que le “vuelen la cabeza” a Luis Carlos Ugalde, Consejero Presidente del IFE. Sí, increíble, pero en una clara acción anticonstitucional, los partidos, con el consentimiento del PAN, han decidido que a su antojo pueden mover a los consejeros del IFE; sí, los partidos están molestos de que el IFE se haya convertido en un supervisor y sancionador de sus malas cuentas. ¿Quién sigue mañana, el Banco de México? No, esto vulnera las instituciones y es hacerle el juego al cacique de López, que faltando a toda la verdad sigue declarando que le hicieron fraude. Golpear al IFE es darle la razón a López. Lamentable la anuencia del Presidente Calderón y el PAN.
Por Godofredo Rivera .
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