No puede hablar el grupo de radicales del PRD de fraude en las pasadas elecciones presidenciales cuando los comete en su propia casa. No se puede hablar de pacifismo, cuando ejerce violencia contra quienes no están de acuerdo. No se puede pedir cuentas a los opositores, cuando no dan cuentas de sus propias actuaciones.
Los moderados del PRD han dejado solos a los radicales de ese partido por sus conductas contradictorias e intransigentes, que cada día le restan más simpatizantes, no tan solo al PRD, también a Convergencia y al PT que se aliaron incondicionalmente a los extremistas de ese partido.
La primera contradicción de los dogmáticos del PRD es hablar de una resistencia pacífica a la vez que toman violentamente la tribuna del Congreso, atropellan e insultan no tan solo a sus opositores, también a miembros de su propio partido. Dicen buscar el diálogo y clausuran los lugares donde en una democracia se debe dar el dialogo: el Congreso de la Unión.
Para los radicales perredistas el cerrar calles, insultar al Presidente, llamándolo “pelele”, gritarle en sus eventos, empujar a sus colaboradores y difamarlos, es libertad de expresión; pero cuando alguien osa comparar al líder de los radicales con Hitler o Chávez, ponen el grito en el cielo, los acusan de antidemócratas y se hacen las víctimas.
A pesar de esas posiciones contradictorias, violentas e intolerantes de los radicales del PRD, que le quitan toda autoridad moral, tienen el descaro de presentarse como los defensores del petróleo y lo más triste, todavía hay quienes les cree.
Otra de sus incongruencias es que cualquier campaña que critica sus actuaciones, le exigen a sus autores que diga de dónde sacan el dinero, mientras ellos en ningún momento dicen ni transparentan de dónde obtienen los millones que gastan en movilizaciones, acarreos, publicidad y en mantener viva una campaña permanente de los radicales, que viajan y organizan costosos mítines por toda la República y transmiten anuncios en radio y TV.
No puede hablar el grupo de radicales del PRD de fraude en las pasadas elecciones presidenciales cuando los comete en su propia casa. No se puede hablar de pacifismo, cuando ejerce violencia contra quienes no están de acuerdo. No se puede pedir cuentas a los opositores, cuando no dan cuentas de sus propias actuaciones.
Por Luis Pasos
Post RLB Punto Politico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario