sábado, 12 de abril de 2008

Pemex: golpe de Estado de AMLO+ Toma de tribunas igual a plantón

1.- El PRD de López Obrador ha demostrado ser un partido ajeno a la democracia. En una democracia resuelve la mayoría. A partir de la minoría de un tercio del Congreso, López Obrador y su PRD quieren impedir el debate sobre la reforma energética. La toma de las tribunas legislativas es una muestra del peor de los autoritarismos antidemocráticos.

2.- López Obrador ha demostrado ser un político mentiroso. Su movilización quiere abrir el debate sobre la reforma energética, pero la toma de las tribunas del congreso ha cerrado las posibilidades de la discusión. López Obrador exige el debate sobre la reforma pero cierra los espacios que sabe que no le van a beneficiar.

3.- La toma de las tribunas revela algo más que la intolerancia política del PRD de López Obrador al cerrar los espacios institucionales de debate: el PRD de López Obrador se ha mostrado como una corriente dictatorial y fundamentalista.

4.- Más grave aún, la toma de las tribunas exhibe la impotencia política, ideológica e institucional de López Obrador y el PRD. La toma de tribunas revela el dato de que López Obrador y el PRD carecen de argumentos sólidos y de razones. Por tanto, no tienen más camino que imponer la voluntad del caudillo por la vía de la violencia.

5.- López Obrador no está preocupado por el petróleo. Su estrategia va encaminada a bloquear cualquier iniciativa del presidente de la república. Por la forma de organizar la resistencia política violenta en busca de la represión, el objetivo final es obligar a una respuesta de fuerza. López Obrador quiere repetir el numerito de la toma de pozos petroleros de 1996: llevar el conflicto a la represión. Ante la carencia de razones, López Obrador quiere ser la víctima.

6.- Lo grave es la irracionalidad política. Con un tercio de la votación, López Obrador y el PRD quieren imponerle al 66% del congreso una decisión minoritaria. La violencia es la única razón de las minorías. Y López Obrador quiere que sus caceroleras femeninas --verdaderos fascios de choque violentos-- provoquen la respuesta violenta de la policía.

7.- En términos políticos, el PRD estalló ayer un verdadero golpe de Estado al impedir el funcionamiento democrático de un poder del Estado y evitar la discusión democrática. Una minoría utiliza la violencia para bloquear el funcionamiento de una de las instituciones fundamentales del Estado. En comparación, la toma del Congreso ayer fue peor que el intento de Fox de desaforar a López Obrador.

8.- López Obrador estalló ayer movilizaciones que están tipificadas en el código penal como “delitos en contra de la seguridad de la nación”: sedición (artículo 130), motín (artículo 131) y sobre todo rebelión (artículo 132), en cuya fracción II de este último artículo se establece como delito la acción para “impedir la integración de las instituciones constitucionales de la Federación, o su libre ejercicio”.

9.- López Obrador y el PRD no asumieron conductas políticas de protesta. El sistema político actual es más abierto que el anterior. Por tanto, las instituciones tienen los espacios para la protesta pero sin entorpecer el funcionamiento de las mismas instituciones. El país avanzó hacia una democracia parlamentaria que el PTF y López Obrador han aplastado.

11.- Por tanto, López Obrador no ha entendido la transición a la democracia y opera el PRD como un grupo de presión minoritario. De nada le sirvió al PRD ganar un tercio de la votación si opera como el PRI del pasado: de manera autoritaria para imponer decisiones.

12.- Las movilizaciones de López Obrador y el PRD para detener el debate sobre la reforma energética revelan la intención de impedir el avance de la democracia. Con su tercio legislativo, el PRD tuvo la oportunidad de inducir cambios a favor del nacionalismo y la modernización. Sin embargo, López Obrador y el PRD no quieren modificar el modelo petrolero priísta que dejó de funcionar por la corrupción.

13.- López Obrador organizó una movilización callejera violenta para exigir el debate sobre la reforma, pero ahora resulta que López Obrador no quiere debatir los cambios sino que quiere imponer su voluntad y por eso cierra las tribunas legislativas.

14.- López Obrador arrastró al PRD y a intelectuales autodefinidos como nacionalistas a una movilización a favor del debate, pero la toma de las dos tribunas mostró que López Obrador no quiere debatir sino imponer. Por tanto, los intelectuales lopezobradoristas son cómplices del peor de los autoritarismos al estilo PRI. La toma de las tribunas es similar al plantón de López Obrador en el corredor del Zócalo al Periférico.

15.- Un diputado del PRI aconsejó al director de Pemex, Jesús Reyes Heroles González Garza, leer al politólogo y ex presidente del PRI Jesús Reyes Heroles y su razonamiento de que “la forma es fondo”. Pero ahora el director de Pemex puede revirarle al legislador priísta y aconsejarle leer la reflexión del ex líder priísta Jesús Reyes Heroles de que “todo lo que resiste, apoya”.

Por Carlos Ramírez.
Post RLB Punto Político.

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