viernes, 27 de julio de 2007

La Torre Ebrard / primero los ricos

Redes de poder y dinero, detrás La Torre del Bicentenario de 300 metros en Chapultepec será edificada por una espesa red de poder político e inmobiliario que dominan ex funcionarios del gobierno capitalino de Manuel Camacho y que se han revalidado en la administración capitalina de Marcelo Ebrard.

La punta del iceberg se localiza en el arquitecto Jorge Gamboa de Buen, director general del Grupo Danhos patrocinador del proyecto. Gamboa fue Coordinador de Reordenación Urbana del gobierno capitalino de Camacho y nació a los negocios inmobiliarios desde el poder a partir de la reconstrucción de la ciudad de México después de los sismos de 1985.

En esos años de funcionario, Gamboa tuvo director de desarrollo urbano del DF a Jesús Arturo Aispuro Coronel, hoy secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda del gabinete de Ebrard. Aispuro es también constructor y fue vicepresidente de desarrollo de Reichman Internacional, la empresa que edificó la Torre Mayor de Reforma pasando por encima de regulaciones.

Aispuro, asimismo, ha sido uno de los promotores de la idea de expropiar predios con el pretexto del narcotráfico pero para privatizarlos como desarrollo urbano. Aispuro, empresario constructor metido a funcionario del gobierno “de los pobres” de Ebrard-López Obrador, es el arquitecto del proyecto de edificar en Tepito un Corredor de desarrollo urbano con la participación de grandes empresas privadas.

Así, Ebrard y Aispuro van a convertir el Barrio Bravo de Tepito en una zona comercial… para los ricos. Aispuro lo declaró: “tenemos un padrón de cien empresas que están dispuestas a invertir en el proceso de recuperación del espacio público, como Deportes Martí, pues Tepito tiene una vocación deportiva muy importante, y con la gente de Sanborns de Carlos Slim estamos platicando porque muchos de sus principales activos no sólo son restaurantes y cafés, es un grupo muy importante que estamos invitando a participar”.

La idea de expropiar Tepito para convertirlo en una zona del pueblo fue un engaño de Ebrard.
Este Aispuro es el contacto de Gamboa de Buen en el gobierno capitalino de Ebrard para encontrar las formas de violentar las regulaciones urbanas en la zona de Chapultepec y romper con el equilibrio ecológico de la ciudad al disminuir las zonas verdes.

La designación en el GDF de un constructor y sobre todo del inmobiliario que participó en la construcción de la Torre Mayor es un indicio de que todo está “arreglado” en el GDF para la nueva Torre, pues Gamboa y Aispuro se formaron en el gobierno capitalino de Camacho en el que Ebrard fue el operador político.
El asunto tiene que ver con relaciones entre el poder y el dinero, un coctel condenado por López Obrador y Ebrard pero ambos promotores de esa relación. Ebrard estaría reproduciendo el modelo de López Obrador y su alianza con ricos constructores para los segundos pisos del periférico, sin obtener más beneficio que fondos para el financiamiento de su campaña. Ebrard va a hacer lo mismo con la Torre del Bicentenario.

Gamboa es director del Grupo Danhos, de la familia del constructor Daniel. La relación no es sólo empresarial sino que implica una fusión de la riqueza con el poder político. Elvira Daniel, hija del dueño del Grupo Danhos, fue candidata del PRD a una diputación local impulsada por López Obrador como jefe de gobierno capitalino. Inclusive, Elvira Daniel fue directora general de Transportes Eléctricos del GDF del tabasqueño. Elvira perdió las elecciones ante la panista Gabriela Cuevas, hoy jefa delegacional en la Miguel Hidalgo, zona en donde se pretende construir la Torre del Bicentenario, que comienza a ser conocida como la Torre del Ego de Marcelo Ebrard. Elvira y Cuevas se van a enfrentar nuevamente.

Las posibilidades de esta nueva torre dependen del papel de gestor de la empresa inmobiliaria que pueda realizar la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del gobierno de Ebrard. Es decir, una dependencia pública como coyote de un gran consorcio inmobiliario para convencer a los asambleístas, modificar uso de suelo y romper con el equilibrio ecológico de la ciudad, justamente hoy que Ebrard quiere erigirse --y después de haber sido diputado del Partido Verde Ecologista-- en el Al Gore capitalino en la defensa de la estabilidad del medio ambiente.

Lo que vaya a ocurrir con las restricciones legales en el área de la Torre del Bicentenario será una copia de lo realizado antes. Durante la gestión de Camacho en el Departamento del Distrito Federal en el sexenio salinista, la pareja Ebrard-Gamboa remodeló la infraestructura inmobiliaria de la ciudad a pesar de la oposición del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Lo mismo ocurrió con el Centro Histórico del DF en la gestión de López Obrador. Gamboa y Grupo Danhos, por ejemplo, se encargaron de la reconstrucción de Reforma 22 y movieron de lugar el monumento a Cuauhtémoc.

La ciudad de México fue entregada a los ricos por los gobiernos perredistas de López Obrador y Ebrard, desplazando a los pobres de zonas urbanas. Así ocurrió ya con Tepito. Así pasó con Santa Fe, impulsada por el gobierno de Camacho y aprovechada por Gamboa, entonces funcionario del DDF y hoy director de Grupo Danhos. De ese tamaño es el tráfico de beneficios entre el poder y el dinero.

Y vienen más proyectos para convertir al DF ya no en la ciudad de los palacios prehispánicos sino en la Ciudad de los Edificios Inteligentes al servicio de los ricos. De ahí que la Torre del Bicentenario va a ser un monumento a la riqueza durante la gestión del gobierno de los pobres.

Por Carlos Ramírez.
Post RLB Punto Politico.

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