viernes, 23 de noviembre de 2007

PRD ¿radicales contra moderados?

El cuento ese del presidente espurio está cansando a la mayoría de los mexicanos, que quieren que más allá de partidos e ideologías, los gobernantes actúen en beneficio de la sociedad.

En el partido de izquierda más importante en México, el PRD, se ha manifestado claramente una fuerte división interna. Una fracción sigue apoyando incondicionalmente al ex candidato presidencial en el 2006 López Obrador. Ese grupo ha mantenido una actitud de enfrentamiento, insulto y desconocimiento al actual gobierno federal. El otro grupo, formado por los moderados del PRD, reconocen al Presidente Calderón y cooperan cuando se trata de un problema social más allá de partidos e ideologías.

El vocero del grupo que rodea al ex candidato López Obrador llegó al extremo de llamarle prostituta a una diputada de su partido, Ruth Zavaleta, que funge como Presidenta de la Cámara de Diputados, por el hecho de que se refirió a Calderón como Presidente. Hay perredistas que empiezan a avergonzarse de las actitudes de sus compañeros radicales. Los discursos extremistas del ex candidato a presidente del PRD, llevaron al grupo de perredistas que ganó el gobierno de Michoacán a no invitarlo a la campaña como orador, pues consideraron que les restaría votos.

La confrontación le permitió en el pasado a López Obrador ganar popularidad. En el 2006 la capitalización política del desafuero, el clientelismo a base de repartir dinero a los de la tercera edad y en colonias populares, lo acercó al triunfo, pero actualmente sus posiciones intolerantes ya no son aceptadas ni por un gran número de perredistas. El haber querido capitalizar políticamente las inundaciones en Tabasco, llevó a que lo abuchearan en su propio estado.

El envío de ayuda por el gobierno perredista del Distrito Federal a municipios perredistas en Tabasco, sin coordinarse con las demás instancias de gobierno, por ser de otros partidos, fue reprobado por la mayoría de los mexicanos.

El hecho de que Marcelo Ebrard, Jefe del Gobierno perredista del D.F., no asista a eventos donde es convocado por el gobierno federal para resolver problemas como el de la infraestructura hidráulica del Valle de México, con la excusa de que Calderón es Presidente ilegítimo y que continuamente esté confrontándose con el presidente, está cansando a la mayoría de los mexicanos, que quieren que más allá de partidos e ideologías, los gobernantes actúen en beneficio de la sociedad.

Por Luis Pazos

Post RLB Punto Politico.

domingo, 18 de noviembre de 2007

¡Cállate, chavelaca!

Acá dan hasta ternura las fuerzas vivas de la “izquierda” mexicana que no se atreven a tocar al dictador que les es simpático, nomás porque dice representar sus mismas causas políticamente correctas. Aunque suprima libertades, censure, violente, reprima, propicie la división, ataque al extranjero y al diferente, ataque a quien se le oponga.


El monarca absoluto Hugo Chávez bien sabe manejar la prensa y definir los temas de la opinión pública. Con astucia de pejelagarto, sabe que si para un político lo segundo peor es que se hable mal de él, lo peor es que no se hable de él.

Con tal de ganar reflectores y manejar la opinión pública Chávez graba canciones, recita poemas, dice gracejadas, aparece en cadena nacional, dice lo que sea, y exaspera a cualquiera. Ahora le toca al rey Juan Carlos I: “¿Por qué no te callas?”

Chávez había llamado repetidamente “fascista” a José María Aznar; su sucesor Zapatero lo defendió: “Se puede estar en las antípodas de una posición ideológica… pero el ex presidente Aznar fue elegido por los españoles, y exijo respeto”.

El pobre presidente de Nicaragua se lanzó (but of course) contra las transnacionales españolas. El vicepresidente de Cuba respaldó (but of course) a Chávez: dijo que hay dirigentes fascistas, elegidos democráticamente. Claro, digo yo: uno es Chávez, que responde puntualmente a quien entienda el fascismo como gobierno autoritario, colectivista, de masas, bajo una ideología y un líder providencial, y con símbolos visibles: camisas pardas de Hitler, camisas negras de Mussolini, descamisados con los Perón, camisas rojas con Chávez. Con causas políticamente correctas y (but of course) contra todo imperialismo que no sea el suyo. Preferentemente, desparramador de dinero público a las masas.

Chávez aprovecha lo que suena bonito y correcto: el Che, la izquierda, Fidel Castro es mi padre, el imperialismo y sus cachorros, la revolución bolivariana, las causas populares, el nacionalismo, los extranjeros, las fuerzas de la derecha…

“Nunca nos callaremos y mucho menos a la voz de un monarca” dice el monarca Chávez. Monarca etimológicamente quiere decir “único gobernante”. Habrá sido electo Chávez por su incauto pueblo, pero en España hay democracia, leyes, poderes, división entre poderes y, desde Franco, no hay dictadura. Zapatero no tiene garantizado permanecer en el poder, como tampoco el depuesto Aznar. Habrá que averiguar quién es más monarca: Chávez gobernante único, o un rey jefe de un Estado donde gobierna el presidente.

Bien hizo el rey en respaldar a sus compatriotas, como antes había defendido Zapatero la dignidad de su antecesor e implacable adversario político. Bien hacen sus opositores Aznar y el Partido Popular al agradecer los gestos de defensa de la dignidad de España y de su gente y empresas, ante los insultos de un demagogo.

En cambio, acá dan hasta ternura las fuerzas vivas de la “izquierda” mexicana que no se atreven a tocar al dictador que les es simpático, nomás porque dice representar sus mismas causas políticamente correctas. Aunque suprima libertades, censure, violente, reprima, propicie la división, ataque al extranjero y al diferente, ataque a quien se le oponga.

Si Marx decía que un burgués estaba dispuesto a vender la soga con que lo habrían de ahorcar, nuestras buenas conciencias y su prensa están dispuestas a vender su alma y sus principios y su moral doble y su mermado prestigio y su futuro, con tal de no quedar mal con alguien que dice simpatizar con lo mismo que ellos, aunque su conducta lo contradiga de principio a fin. Parece que ellos sí hicieran caso a quien les dijera “¡cállate, chachalaca!” cuando se les ocurriera la herejía de criticar a Chávez.

Por Fernando Amerlinck.
Post RLB Punto Politico.

Por qué Chávez llegó al poder

Lo sucedido en Venezuela con el demo-dictador Chávez, demuestra que cuando los electores no analizan bien a quién le dan su voto, se puede llegar a la dictadura por la vía de la democracia.
A raíz del reciente enfrentamiento entre el Presidente Hugo Chávez de Venezuela y el rey Juan Carlos de España, debido a que Chávez interrumpió groseramente al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, muchos venezolanos manifestaron que se avergüenzan de su presidente; sin embargo, ese personaje llegó al poder por la vía democrática.

Chávez es presidente de Venezuela por varias causas. Una de ellas fue el hartazgo de muchos venezolanos ante los pleitos e ineficiencias de los dos partidos que tradicionalmente habían alternado el poder.

Esos venezolanos pensaron en darle “chance” a alguien diferente y votaron por Chávez. Otra de las causas que llevó a Chávez a la presidencia fue el hacerse la víctima ante el electorado. Ya en el poder Chávez se declaró izquierdista y, a pesar de ser un ex golpista militar, se ganó el apoyo de la izquierda, que cuando no está en el poder critica a los militares.

Chávez empezó a repartir dinero y dádivas que, aunque desequilibraron gravemente las finanzas públicas, le permitieron un mayor apoyo para reelegirse y concentrar más poder. Presentarse como víctima fue otra de sus estrategias. Más de 30 veces durante su mandato ha acusado a la DEA y a grupos opositores, a los que califica de derecha, de que lo quieren matar. Responsabilizó a los medios de comunicación de fraguar una campaña en su contra y clausuró la televisora más importante con la excusa de un complot. Chávez polarizó la sociedad venezolana entre pobres y ricos, derechas e izquierdas

Las tácticas de formar comités, como en Cuba, para controlar a los vecinos le ha funcionado. Quien apoya a Chávez recibe dinero, ayuda y le facilitan los trámites en el gobierno. Quien está contra Chávez puede perder su trabajo, su negocio y se le dificulta cualquier trámite con el gobierno.

Lo sucedido en Venezuela con el demo-dictador Chávez, demuestra que cuando los electores no analizan bien a quién le dan su voto, se puede llegar a la dictadura por la vía de la democracia, como sucedió en Alemania con Hitler y ahora está sucediendo en Venezuela.

Por Luis Pazos.
Post RLB Punto Politico.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Monarquias ???


Exige al rey Juan Carlos I, Hugo Chávez I, Monarquias.
Por Paco Calderon.
Post RLB Punto Politico.

Chávez prepara expropiaciones - Por ello la irritación de España.

Aunque las relaciones entre naciones están llenas de fricciones, el conflicto de España con Venezuela durante la Cumbre Iberoamericana colmó una agenda de enfrentamientos. España ha alentado a la oposición antichavista y Venezuela espió al gobierno español y a la casa real.

El trasfondo del conflicto viene de atrás. El presidente Zapatero se había reunido con la disidencia venezolana, como lo había hecho con la disidencia cubana. La primera vinculada a la derecha y la segunda articulada alrededor de la defensa de los derechos humanos y las libertades políticas conculcadas en Cuba. Chávez espió al gobierno español y, dicen, también algunas oficinas del Rey.
Por tanto, las relaciones entre las dos naciones estaban a punto del choque. La explosión del rey Juan Carlos ocurrió cuando Chávez insistió en llamar “fascista” al ex presidente José María Aznar. Contra toda previsión porque el Rey y Zapatero han roto relaciones políticas y personales con Aznar, los dos tuvieron que salir en defensa del líder del Partido Popular.
La incultura ideológica de Chávez lo llevó a confundir expresiones. Aznar no es un fascista sino un demócrata del centro-derecha. Y lo que más irritó a los españoles fue el intento de Chávez por involucrar al rey Juan Carlos en el golpe de Estado en Venezuela. El Rey es, por labor propia, un monarca anti golpe. A él le tocó parar en seco el intento de golpe de Estado de Tejero y militares en 1981. Y el Rey fue el pivote de la transición democrática española a pesar de venir del franquismo.
Por tanto, el lenguaje de Chávez fue una franca provocación al acusar de fascista al gobierno democrático de España que sepultó al fascismo de Franco y de querer involucrar al Rey antigolpista en el golpe contra Chávez. Pero en el fondo, la lógica política de Chávez no es la de la racionalidad de la diplomacia sino la de la provocación castrista.
En América Latina hay dos proyectos en disputa y dos geopolíticas en pugna. En ambas está involucrada Venezuela. De un lado, el proyecto populista-socialista impulsado por Fidel Castro a través de Chávez, y de otro el proyecto socialdemócrata amplio --del centro-derecha al centro-izquierda-- que ejemplifica Chile.
Lo delicado está en la geopolítica. Chávez representa en América Latina el frente anti Estados Unidos que conforman Cuba-Bolivia-Irán-China. En este escenario, la política económica de Chávez estaría tendiendo hacia las nacionalizaciones y la expulsión de las grandes empresas transnacionales.
Estos dos contextos, Chávez llevaba a la Cumbre una estrategia de confrontación precedida por fricciones graves con empresarios españoles en Venezuela. La penetración española es fuerte, al grado de que aproximadamente el 25% de la liquidez bancaria en Venezuela la mueven dos grandes bancos españoles. Y a ello se agrega la presencia española dominante en telefonía, gas natural, petróleo y otros sectores estratégicos.
Por tanto, la confrontación Chávez-Juan Carlos obedeció a una ruptura de los entendimientos mínimos mucho más allá de Aznar y el golpe contra Chávez.
El presidente de Venezuela se encuentra en el camino de expropiaciones y nacionalizaciones y le tiene echado el ojo a las empresas españolas. Inclusive, las organizaciones empresariales de España han estado presionando al gobierno de Zapatero sobre las amenazas y presiones del gobierno de Chávez contra las empresas españolas instaladas en su territorio.
Las fricciones en la Cumbre fueron apenas los indicios de lo que pudiera perfilarse como una cadena de nacionalizaciones de empresas españolas en Venezuela. Y el asunto va más allá, por la intervención de Irán y China: Chávez, asesorado por Fidel Castro, le endilgó a Zapatero y al rey Juan Carlos la representatividad de la Unión Europea. En este sentido, Chávez andaba en busca de un pretexto para enfriar las relaciones con los europeos, como lo confirmó, en su desesperación por meterse en el conflicto, Fidel Castro en su columna política en el Granma.
De ahí que Aznar haya sido el pretexto de Chávez para provocar al rey. Lo grave fue la incapacidad política del presidente español Zapatero, cuya tibieza fue sustituida por el enojo del rey Juan Carlos y su “¿por qué no te callas?” Inclusive, el monarca español estalló pero no explotó.

Periodistas españoles dicen que hay expresiones en Madrid que pueden sonar ofensivas y que no lo son. La verdadera frase es: “¡cállate la puta boca!” Pero el rey Juan Carlos se vio comedido sólo al pedirle a Chávez que se callara, pues el presidente venezolano llevaba más de quince minutos con una perorata que los venezolanos tienen que escucharla sin chistar. Como Castro, Chávez es un político enamorado de su propia voz. Por eso los dos padecen la neurosis del micrófono.
De ahí que el conflicto Chávez-Juan Carlos tenga que ver con una agenda particular de Venezuela con España y la intención de Chávez de ampliar la penetración iraní y china en América Latina ante el interés sólo económico de Europa y la apatía de Washington. Lo que viene, por tanto, será en este contexto. Y Chávez pondrá la expresión del rey Juan Carlos como punto de ruptura con España. Pero será un mero pretexto.

Por Carlos Ramirez.
Post RLB Punto Politico.

martes, 13 de noviembre de 2007

A ver si el rey nos hace el favor

Exasperado, el rey le preguntó al mamarracho: “¿Por qué no te callas?”. Y el mamarracho siguió diciendo sandeces…, pero nunca respondió a la pregunta. El mamarracho no se calla porque es pura vocinglería, si calla se esfuma, se desinfla, vuelve a la nada.

Ya era hora de que alguien, aunque fuese el rey de España, le preguntase al mamarracho lo que decenas de miles deseamos preguntarle: “A ver, Chávez, ¿por qué no te callas y escuchas?”

Por supuesto, es una pregunta retórica. Es una manera correcta y valiente de hacerle ver a una persona que su palabrería hueca y monótona se ha vuleto irritante. Es una manera elíptica de callar al que importuna y no deja espacio al diálogo.

Un mamarracho es un hombre que no merece respeto. Lo dice el diccionario.

Debía darse por descontado que el mamarracho no podría responder en forma directa: “No me callo, porque si me callo me muero, no me callo porque no soy más que palabrería, no me callo porque no sé hacer otra cosa que perorar sin fin y sin sentido…”.

El mamarracho siguió con su retahíla de sandeces. Y al relevo entraría otro de la especie, Daniel Ortega, acusando a las empresas españolas de quién sabe cuántas maldades… Y el rey abandonó el salón, cuando las agujas del medidor de estupideces –si acaso existe tal aparato- estaban saltando, al rojo vivo.

Una vergüenza colectiva. Un relámpago en la oscura noche que es el batiburillo de la diplomacia políticamente correcta, que confunde la prudencia con la cobardía y el silencio cómplice.

No tienen remedio, ni el mamarracho ni la corte de melindrosos que callan para no irritarle, que fingen no enterarse de las tropelías crecientes y cotidianas del mamarracho. Que son incapaces de pedirle una explicación o de ponerle un alto cuando se pasa de la raya.

Ni modo, a ver si un día el rey de España nos hace el favor a los mexicanos de preguntarle al mamarracho, así como al pasar, qué se le perdió por aquí, en México, para andar promoviendo “movimientos alternativos” en estas tierras, según propone el multicitado mamarracho en su pomposo Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación. Pura curiosidad, mera pregunta retórica. Y digo que se lo pregunte el rey, porque por aquí, a lo que se ve, nadie se atreve.

Por Ricardo Medina.
Post RLB Punto Politico.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Ayuda a Tabasco

El desastre natural de Tabasco, ha sido considerado la peor inundación jamás sufrida en nuestro país. Se le considera, aún peor que lo ocasionado por el huracán Katrina en Nueva Orleans.

Se estima que el 80% de la población ha perdido su patrimonio. No hay agua, medicinas, alimentos, ni muchas otras cosas que se necesitan para el diario sobrevivir.

Por ello, por aquí les envío los datos para todos aquellos que quieran ayudar (como miembros privilegiados de la sociedad, creo que estamos obligados)
NUMERO GRATUITO para pedir informes sobre personas desaparecidas, albergues y demás: 01 800 123 15 15
Los teléfonos de Telmex para hacer donaciones son:
01-900-849-2828 /20 Pesos01-900-849-4952 / 50 Pesos01-900-849-3456 / 100 Pesos 01-900-849-3500 / 500 Pesos
Si no tienes activado el servicio 900 puedes activarlo llamando al: 01-800-123-4900
LA CRUZ ROJA PUBLICÓ UN LISTADO DE LO MAS URGENTE:- LECHE EN POLVO- PAPEL DE BAÑO Y PAÑALES- MEDICINAS (SOBRETODO ASPIRINAS, PARACETAMOL Y CUALQUIER MEDICAMENTO PARA EL ESTOMAGO)- ARROZ, ATÚN, FRIJOLES, AZUCAR, GALLETAS, CEREAL.

NO LLEVAR ROPA A LA CRUZ ROJA. HAY QUE LLEVARLA A BERLIN NO.33 EN LA COLONIA JUAREZ.
PRODUCTOS A DONAR :Agua embotellada, azúcar, frijoles en lata, sardinas, leche en polvo, frutas y verduras, alimentos enlatados no perecederos, toallas femeninas, cobijas nuevas, café soluble, aceite comestible, chocolate en polvo, alimento para bebé, atún, sal, galletas, pañales desechables, papel higiénico, ropa, medicamentos, analgésicos.
Relación de números de cuenta de Instituciones Bancarias en apoyo a damnificados de Tabasco

Cuenta de acopioCruz Roja Mexicana
A nombre de: Cruz Roja Mexicana

Banco: BancomerNúmero de cuenta: 0401010115Banamex
A nombre de Fomento Social BanamexCuenta: 120, sucursal 100

———————————————————–
BBVA-Bancomer
A nombre de Fundación BBVA Bancomer 04Apóyame 3Cuenta: 0427692633

———————————————————–
Banorte
Cuenta: 27Cuenta: Clabe 072-790 000000000270

———————————————————–
Santander
Cuenta: Apoyo a Tabasco

———————————————————–
Scotiabank
Cuenta: 00100911240

———————————————————–
HSBC
A nombre de Fundación MercedCuenta: 4025940156

———————————————————–
Banco Azteca
Cuenta: 01720115412160

———————————————————–
Ixe Banco, S.A.
A nombre de Damnificados de Tabasco Cuenta: 7777777-8
DESDE EL EXTRANJERO:
Internet:
American Redcross:http://www.redcross.org/news/in/profiles/Intl_profile_MexicanFloods.html
UNICEF USA
Catholic Relief Services:http://crs.org/mexico/tabasco-floods/
Fundación Altius:http://altius.org/tabasco/dona.html
Donativos en Dinero:
Bank: BANAMEXBeneficiary: Fomento Social Banamex ACSWIFT: BNMXMXMMCuenta Clabe (Account): 002180010000001205

Desde los Estados Unidos:Bank: J P Morgan ChaseCity: New YorkSWIFT/ABA 021000021 CHASUS33Bank Account: 400047144BMSXMXMMBeneficary Bank: Santader Account 65501313391CLABE: 014180655013133911

Desde Europa:Bank: Santander Central Hispano MadridCity: MadridSWIFT/ABA BSCHESMMACCOUNT: 14884 IBANES 2200495494802310148842Beneficary Bank: Santader Account 65501313391CLABE: 014180655013133911
Desde LondresNAME: Ayuda Tabasco 2007Bank: HSBCAccount: 81408224SORT CODE: 40-03-22¡
Gracias, muchas gracias por ayudar!

Por Raul Lozano B.

Post RLB Punto Politico.

sábado, 10 de noviembre de 2007

¡Sólo para amarillos!

Andrés Manuel López Obrador, Gobierno del Distrito Federal (GDF), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Tabasco, ayuda, gato, patito.
Comentario Zagx editor.
No acostumbro utilizar los cartones de Paco Calderón Para hacer comentarios al calcé, pero este en especial nos muestra en idea , lo ruines y mal nacidos que son de ese partido al lucrar con la necesidad de sobrevivir , discriminando, no importando de que partido seas , el hecho es que son mexicanos y damnificados, en un momento tan critico para el país, todos los partidos deberían de estar unidos sin distingo alguno y ser solidarios para la ayuda al que mas lo necesita. otra muestra mas de la partidocrasia que se vive.
Post RLB Punto Politico.

viernes, 9 de noviembre de 2007

¡Es escandaloso! 11,500

Ya es tiempo de despojarnos de ese mito nacionalista y expropiarle PEMEX a los trabajadores por causa de utilidad pública y entonces sí, aprovechar la riqueza petrolera para hacer a México un país más rico y más soberano.

¡Es escandaloso! 11,500 es el número de trabajadores de PEMEX que cobran religiosamente su salario sin trabajar. No son “aviadores”, sino trabajadores contratados en el pasado para hacer algo y ahora, como su “fuente de trabajo se agotó”, hay que reasignarlos a otra posición dentro de la empresa, posiblemente en otra localización y en otro tipo de labor y eso cuesta. De acuerdo al contrato colectivo de trabajo, la reasignación de un trabajador a otra actividad obliga a PEMEX a promover al trabajador al siguiente nivel del escalafón con el consecuente aumento de su salario, no importa si no está capacitado para su nuevo trabajo.

Además, si el cambio implica trasladarlo a otra localización, PEMEX está obligado a pagar 18 meses de renta de vivienda para el trabajador reubicado además de 100 días del salario integrado por los “trastornos” que le genere al trabajador el cambio o, en su defecto, liquidarlo con una indemnización equivalente a 5 meses más 20 días por año trabajado.

Un ejemplo más de por qué PEMEX es la empresa petrolera más ineficiente de todo el mundo, no importa cómo se le quiera medir: valor de la producción por trabajador empleado, ingreso por trabajador o margen de ganancia bruta (antes de derechos e impuestos). 11,500 empleados que serán reasignados durante 2008 y 2009 y que mientras tanto seguirán cobrando por no trabajar. ¡Escandaloso! ¿Quién era el presidente de la República y el director de PEMEX cuando esa cláusula se aprobó en el contrato?, porque si todavía están vivos deberían ser juzgados por traición a la patria.
Y entonces la pregunta, ¿PEMEX es de todos los mexicanos? ¡No!; PEMEX es propiedad de un grupúsculo de individuos, la burocracia y el sindicato, que se apropian de rentas a costa de la riqueza de todos los demás mexicanos. Ya en 1939, tal como reseña Luis González en su libro Los Días del Presidente Cárdenas (Colegio de México, 1981, pp. 287-288), el propio presidente Cárdenas se quejaba de que a pesar de que la actividad de PEMEX se había reducido después de la expropiación, la plantilla laboral se había incrementado en un año de 15,895 a 22,206 trabajadores y solicitó, en su propuesta de reorganización de la empresa “la reducción de salarios en algunas clases de empleo y la disminución de los días de holganza”. La respuesta del sindicato fue: “No; la empresa ya es de ellos, los trabajadores”.

Y todavía después de esto, hay una enorme cantidad de cínicos, normalmente politiquillos que se consideran muy nacionalistas, que se atreven a afirmar que PEMEX es el orgullo de México y que se mantenga manejado por el gobierno, aunque sea ineficientemente, porque es un asunto de soberanía nacional. ¡Puras patrañas! Es inaudito que esos politiquillos afirmen que la soberanía nacional radica en que el gobierno sea dueño de fierros viejos, obsoletos y poco productivos cuando en realidad la soberanía nacional se fortalece entre más rica sea su población.

Ya es tiempo de despojarnos de ese mito nacionalista y expropiarle PEMEX a los trabajadores por causa de utilidad pública y entonces sí, aprovechar la riqueza petrolera para hacer a México un país más rico y más soberano.

Por Izaac Katz.

Post RLB Punto Politico.

Mitología petrolera

Calderón apuntó seis retos para PEMEX; retos que, mientras la industria petrolera siga siendo monopolio gubernamental, con el objetivo de generar ingresos para financiar vía el pago de impuestos al gobierno, simple y sencillamente no se van a lograr. ¡Ah, pero eso sí: sigamos siendo políticamente correctos, y continuemos dándole vueltas a la mitología petrolera!

Se cumplió un aniversario más de la expropiación petrolera y el “festejo” se llevó a cabo dentro de la más estricta ortodoxia impuesta por la mitología del caso, es decir, por las leyendas que, en torno al petróleo y a PEMEX, han surgido en los últimos 69 años, cuentos de entre los que destaca el siguiente, tal y como lo confirmó, siguiendo el guión de lo políticamente correcto, el presidente Calderón: el petróleo es de los mexicanos y solamente los mexicanos decidiremos sobre él, razón por la cual PEMEX no se privatizará. Al respecto vale la pena hacer, de entrada, tres comentarios.

Primero. ¿Podemos afirmar, objetivamente, que el petróleo es propiedad de todos los mexicanos? Quien responda que sí no tiene la más remota idea de lo que es la propiedad y de lo que ella implica. Según el Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española de la Lengua, la propiedad es “el derecho o facultad de disponer de una cosa, con exclusión del ajeno arbitrio...”.

Usted y yo, mexicanos, ¿tenemos ese derecho con relación al petróleo? No, de ninguna manera. Por el contrario, es un arbitrio, ajeno al nuestro, el que decide en torno al petróleo.

Segundo. Llegados a este punto se puede argumentar que, efectivamente, el petróleo no es propiedad de todos los mexicanos, pero que los ingresos generados por la industria petrolera sí se utilizan en beneficio de todos los mexicanos, tal y como lo señaló Calderón, al afirmar que esos recursos “son fundamentales para financiar programas sociales, obras de infraestructura, (y que) mantienen a gobiernos municipales, estatales y al Federal, (permitiendo) la operación cotidiana del país”. En primer lugar no hay que confundir al gobierno con el país: los ingresos petroleros hacen posible, más o menos, una tercera parte de la operación del Gobierno Federal, no del país.

En segundo término, con la mitad de la población del país sobreviviendo en la pobreza, ¿qué tanto han beneficiado los ingresos generados por la industria petrolera a los mexicanos? ¿No será que, al final de cuentas, más que beneficio ha habido perjuicio? Por último, ¿debe PEMEX tener como objetivo generar ingresos para financiar los programas sociales gubernamentales, obras de infraestructura construidas por el gobierno, y para mantener gobiernos, o debe tener como fin ofrecerle al consumidor, de la manera más productiva y competitiva posible, hidrocarburos y derivados?

Tercero. Dado que el petróleo seguirá siendo de los mexicanos PEMEX no se privatizará, por lo cual continuará sintetizando lo peor de tres mundos.

Uno: el mundo de la empresa monopólica, al margen de la competencia, y por lo tanto de la competitividad.

Dos. el mundo de la empresa monopólica gubernamental, en la cual el derecho de propiedad no está puntualmente definido, por lo cual la administración está divorciada de la propiedad, y la mala administración de los quebrantos patrimoniales.

Tres. el mundo de la empresa monopólica gubernamental en un sector estratégico que, precisamente por serlo, debería estar sujeto a la disciplina de la competencia, para lo cual no hace falta privatizar PEMEX, bastando con abrir la industria petrolera a todo aquel que quiera y tenga con qué participar.

Calderón apuntó seis retos para PEMEX

1) asegurar la oferta de petróleo no solamente para la generación presente, sino para las generaciones futuras;

2) asegurar el acceso a la tecnología y la infraestructura financiera que permita descubrir y explotar nuevas reservas;

3) lograr una mejor operación de PEMEX en cuanto empresa, con mayor autonomía, flexibilidad y eficiencia;

4) incrementar la producción de refinación y petroquímica;

5) conseguir mayor transparencia en la operación de PEMEX;

6) lograr una operación más ecológica -, objetivos que, mientras la industria petrolera siga siendo monopolio gubernamental, con el objetivo de generar ingresos para financiar vía el pago de impuestos al gobierno, simple y sencillamente no se van a lograr. ¡Ah, pero eso sí: sigamos siendo políticamente correctos, y continuemos dándole vueltas a la mitología petrolera!

Por Arturo Damm

Post RLB Punto Politico.

La nefasta rosca petrolera socialista

Dentro de una década no dependeremos del cartel socialista petrolero porque su descaro, ineficiencia y miopía han provocado el desarrollo de alternativas más baratas y más beneficiosas al medio ambiente.
El socialismo siempre contiene las semillas de su propia destrucción y el petróleo en manos del estado no es una excepción. Hoy, cerca del 90% de las reservas petroleras del mundo están bajo el control de gobiernos y empresas estatales. ExxonMobil posee solamente 1,08% de las reservas de petróleo líquido y las cuatro empresas petroleras privadas más grandes del mundo controlan apenas alrededor de 4% de todas las reservas.

Hay suficiente crudo ligero para cubrir las necesidades de varias generaciones y si se añaden las reservas de crudo pesado y arenas petroleras hay suficiente para varios siglos. Si funcionara un mercado libre en petróleo, su precio sería una fracción del actual.

El precio exagerado del petróleo es consecuencia directa de las restricciones artificiales impuestas por la OPEP y otras naciones, incluyendo Estados Unidos, además de la incompetencia y corrupción rampante en casi todas las empresas petroleras estatales. La OPEP es un cartel gubernamental conformado por Irak, Irán, Kuwait, Libia, Angola, Argelia, Nigeria, Qatar, Arabia Saudita, los Emiratos Arabes y Venezuela. Esos gobiernos controlan alrededor del 77% de las reservas petroleras mundiales.

Los gobiernos de países petroleros, como es el caso en Rusia, hacen inversiones insuficientes en exploración y desarrollo de nuevas instalaciones y campos petroleros, al mismo tiempo que administran muy mal a sus empresas de energía. Si los políticos occidentales supieran lo que en realidad está pasando, en lugar de despotricar contra petroleras capitalistas criticarían la codicia y perversidad de la industria petrolera estatizada.

Venezuela, a pesar de contar con una de las mayores reservas petroleras del mundo, produce y exporta cada día menos petróleo por la incapacidad administrativa y técnica del gobierno de Hugo Chávez. La producción mexicana sigue bajando porque el gobierno no permite la participación de empresas privadas y la petrolera estatal PEMEX es conocida por su atroz incompetencia y corrupción.

Estados Unidos apenas tiene 2% de las reservas mundiales, pero produce más del 8% del petróleo del mundo porque sus empresas son privadas.

Los estados petroleros socialistas van a pagar muy caro sus errores porque el exagerado aumento en los precios convirtió en rentables las reservas de arenas petroleras del Canadá y el bitumen pesado de Colorado; tales reservas son mucho más grandes que las de petróleo líquido. Las inversiones requeridas son inmensas, pero ya está aumentando considerablemente la explotación canadiense.

Por su parte, la Shell anunció recientemente que su tecnología extractiva en Colorado es competitiva con el precio del petróleo por encima de 30 dólares el barril, aunque tomará varios años lograr altos volúmenes.

Aunque los biocombustibles se han puesto de moda, es poco probable que lleguen a tener una participación importante en el mercado de energía, simplemente porque no pueden competir en precios y ya están causando graves aumentos en el costo de alimentos. El petróleo cubre actualmente 40% de las necesidades energéticas de Estados Unidos e importamos dos terceras partes de lo que consumimos.
La buena noticia es que, dentro de 10 años, la mayoría de los automóviles serán eléctricos. Nuevas tecnologías en baterías avanzan aceleradamente. Mitsubishi lanzó su primer auto totalmente eléctrico, mientras que Nissan y Renault estarán produciéndolos en 2012.

Las plantas nucleares y de carbón producirán cada día más electricidad a costos muy por debajo del petróleo, mientras que la energía solar y de viento seguirá contribuyendo muy poco por sus evidentes limitaciones.

En conclusión, dentro de una década no dependeremos del cartel socialista petrolero porque su descaro, ineficiencia y miopía han provocado el desarrollo de alternativas más baratas y más beneficiosas al medio ambiente.

Por Richard W. Rahn .
Presidente del Institute for Global Economic Growth.
Post RLB Punto Politico.

La guerra fronteriza entre México y Estados Unidos

¿Qué puede suceder si los cheques de Pemex dejan de fluir al cerrarse la llave del petróleo? Para empezar, la aceleración de algo que ya ha estado sucediendo durante muchos años cuando, uno de cada 10 mexicanos ha emigrado a los EU y el 60% tienen la intención de hacerlo. Ello presenta, ante la nueva ola antiinmigrante que se ha gestado en los EU, premonición de graves enfrentamientos en la ya convulsionada frontera.
Al aproximarnos al final de la primera década del milenio, aun para los optimistas el mundo presenta una serie de visiones realmente preocupantes. Una de ellas es la creciente y ancestral tensión entre México y los EU que día a día se manifiesta con más intensidad en la frontera la cual, en opinión de expertos, cada vez más se define como una amenazante zona de guerra y, aun más preocupante, los acontecimientos pendiendo en el horizonte.

Imaginemos un día—no muy lejano—cuando México, el segundo proveedor de petróleo de EU, abruptamente suspende sus flujos y el 16% que representa en las importaciones estadunidenses desaparece. Aun cuando una posibilidad como esta luce horripilante para los EU, para México sería de fatales consecuencias no sólo para su economía y los millones de
empleos que la actividad genera directa o indirectamente, sino para el futuro entero de la nación.

Imaginemos luego un México sumido en novedosa revolución para controlar el flujo de otras generosas exportaciones: drogas, armas e inmigrantes ilegales. Al momento que bandas rivales se enfrentaran convirtiendo ciudades enteras en zonas de combate, infinidad de familias estarían huyendo para, al salvar sus vidas, tristemente decidir no regresar jamás.

Imaginemos un México convulsionado cuando, el perdedor de las pasadas elecciones presidenciales se niega a conceder y procede a establecer su propio gabinete y, comandando millones de seguidores, se dedican a sabotear cualquier esfuerzo de la nueva administración—utilizando formas ilegales y violentas. El responsable de operar la ciudad de México, el gran problema nacional, al sentirse Emperador abiertamente le declara guerra el presidente. Millones de mexicanos, invadidos de pánico ante el prospecto de una guerra civil, emigran en busca de un refugio seguro.

Pero cuando esa multitud se dirige al refugio natural—la frontera con EU—se encuentran con miles de elementos portando uniformes de milicias privadas, totalmente determinados a impedir su paso a costa de lo que sea. Atestiguar entonces la miseria humana que presentan ciudades fronterizas como Nogales, Tijuana, Agua Prieta, en las cuales su población flotante casi supera a la natural viviendo en condiciones infrahumanas.

En una fecha no muy lejana, no habrá necesidad de utilizar la imaginación puesto que algo muy similar está ya sucediendo aun cuando no sea noticia de primera plana. La región fronteriza se ha convertido en eso, una zona de guerra y el resto de la visión poco a poco se configura.

Pero dejemos de especular puesto que, yo no pienso el presidente Calderón un buen día amanezca contagiado de Chavismo y proceda a cancelar las exportaciones de petróleo a los EU. Pero algo que sí puede suceder es no contar con otra alternativa porque México, a gran
velocidad, está agotando sus reservas petroleras. Un suceso de esta naturaleza se convertiría en una profunda grieta en la economía del país lo que, entre otras cosas, estaría provocando una avalancha de gente transitando hacia la frontera.

En esta escaramuza petrolera algunos actores se dicen aliados de los EU, pero otros han jurado su eterno odio y se describen sus mortales enemigos. Y es aquí donde el potaje se vuelve letal puesto que, al sazonarlo con ingredientes como Arabia Saudita, Venezuela, Irán, Irak,
Rusia, presenta un cuadro el cual apunta al encendido de un cerillo en medio del polvorín en que se han convertido muchas regiones del mundo—incluyendo la frontera entre México y los EUA.

Pero en medio del configurado de una crisis que es ya muy real, el verdadero problema para nosotros es que el petróleo mexicano se agota. Es decir, parece que, contradiciendo a Lopez Portillo, ha llegado la hora de detener el conteo y abandonar la administración de “nuestra
abundancia.”
Al ritmo de extracción que México mantiene, solamente cuenta con reservas probadas para los siguientes diez años. El pozo conocido como Cantarell, ubicado en el Golfo de México—el segundo más grande del mundo—hasta hace unos meses generaba más de 2 millones de barriles diarios. Sin embargo, en estos momentos su producción se ha reducido a poco más de 1.5 millones y Pemex ha anunciado una raquítica producción de 500,000 barriles, para el próximo año.
Es decir y repito, el petróleo mexicano se está agotando y se estima en 10 años se haya terminado totalmente. Ante la histórica política de una gran dependencia nacional del hidrocarburo, la situación es mucho más grave de lo que se ha dado a conocer. Ante ello, con optimismo se estima las exportaciones de crudo mexicano hacia los EU, viajen de 2 millones a solo 500,000 y si nos vestimos con pesimismo, afirmar el flujo desaparezca.

Ante la negativa de parte del Congreso para encontrar alguna fórmula y la inversión privada pueda fluir a Pemex, el panorama luce realmente triste puesto que la paraestatal no cuenta con los recursos para ejecutar los planes requeridos y, por otra parte, se le identifica como una entidad cargando una deuda de más de 100,000 millones de dólares. Es decir, si en los siguientes meses no se toman decisiones realmente valientes en cuando al futuro de Pemex, estaremos finalizando esta década…..OUT OF GAS y empujando el carro.

Los ingresos del petróleo han representado el 40% del presupuesto federal y Pemex tradicionalmente ha sido la vaca sagrado para la ordeña nacional. Otrora feudo de la Quina y su sindicato mafioso, pasó a ser la caja chica de Salinas y el comité de campaña para la fracasada aventura de Francisco Labastida. Ha sido también el salvador de la burocracia ante la raquítica recaudación fiscal de una economía que no crece.

Ahora, la pregunta sería ¿Qué puede suceder si los cheques de PEMEX dejan de fluir al cerrarse la llave del petróleo? Para empezar, la aceleración de algo que ya ha estado sucediendo durante muchos años cuando, uno de cada 10 mexicanos ha emigrado a los EU y el 60% tienen la intención de hacerlo. Ello presenta, ante la nueva ola antiinmigrante que se ha gestado en los EU, premonición de graves enfrentamientos en la ya convulsionada frontera.

Si en los siguientes meses no se reforma el contexto económico de México liberando su estructura, si no se le da oxigeno a Pemex, si no se establece una verdadera reforma fiscal tipo Suppy—Side, Calderón, al cargarle la mochila con el FOBAPROA, el Seguro Social, la deuda nacional de más de 100% del PIB, las travesuras del PEJE, estará enfrentando un verdadero apocalipsis cuando se fecunda la posibilidad de en el 2012,vernos favorecidos con el gran premio de la política: Nuestro autóctono Hugo Chávez con las garras afiladas.

Por Ricardo Valenzuela.
Post RLB Punto Politico.

sábado, 3 de noviembre de 2007

La república priísta sigue ahí

Una oleada de pesimismo político en la sociedad parece haberse transformado irremediablemente en pasividad, desconcierto y anomia social.
El senado de la república realiza una reforma del Estado para construir formalmente un modelo de partidocracia y la sociedad mira con lejanía la forma en que los partidos se reparten el poder. Y en el interior de la república, las elecciones locales siguen revelando la estructura antidemocrática que nadie quiere reconocer y menos aún modificar.

Si el país estaba obligado a transitar de un régimen centralista, presidencialista y autoritario a un sistema político federalista, con equilibrio de poderes y democrático, el primer corte hasta ahora es negativo: la reforma electoral dejó fuera los grandes temas y se centró en el ajuste de cuentas con el IFE, terminó el ciclo de la autonomía de los organismos electorales y la reforma fiscal no duró siquiera un día porque el alza en las gasolinas --eje para aumentar los ingresos fiscales del gobierno-- se canceló antes de entrar en vigor.

En este contexto, la situación política del país entró en una zona de desorden, jaloneos y crisis de expectativas. Pero mientras en el centro de la república las élites políticas convierten la redistribución del poder que implica una transición en el mero reparto de áreas de poder de la limitada reforma del Estado, en el interior del país se consolida la estructura antidemocrática virreinal donde los gobernadores reproducen los vicios del sistema presidencialista.
Las elecciones locales en este año han mostrado que el dinosaurio priísta del Jurásico de nuestro descontento sigue vivo y coleando, despierto, diría el cuento multicitado de Tito Monterroso.

Lo peor de todo es que esas prácticas viciosas del priísmo han sido asimiladas por gobiernos estatales del PAN y del PRD, sin duda los que deberían estar más comprometidos con la democracia.

En Baja California ganó el PAN y perdió el PRI con la candidatura del polémico empresario Carlos Hank Rhon, sobre todo porque desde 1989 el PAN ha construido una estructura electoral y política funcional a los intereses del continuismo panista. En Oaxaca, en cambio, el aparato de control priísta logró sacar a los priístas a votar ante la pasividad crítica de la sociedad por los acontecimientos graves del año pasado y el PRI logró el carro completo en las legislativas y seguramente hará lo mismo en las municipales de noviembre. En Veracruz el PRI recuperó su fuerza como aparato electoral.

Por el lado del PRD, aún se recuerda la elección de Estado en la votación del jefe de gobierno. Y en Zacatecas, la fractura del PRD logró el avance del PAN, pero en medio de evidencias de una elección de Estado. En Aguascalientes, el gobernador panista buscó un espacio de poder en un grupo priísta sin control.

En este contexto, las elecciones locales en la república funcionan como antes, como si no hubiera habido conflictos poselectorales. Y fue precisamente esa estructura político-electoral la que no tocó la reforma electoral ni con el pétalo de alguna consideración crítica. Lo más grave es que en los estados la estructura electoral está subordinada al gobernador en turno del partido que sea y controlada por el dominio de los partidos. Lo que se había ganado en el IFE se echó abajo con la reforma electoral: la autonomía se perdió, los partidos tomaron el control de la autoridad electoral y las elecciones serán ahora calificadas por el dominio partidista.

El país se merecía más, mucho más. Por ejemplo, dos puntos concretos: de un lado, el aumento de las facultades del IFE en la supervisión de los partidos; de otro, la salida definitiva de los partidos del IFE para la creación de un organismo electoral realmente ciudadano, incluyendo la posibilidad de terminar con la figura de los consejeros ciudadanos y llegar a la simpleza de una estructura administrativa funcional a la organización de las elecciones sin interferencias políticas. El saldo fue retroactivo: los partidos se ponen por encima del IFE.

Las elecciones locales hasta ahora han demostrado la necesidad de una concepción nacional de las reformas. En materia electoral se dejó la estructura caciquil de los institutos estatales electorales y sólo se limitó el uso del gasto en las campañas de promoción de programas gubernamentales. En materia económica fue peor: se le endosó a los estados la propuesta de aumento en el impuesto a las gasolinas --es decir, un aumento en el precio al consumidor-- para aumentar los ingresos fiscales estatales con cargo al efecto inflacionario del llamado gasolinazo. En ambos casos, la estructura de poder local quedó intacta, para beneplácito de los virreyes que reinan en los reinos locales conocidos como estados.
II
Las elecciones locales no han sido enfocadas en el contexto nacional. México nunca ha podido ser en sí misma una república. La vertiente autoritaria de Juárez y Díaz y la consolidación de la presidencia de la república como eje de la funcionalidad de un Estado nacional han exhibido la concepción a priori de una república imperial. La lucha entre federalistas y centralistas prohijó un modelo de república piramidal, con una estructura dependiente del poder ejecutivo en función de tres piezas fundamentales: el dominio de un partido nacional, el ejercicio directo del presupuesto y el papel hegemónico del Estado en la Constitución.

Ahí justamente se localiza la crisis política de México. El agotamiento definitivo de un modelo de república y la necesidad de transitar a un nuevo modelo de nación, pero ante la mezquindad de las élites políticas que piensan sólo en el ajuste de cuentas con el pasado y en la conformación de una república a la medida de sus ambiciones presidenciales.
Es decir, que las élites políticas han tomado la opción equivocada: no la de reconstrucción de la república a partir de un andamiaje democrático que demostró España, sino el camino ya conocido de la Unión Soviética con la dumización de la estructura de poder al pasado del dominio del politburó y el secretariado del partido al del juego de poderes multitudinario del parlamento ruso conocido como Duma. Este modelo prohijó la dictadura de Vladimir Putin.

Los procesos electorales locales fueron un aviso --como si hiciera falta-- para entender los escenarios del sistema político priísta que ya no funcionan y que tampoco debieran restaurarse. Pero las élites políticas están pensando en repartirse el poder, no en redistribuir el poder a partir de nuevas reglas democráticas. Por eso decidieron terminar con la autonomía de los organismos electorales y aumentar el poder de los partidos sobre el IFE. El despido del consejero presidente Luis Carlos Ugalde, en este contexto, no se debió a su papel en el proceso electoral federal del 2006 sino en función a su autonomía.

Al ser destituido por los partidos y los partidos imponer a su sucesor y los partidos controlar al órgano de supervisión del IFE, la figura de consejero presidente se reduce a la del intendente de los intereses de los partidos. No es gratuito, entonces, que pueda darse el caso de que el próximo consejero presidente del IFE salga no del ambiente intelectual y profesional independiente, sino de los asesores de la comisión senatorial de reforma del Estado, es decir, de empleados de los partidos.
La reforma electoral aprobada deja intacta la estructura electoral en los estados, donde los consejeros electorales están subordinados al gobernador en turno, sea del partido que sea. Por tanto, las elecciones locales seguirán la ruta del conflicto poselectoral. Los legisladores no se atrevieron a crear un organismo único de realización de elecciones para evitar esta perversidad del ejercicio del poder, en una mala comprensión de la soberanía de los estados. Varios gobernadores ya anunciaron que rechazarán las posibilidades de que el IFE organice elecciones locales. La razón es obvia: los institutos estatales están bajo control del gobernador en turno. Ahí están los casos de Veracruz, Oaxaca y Baja California.
Las elecciones locales de este año revelaron la urgencia de regresar al debate de la transición a la democracia. Quizá los senadores pueden justificarse con el argumento de que ellos sólo se comprometieron a reformar el Estado y no el sistema político.
Pero en sus debates sobre el régimen de gobierno quieren ir a fondo e inventar un Frankestein paraparlamentario que se basaría en el criterio de que el PRI y el PRD nunca ganarían la presidencia de la república y por tanto le quitarían al poder al ejecutivo federal para dejarlo en una mera figura decorativa de actos protocolarios. Pero se parte del mismo origen erróneo: no el sistema que necesita la república priísta en crisis sino el sistema partidocrático de corto plazo que tendría que ser cambiado si el PRI o el PRD ganan la presidencia de la república.
III
México necesita regresar al buen camino. La pérdida de oportunidades con las limitadas reformas electoral y fiscal y la que viene de régimen podría convertirse en una pérdida de tiempo y sobre todo de esfuerzo político. La reforma electoral no garantizará elecciones democráticas locales ni evitará fraudes en las legislativas federales de 2009. Y nada hay que diga que las del 2012 serán un dechado de pulcritud democrática.
Todavía la reforma electoral no pasaba por el requerimiento constitucional de la mayoría absoluta de congresos estatales y ya comenzaban a circular versiones de cómo el presidente de la república y los gobernadores iban a abrir los candados de la reforma electoral. Y a ello hay que agregar la debilidad que tendrá el próximo consejero presidente del IFE por depender del voto de los tres grandes partidos que hicieron la reforma a la medida de sus necesidades. Si toda reforma electoral tiene que pasar la prueba de los hechos, desde ahora puede adelantarse que la reforma aprobada saldrá mal en los procesos electorales.

El peligro de la gorbachización de la transición mexicana está a la vista: la desarticulación del pacto federal, la consolidación de un Putin mexicano que gobierne desde el autoritarismo, la profundización de la crisis económica por decisiones veleidosas como el alza en las gasolinas, la conversión del Congreso en una Duma, la agitación de las masas sociales empobrecidas hacia la insurrección pero sin una propuesta de lucha a fondo contra la pobreza que sólo puede darse con un nuevo modelo de desarrollo y el tránsito de un sistema autoritario priísta a un sistema autoritario de los partidos en el poder.
México se desvió del camino a la democracia cuando Vicente Fox derrochó el bono democrático del 2 de julio del 2000 en un gobierno ranchero, sin rumbo y marcado por la corrupción familiar y se alejó más del camino a la democracia cuando las élites de los tres partidos decidieron usar el pretexto de la reforma del Estado para repartirse el poder entre los grupos dominantes.
El régimen de gobierno que se prepara tendrá un sentido ahistórico, no partirá de la reflexión de la crisis estructural del sistema priísta y menos revisará las grandes reflexiones del debate del siglo XIX sobre la construcción de la república. Y lo peor de todo es que las reformas han salido a contrapelo de las advertencias de analistas y observadores que ven a la comisión de reforma del Estado como el laboratorio del doctor Victor Frankenstein.
Las reformas no pueden desligarse del funcionamiento de la república. Y ahí se observa con preocupación esa vertiente del modelo fracasado de Gorbachov: la ruptura del acuerdo de Unión de Repúblicas, la autonomía de las repúblicas y la creación de la Unión de Estados Independientes. El DF opera casi como una república autónoma por la decisión de Marcelo Ebrard de no reconocer a la autoridad presidencial. Varios estados han optado por cerrarse a los acuerdos republicanos, a excepción de los que tienen que ver con aportaciones fiscales. El presidente de la república carece de un partido con estructura a nivel nacional y no tiene la visión del Estado nacional de una república.
Lo grave sería la repetición del error histórico del siglo XIX y del siglo XX. Juárez conformó una presidencia personal para defender la existencia misma de la república, pero los legisladores optaron por el modelo centralista. Porfirio Díaz siguió ese ejemplo y convirtió a la dictadura en el modelo cohesionador de la república. El PRI repitió el modelo de Díaz, aunque no en la figura de una persona sino de un partido y con capacidad de concesiones políticas para evitar a la dictadura tradicional. Ahora las élites políticas optan por el modelo de la dictadura de los partidos como centro cohesionador de la república, aunque con partidos --como el PRD-- muy dados al separatismo funcional. En lugar de construir un sistema democrático que convierta a la sociedad en el factor de unidad nacional a través del consenso democrático, las élites políticas decidieron reformar al Estado para debilitarlo en función del fortalecimiento de los partidos que en sí mismos no garantizan la cohesión de la república porque su objetivo es la lucha por el poder.
México entró en una zona de alto riesgo republicano. Lo que está en peligro no es que el PAN pierda la presidencia o que el PRD no la pueda ganar o que el PRI no sepa ya qué hacer, sino que las élites políticas sigan sin entender aún que la república se localiza en un espacio de redefinición que no tenía desde el Imperio de Maximiliano. El dilema está a la vista: una transición a la democracia que redistribuya el poder en función de la representatividad real o una reforma del Estado que se agote en el reparto de áreas de poder en relación a su capacidad de imposición de decisiones.
Las elecciones locales han recordado a los ciudadanos que al despertarse del sueño democrático se han encontrado con la pesadilla del Dinosaurio aún pastando en los jardines del poder. Pero en la cúpula del poder de las élites no quieren saber nada que no sea sus propios discursos.
Por Carlos Ramirez.
Post RLB Punto Politco.

miércoles, 31 de octubre de 2007

Dos billones y medio para el gobierno

Tener dos y medio billones de pesos para gastar en un solo año puede ser una enorme oportunidad para un país como el nuestro. Puede aplicarse en inversión y en combatir los grandes males de la pobreza. Pero si el dinero se queda en burocracia, en estudios que a nadie le importan o, peor aún, en lujos de funcionarios, mejor habría sido dejar ese dinero en manos de los ciudadanos.
La Cámara de Diputados aprobó una Ley de Ingresos que contempla una recaudación total por 2 billones 569 mil millones de pesos. Esto representa un aumento de 152 mil 532 millones de pesos frente a lo que propuso originalmente el gobierno de la república. ¿Por qué tanta diferencia? En parte porque se estimó un precio más alto para el petróleo de exportación y en parte también porque se incluyeron ya los recursos de la reforma fiscal.

Estamos hablando, de cualquier manera, de una enorme cantidad de dinero. Estos dos y medio billones de pesos representan el 24 por ciento del producto interno bruto mexicano. En otras palabras, el gobierno federal está obteniendo, de una forma u otra, uno de cada cuatro pesos de lo que se produce en bienes o servicios en el país.

¿Es esto bueno o malo? Depende del uso que se le dé al dinero que se recauda. El gobierno tiene la capacidad de extraer recursos de la economía de un país a través de impuestos, derechos y otros cobros. Ningún actor individual puede reunir una cantidad tal. Bien usado este dinero puede promover el crecimiento económico, especialmente a través de inversiones, mientras que si se emplea mal se convierte simplemente en un desperdicio o, peor aún, en un obstáculo al desarrollo del país.

Desafortunadamente, el gobierno mexicano no ha sido nunca un buen administrador de los dineros públicos. A casi un siglo de la Revolución Mexicana, y de la aplicación durante décadas de programas gubernamentales de todo tipo cuyo supuesto objetivo sería promover una mayor prosperidad y una mayor equidad en la repartición de la riqueza, México sigue siendo un país extraordinariamente pobre y con una de las peores distribuciones de la riqueza en el mundo.

Algo hemos hecho mal, claramente. Esto lo han señalado con especial énfasis los dirigentes de los partidos de oposición durante décadas. Pero cuando han asumido el poder, las cosas no han cambiado de manera significativa. O no es tan fácil hacer la transformación de un país o no hay la verdadera voluntad política para llevarla a cabo.

Hay quien apunta a los grandes logros del Estado mexicano en los últimos años o a lo largo de décadas. Y, efectivamente, ha habido avances importantes en muchos campos. Pero éstos no son superiores a los que se han obtenido en otros países del mundo. Por el contrario, antes y ahora México sigue quedándose rezagado.

México era más rico hace una o dos generaciones que Hong Kong, Singapur, Taiwán, Corea del sur, España, Irlanda o Chile. Hoy todos esos países nos han rebasado y con creces. Algo han hecho, sin duda, mejor que nosotros. México está creciendo a una tasa de 3 por ciento al año. No parece mal. Pero el resto de los países en desarrollo lo está haciendo a una tasa cercana al 5 por ciento. Y China y la India, así como otros grandes rivales nuestros en el mercado, registran un ritmo de expansión cercano al 10 por ciento. Claramente nos están superando.

Tener dos y medio billones de pesos para gastar en un solo año puede ser una enorme oportunidad para un país como el nuestro. Puede aplicarse en inversión y en combatir los grandes males de la pobreza. Pero si el dinero se queda en burocracia, en estudios que a nadie le importan o, peor aún, en lujos de funcionarios, mejor habría sido dejar ese dinero en manos de los ciudadanos.

Por Sergio Sarmiento.
Post RLB Punto Politico.

El extravío democrático (I)

Creo que la decepción que tantos experimentan no se debe a un fracaso del principio de la democracia, sino a la corrupción del significado. Puesto que es necesario salvar al auténtico ideal del descrédito en que está cayendo, debemos descubrir cuál ha sido el error y cómo podemos evitar las perniciosas consecuencias del proceder que actualmente se practica.

Siguiendo las huellas de un hombre que profundamente admiro, un hombre grande de las letras y un gran liberal, fue que arribara a esta fuente de gran sabiduría que representa la vibrante corriente liberal española hecha realidad mediante un nuevo partido que ese hombre, Mario Vargas Llosa, ha apadrinado y apoya con gran pasión. Les preocupa el desvirtuado concepto democrático que cubre ya al mundo entero y actúan. Ya no es posible ignorar el hecho de que cada vez más gente inteligente y bien intencionada está lentamente perdiendo su fe en el ideal de la democracia.

Todo esto sucede al mismo tiempo, y en parte como consecuencia, de la constante extensión del campo en que se aplica el principio democrático. Pero las dudas no se limitan a los abusos de este ideal político, sino que se refieren a su núcleo central. La mayoría de quienes se sientes turbados por la pérdida de confianza en una esperanza que les ha guiado durante mucho tiempo, se mantienen sabiamente en silencio.

Creo que la decepción que tantos experimentan no se debe a un fracaso del principio de la democracia, sino a la corrupción del significado. Puesto que es necesario salvar al auténtico ideal del descrédito en que está cayendo, debemos descubrir cuál ha sido el error y cómo podemos evitar las perniciosas consecuencias del proceder que actualmente se practica.

Naturalmente, para evitar decepciones un ideal debe concebirse con espíritu sobrio. En particular, en el caso de la democracia, no debe olvidarse que el término se refiere únicamente a un modo de gobierno. Originalmente significaba sólo un cierto procedimiento para formular decisiones políticas y no mencionaba cuáles debían ser los fines del gobierno. Puesto que es el único método hasta ahora conocido para el cambio pacífico de gobierno, merece la pena luchar por él.

Una democracia contractual
No es difícil comprender por qué el resultado del proceso democrático, en su forma actual, tiene que decepcionar a quienes creían en el principio de que el gobierno tiene que conducirse de acuerdo con la “opinión de la mayoría.”
Aunque algunos sostienen que eso es precisamente lo que hoy sucede, es evidente que semejante opinión es falsa.

Nunca a lo largo de la historia estuvieron los gobiernos tan necesitados de satisfacer los deseos particulares de numerosos intereses especiales. Los críticos de la democracia moderna suelen hablar de “democracia de masas”.

El motivo de las quejas no es que el gobierno sirve a la opinión concorde de la mayoría, sino que se ve forzado a servir los intereses de un conglomerado de grupos distintos. Es al menos concebible, aunque no probable, que un gobierno autocrático se autolimite; pero un gobierno democrático omnipotente no puede hacerlo en absoluto. Si sus poderes no están limitados, simplemente no puede seguir las ideas acordes con la mayoría satisfaciendo las exigencias de una multitud de intereses especiales, cada uno de los cuales consiente la concesión de beneficios a otros grupos sólo a costa de que sus propios intereses especiales sean igualmente considerados.

El gobierno, esclavo de los grupos de interés
Al hablar de la necesidad de evitar el gobierno democrático, o, de democracia limitada, no significa que la parte de gobierno dirigido democráticamente tenga que ser limitada, sino que todo gobierno democrático, debe ser limitado. La razón es que el gobierno como resultado de poderes ilimitados resulta demasiado débil, presa de distintos intereses que tiene que satisfacer para asegurarse el apoyo de la mayoría (Public Choice).
¿Cómo se ha llegado a esta situación?
Durante dos siglos, el gran objetivo del gobierno constitucional se cifró en limitar los poderes del gobierno. Los principios fundamentales que fueron afirmándose para evitar cualquier ejercicio arbitrario del poder fueron la separación de poderes, la soberanía del derecho, el sometimiento del gobierno a la ley, la distinción entre derecho público y privado, y las normas de procedimiento judicial; todos sirvieron para definir y limitar las condiciones en que podía admitirse cierta coacción del individuo. La coacción sólo se consideraba justificada en nombre del interés general, y sólo la coacción según normas igualmente aplicables a todos se consideraba que era por el interés general.

Todos estos principios liberales pasaron a segundo plano y fueron olvidados cuando se pensó que el control democrático del gobierno hacía superfluo cualquier otro baluarte contra el uso arbitrario del poder. Los viejos principios fueron olvidados y su expresión tradicional quedó vaciada de significado. El más importante de los términos cruciales sobre los que el significado de las fórmulas clásicas de la constitución liberal experimentó la mutación fue el término “derecho”: y todos los viejos principios perdieron su significado cuando cambió su contenido.
Ley frente a directrices
Para los fundadores del constitucionalismo el término “derecho” tenía un significado preciso y estricto. Sólo mediante limitaciones impuestas al gobierno por el “derecho” podía esperarse que la libertad individual estuviera protegida. En el siglo XIX los filósofos del derecho lo definieron como un conjunto de normas que regulan la conducta de los individuos respecto a los demás, y que contienen prohibiciones que delimitan el ámbito de la esfera de autonomía de todo individuo o grupo social.
Las constituciones, no son reglas de conducta sino reglas para la organización del gobierno y, como todo el derecho público, están sujetas a frecuentes cambios, a diferencia del derecho que es permanente.
El derecho tenía como fin impedir la conducta injusta. La justicia se refería a principios igualmente aplicables a todos y se contraponía a todas las demandas específicas o privilegios de individuos o grupos particulares. Pero ¿quién puede creer hoy, como creía James Madison hace doscientos años, que la Cámara de Representantes sería incapaz de promulgar “leyes que no se aplican a sus propios miembros y a sus amigos del mismo modo que a la gran masa de la sociedad”?
Con la aparente victoria del ideal democrático el poder de dictar leyes y el poder gubernativo de dictar directrices se confiaron a las mismas asambleas. Esto tuvo el efecto de dejar a la autoridad gubernativa en plena libertad para darse las leyes que mejor la ayudaban a alcanzar fines particulares. Pero significaba también el fin del gobierno bajo la ley. Aunque fuera razonable exigir que no sólo la legislación en sentido propio, sino también las medidas adoptadas por el gobierno se ajustaran a un procedimiento democrático, confiar ambos poderes a la misma asamblea significó de hecho la vuelta al gobierno ilimitado.

Esto invalidó la idea originaria de que una democracia, al tener que obedecer a la mayoría, sólo podía perseguir el interés general. Ello habría podido aplicarse a un organismo que sólo pudiera emanar leyes generales o decidir sobre cuestiones de interés general. Esto es imposible para un organismo con poderes ilimitados, que debe emplearlos para ganarse los votos de intereses particulares, incluidos los de algunos pequeños grupos o también de individuos poderosos. Semejante organismo, se verá en la permanente necesidad de de premiar el apoyo de los distintos grupos. Las “necesidades políticas” de la democracia contemporánea distan mucho de ser todas ellas exigencia de la mayoría.

Por Ricardo Valenzuela
Post RLB Punto Politico.

lunes, 29 de octubre de 2007

Pataleta

Margarita Zavala de Calderón, Ruth Zavaleta Salgado, Andrés Manuel López Obrador, Gerardo Fernández Noroña, patito, pataleta.
Por Paco Calderon.
Post RLB Punto Politico.

sábado, 27 de octubre de 2007

Intromisión de Chávez y nosotros tan campantes

Habiendo tantos defensores vehementes de la soberanía de México
me pregunto por qué nadie ha dicho una palabra respecto del propósito explícito del gobierno de Hugo Chávez –plasmado en su plan de desarrollo 2007-2013- de: “Fortalecer los movimientos alternativos en Centroamérica y México en la búsqueda del desprendimiento del dominio imperial".
Aquí, en China o en Venezuela eso se llama injerencia. Y hasta donde me quedé la Constitución y las leyes mexicanas son enfáticas:
Condenamos y no permitimos la intromisión de gobiernos extranjeros en nuestra política interna. Pero nadie dice nada, nadie hace nada… estamos muy ocupados –envueltos en la bandera nacional- buscando cómo prohibimos la inversión extranjera en telefonía fija, cómo controlamos los contenidos políticos en los medios de comunicación, cómo evitamos la entrada de maíz extranjero más barato, cómo protegemos a industrias y productores ineficientes y abusivos de la “perniciosa” competencia y de los “peligros” de la globalización, cómo ideamos trabas a la apertura comercial…

Lo leí la semana pasada en la columna de Andrés Oppenheimer y no lo podía creer.
Pero es cierto: Es un documento oficial del gobierno de la república bolivariana de Venezuela. Es el equivalente venezolano al Plan Nacional de Desarrollo de México.
Se llama “Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013” y puede leerse en el sitio oficial del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información: está fechado en Caracas, septiembre de 2007, y está firmado por el “Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías”.
Se divide en siete grandes “directrices”: 1. Nueva Ética Socialista, 2. La Suprema Felicidad Social, 3. Democracia Protagónica y Revolucionaria, 4. Modelo Productivo Socialista, 5. Nueva Geopolítica Nacional, 6. Venezuela, Potencia Energética Mundial y 7. Nueva Geopolítica Internacional.

En esa última directriz, que se propone crear “nuevos polos de poder que representen el quiebre de la hegemonía unipolar”, entran los buenos propósitos de Hugo Chávez para México (punto 4 del apartado “Áreas de Interés Geoestratégicas”) y dice así: “Fortalecer los movimientos alternativos en Centroamérica y México en la búsqueda del desprendimiento del dominio imperial”.

¿Qué parte de ese propósito imperialista e injerencista no entendieron nuestros vehementes defensores de la soberanía para que se las explique?

Por Ricardo Medina.
Post RLB Punto Politico.

martes, 23 de octubre de 2007

Estatua de Fox: Comedia de errores

Quizá esta misma atención a temas absolutamente superficiales debiera ser una señal de alerta para nuestros políticos. Siempre es difícil lograr que la gente se interese en los temas fundamentales del país. Por eso los problemas no terminan por entenderse sino hasta que se convierten en crisis. Y los políticos promueven aún más esta actitud al dedicarle tanto tiempo y esfuerzo a un asunto tan intrascendente como la estatua de un político.No sé quien cometió el peor error. El ex presidente Vicente Fox, al permitir que se le rindiera un homenaje tan fuera de lugar como una estatua en un momento en que se está cuestionando su propia honestidad personal. El presidente municipal panista de Boca del Río, Veracruz, que a unas semanas de dejar el cargo y en un ánimo crispado decidió erigir esa estatua (sólo para después retractarse). O los militantes priistas, que el derribar la estatua frente a los medios de comunicación se convirtieron en símbolo de la intolerancia política que sigue existiendo en nuestro país.

La estatua de Boca del Río ha terminado por reflejar mucha de la falta de inteligencia que se ha vuelto tan común en nuestro medio político. La escultura fue colocada en su pedestal el 13 de octubre, en un momento en que la información sobre el presunto enriquecimiento del ex presidente Fox llenaba los encabezados de los periódicos y los tiempos de los medios electrónicos de comunicación. La administración municipal panista de Boca del Río mostró, cuando menos, falta de sensibilidad al decidir proseguir con una ceremonia que estaba ya planeada con anterioridad, mientras que el ex presidente Fox hizo gala una vez más de su incapacidad para entender los tiempos de la política.

Los priistas que llegaron a derribar la estatua el 14 de octubre, sin embargo, mordieron el anzuelo. En su afán por mostrar su insatisfacción con Fox y con el gobierno panista de Boca del Río, a lo cual tienen todo el derecho del mundo, derribaron una estatua que es propiedad pública mostrando a un país, lleno de estatuas y homenajes a ex gobernantes priistas, que aún no han entendido que México es ya un país plural en el que deben aprender a convivir políticos y gobiernos de todos los signos partidarios e ideológicos. Al final estos priistas protagonizaron un desplante de intolerancia que en nada beneficia a su partido o a su causa.

La anécdota de la estatua se convirtió al final en una especie de juego y de burla. Nadie en el medio político dejó de ofrecer su punto de vista. Las encuestas señalaron que, a pesar de la estupidez de todo el asunto, la gente estuvo al pendiente de manera constante. La historia de la caída de la estatua de Fox, de hecho, fue la noticia más vista en varios sitios de internet que mantienen un registro de las “vistas” de los lectores.

Pero quizá esta misma atención a temas absolutamente superficiales debiera ser una señal de alerta para nuestros políticos. Siempre es difícil lograr que la gente se interese en los temas fundamentales del país. Por eso los problemas no terminan por entenderse sino hasta que se convierten en crisis. Y los políticos promueven aún más esta actitud al dedicarle tanto tiempo y esfuerzo a un asunto tan intrascendente como la estatua de un político.

Lo peor de todo es que parece que vamos a seguir en este camino. La siguiente gran batalla de lo intrascendente tendrá que ver con la entrega de la medalla Belisario Domínguez por parte del Senado. Qué pena para los políticos, y para nosotros los ciudadanos.
Por Sergio Sarmiento
Post RLB Punto Politico.

sábado, 20 de octubre de 2007

Venezuela: Monarquía Socialista

Es La reforma constitucional que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha enviado al parlamento de su país, puede calificarse como monárquica y socialista a la vez.
Esa será, a partir de 2008, la nueva constitución de ese país sudamericano, pues el congreso ya la ha aprobado en primera discusión y, en un par de meses, la aceptará definitivamente, pues Chávez no tiene oposición alguna allí.
Luego se propondrá en referéndum a la ciudadanía para que la acepte o la rechace, pero, conociendo como son las elecciones en Venezuela, pocos dudan de que será aprobada por un abrumador margen de votos: allí el padrón electoral está severamente manipulado y existe un sistema electrónico de votación que no puede considerarse en modo alguno confiable.

La reforma contiene una simple cláusula que permite la reelección inmediata de quien sea “presidente o presidenta” de Venezuela. Así de sencillo, y por todas las veces que se quiera: no en vano uno de los tinterillos del régimen ha dicho que la “revolución bolivariana” se extenderá a lo largo de todo un siglo. Pero aparte de esta disposición, que es la que lógicamente ha sido comentada con más interés en todos los medios, existen algunos otros puntos que vale la pena destacar porque resultan decisivos para la imposición de un régimen socialista autoritario. Veamos:
El presidente se arroga el derecho de cambiar por completo la ordenación territorial del país y de suprimir, en la práctica, toda autonomía de los poderes municipales o estadales que existen ahora. Se organizarán Consejos del Poder Popular que, por todo lo que se dice en el proyecto, se parecerán bastante a los CDR (Comités de Defensa de la Revolución Cubana) cubanos que controlan a todos y cada uno de los habitantes de la isla. Para que no queden dudas se aclara: “el pueblo es el depositario de la soberanía y la ejerce directamente a través del Poder Popular. Este no nace del sufragio ni de elección alguna, sino que nace de la condición de los grupos humanos organizados como base de la población.”

Se propone la creación de una “Economía Socialista” basada en “unidades económicas de propiedad social”. Se establecen cinco diferentes formas de propiedad quedando la propiedad privada reducida a la que se ejerce sobre “bienes de uso y consumo y medios de producción legítimamente adquiridos”. El estado se hace con en control absoluto de los recursos naturales de “carácter estratégico” y de todos los servicios públicos. La jornada de trabajo se reduce a seis horas diarias o 34 semanales. Se elimina totalmente la autonomía del Banco Central, que pasa al control del presidente.

En la lista de competencias que se otorgan al “Poder Público Nacional” se listan nada menos que 36 amplias funciones. Como ejemplo, tomamos una de ellas: “La gestión y administración de los ramos de la economía nacional, así como su eventual transferencia a sectores de economía de propiedad social, colectiva o mixta.”
Se crea la “Fuerza Armada Bolivariana”, uno de cuyos componentes será la “Milicia Popular Bolivariana”.

Hay mucho más, por supuesto, pues el proyecto tiene unas cuarenta páginas de apretada factura y fraseología a veces deliberadamente vaga e imprecisa. Pero creemos que, con lo dicho, será suficiente para el lector: ¿puede seguir llamándose “democrático” un gobierno que propone tales cambios? ¿No es esta reforma la mejor manera de imponer una dictadura socialista bajo el manto piadoso de un referéndum que, todos lo sabemos en Venezuela, no tendrá el menor control ni fiscalización?

La comunidad internacional, que apenas si ha esbozado algunas críticas parciales a esta propuesta, debería tomar conciencia de que una dictadura cerrada se está consolidando ahora mismo en Venezuela. Tal vez sea éste el momento de actuar, antes de que un régimen profundamente autoritario, militarista y expansivo se consolide en la castigada patria de Bolívar.

Por Carlos Sabino.
Profesor visitante de la Universidad Francisco Marroquín en Guatemala y colaborador permanente de Cedice y de la Agencia Interamericana de Prensa Económica (AIPE).
Post RLB Punto Politico.

México ingobernable, adiós a la libertad

Ser policía es aún más peligroso que ser un ciudadano común, y la militarización del país en el mejor de los casos podrá paliar la intensidad de la violencia a expensas de las libertades individuales.

¿En qué momento se nos fue de las manos el país y se deterioró tanto la gobernabilidad? Hemos llegado al extremo en el que ser policía es aún más peligroso que ser un ciudadano común, lo que de ninguna manera representa un avance en la seguridad de estos últimos.

La ecuación en la que está en juego la gobernabilidad democrática se caracteriza por una lucha abierta entre bandas rivales, agentes de corporaciones policíacas y delincuencia organizada, y militares contra policías, y no tiene visos de mejorar sino que por el contrario se agudiza a diario.

Lo que todavía es peor es que los ciudadanos nos hemos acostumbrado a noticias de encajuelados, descabezados, secuestrados, torturados, emboscados, y demás ados.

México no siempre fue así, cabe recordar que la descompocisión social ha crecido a la par de la democratización del país.
A medida que los partidos PAN y PRD han ido ganando espacios a nivel municipal, estatal y federal, la delincuencia organizada ha ganado espacios en las calles.
Sería absurdo pensar que la creciente violencia es un fruto maldito de la naciente democracia, sin embargo es importante reflexionar cómo es que los vacíos de poder que ha ido dejando el régimen priísta en diferentes niveles han sido llenados por el crimen organizado.

En este momento, actores que antes eran intocables, como corresponsales de televisión, no lo son más. Métodos que pensábamos pertenecían solo a Irak, como videos en los que se decapita a individuos, son parte de los noticieros nocturnos. Noticias que antes formaban parte de las secciones Sociedad y Justicia ahora se encuentran en Estados.

Legisladores y hasta el mismo presidente han sido amenazados, y ya ni siquiera la custodia policial es garantía de seguridad en los hospitales. Las fugas de información en las corporaciones policíacas y diversas instituciones hacen pensar que están infiltradas por el crimen organizado a más no poder, y las deudas pendientes de los representantes populares con el narcotráfico vislumbran difícil que el actual gobierno pueda ganar la batalla que ha emprendido.

Para todo esto el consumo de estupefacientes sigue a la alza, por lo que al narcodinero no le falta para seguir comprando violencia, protección y políticos.

La herramienta que el actual gobierno ha encontrado para luchar contra el crimen organizado es la militarización del país, lo que en el mejor de los casos podrá paliar la intensidad de la violencia a expensas de las libertades individuales.

Por José Alberto Hernández .
Post RLB Punto Politico.

jueves, 18 de octubre de 2007

Otra vez Con Los Simbolos Patrios...

Paulina Rubio, Valentina Batres Guadarrama, Andrés Manuel López Obrador, Símbolos patrios

Por Paco Calderon.
Post RLB Punto Politico.

¿Es el “social-cristianismo” precursor del populismo?

Rafael Caldera, destacado político demócrata-cristiano de Venezuela y presidente de ese país, sentó involuntariamente las bases para la llegada al poder de Hugo Chávez. Felipe Calderón en México, ¿está involuntariamente alimentando un futuro de autoritarismo populista?

Es famoso el dicho de Santa Teresa de Jesús: “El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”. Algo semejante parece acontecer, al menos en América Latina, con ciertas políticas de origen social-cristiano, pletóricas de buenas intenciones justicieras, que parecen allanar el camino hacia el infierno del populismo-autoritario.

Por razones históricas profundas y complejas persiste en la “opinión dominante” en la Iglesia Católica –la cual es diferente que la doctrina oficial de la Iglesia- un rechazo al liberalismo en general y al liberalismo económico en particular.

No me corresponde discutir cuán lejos o cuán cerca puede estar esta actitud de desconfianza hacia la libertad individual de la auténtica doctrina católica y de las enseñanzas de Cristo, me limito a señalar un hecho verificable. En general, los partidos demócrata-cristianos no son liberales y parecen más cercanos –en términos doctrinales y prácticos- a ciertas manifestaciones social-demócratas, a un pretendido “centrismo” y a los recurrentes intentos de construir “terceras vías” entre capitalismo y colectivismo socialista, especialmente en su vertiente marxista o filo-marxista.

El socialismo implícito en los partidos demócrata cristiano y social cristiano de Chile en los años 70 del siglo pasado, por ejemplo, junto con un deficiente diseño de los mecanismos electorales, allanaron el camino para que el gobierno marxista de Salvador Allende llegase al poder por una vía formalmente democrática.

En Venezuela, el gobierno de Rafael Caldera –distinguido militante de la democracia cristiana y dirigente internacional de la misma- se caracterizó por su rechazo al “neoliberalismo” y por sus desastrosos resultados económicos: Inflación galopante, devaluaciones y pérdida de la competitividad. Detrás de ese desempeño lamentable hubo: Proteccionismo comercial, subsidios crecientes del Estado para determinados grupos sociales, intervencionismo del gobierno en la actividad económica, controles de precios y una deliberada participación del gobierno para corregir –con intenciones justicieras– lo que el gobierno de Caldera calificaba como excesos o errores del libre mercado. Adicionalmente, el gobierno de Caldera liberó al coronel golpista Hugo Chávez, como un gesto de conciliación social con dedicatoria a una parte de la izquierda venezolana de corte populista.

Todo ello, desde luego, fue el mejor caldo de cultivo para que la candidatura del “outsider” Chávez –quien falsamente se presentó ante el electorado como un líder no político, harto de los políticos convencionales, de sus corrupciones y de sus fracasos- prosperara en las elecciones.

Hoy en México crece la percepción de que el gobierno de Felipe Calderón está poniendo en práctica algunos de los postulados del social-cristianismo que, para algunos, se encuentran implícitos en los principios del Partido Acción Nacional desde su fundación en 1939. A esto se añade la famosa declaración de Calderón en agosto de 2006 de que su gobierno rebasaría a la izquierda por la izquierda y su machacona reiteración, desde mediados de este año 2007, en que hay que pagar la “deuda social con los que menos tienen”. Este eslogan, copiado por cierto de Chile, presupone que los mexicanos prósperos lo somos, en alguna medida, porque hemos despojado a los más pobres o –peor aún- porque hemos construido nuestra relativa bonanza “sobre la sangre y el sufrimiento” de los miserables, como el propio Calderón llegó a decir en su celebrado discurso ante algunos de los presuntos “300 líderes” de México.

La semana pasada, por ejemplo, el presidente anunció en Tabasco la firma de un convenio por el cual se condonaría la mitad de los adeudos de cientos de consumidores tabasqueños de energía eléctrica (se calculan en unos $3,000 millones de pesos) quienes tienen años de no pagar a la Comisión Federal de Electricidad alentados y amparados por la convocatoria de Andrés Manuel López Obrador, quien propuso ésa entre otras estrategias para protestar por el presunto fraude electoral mediante el cual Roberto Madrazo habría llegado a ser gobernador. Obviamente, el PRD ha manifestado su rechazo a este convenio porque ellos desearían que la condonación del adeudo fuese total y los descuentos en las tarifas sean de ahora en adelante aún mayores que los que promete Calderón.

Como lo expresó caústicamente Clotilde Hinojosa en uno de sus “dardos”: “Esos son los inconvenientes de ser populista a medias…, el populista al cien por ciento de la tienda de enfrente siempre tiene ofertas más atractivas”. No sólo eso: El populista de enfrente no tiene que cumplir sus promesas ahora porque tiene la ventaja de ser un eterno opositor.

Al ejemplo anterior podríamos sumar varios: La condonación de adeudos de pequeñas empresas también anunciado por el presidente, el gravísimo error de suspender el ajuste gradual ya programado en los precios de los energéticos (lo que tendrá un costo multimillonario para las finanzas públicas en lo que resta del año), el incremento del déficit de intermediación financiera a causa de otorgarle mayores recursos a la banca de desarrollo…

Cuidado. El mayor beneficiario de estos errores es justamente aquél a quien el presidente quiere rebasar y frenar… En la actuación del presidente se están dando cita tres fenómenos a cual más desafortunados: 1. El hecho de que su némesis sea López Obrador, lo cual sólo fortalece al loquito, 2. El hecho de que algunos de sus asesores más cercanos sigan más preocupados por ganarle en las encuestas a los seguidores de López Obrador y 3. La dichosa vertiente social-cristiana, anti-liberal, dominante en el PAN en la cual, por lo visto, Calderón se reconoce a sí mismo como auténtico panista.

Por Juan Pablo Roiz.
Post RLB Punto Politico.