martes, 29 de agosto de 2006

“México necesita una revolución”,
dijo López Obrador.
¿Comenzamos a matarnos unos a otros,
tal y como sucede en las revoluciones?
Para López todos los que no piensan como él, ni lo apoyan viven en el error. Su venganza será derrocar todo indicio de instituciones democráticas, Junto con su pandilla comunista se dispone al asalto de un momento a otro, tomara otra de sus personalidades como la del comandante camarada Andrés Manuel.

Ahora en su esquizofrénico berrinche postelectoral ha reiterado que entre sus enemigos inventados se encuentran los medios de comunicación, como las televisoras, que no le dan espacio, y no acepta que estas lo critiquen, pues eso, según él, es no estar a la altura (de miras), sino ser alcahuetes de la derecha.

Quizá por ello ahora le brota herpes por todo su cuerpo y por eso los campamentos del Zócalo siguen fumigando para que no se extienda los contagios y para acabar piojo por piojo y ladilla por ladilla.

AMLO no va ha aceptar la decisión del tribunal por una simple y sencilla razón va a perder, porque, porque perdió en las elecciones, ya se contaron los votos por los mismos ciudadanos, quien no cree en el ife no cree en México, no es posible que una persona paranoica provoque este ambiente de tensión -paranoica, porque hasta de sus representantes dudan.
Es imposible que lo acepte, es su naturaleza llevar al poder, como lo dijo ayer, “como sea, desde donde sea y hasta donde sea” es un loco intransigente, sin cultura, sin ética, sin educación, que siempre se le ha permitido hacer su voluntad, desde que estaba en el PRI en tabasco, cuando tomo refinerías, pozos, carreteras y nunca se le toco al llegar la PRD hizo lo que quiso, mando al diablo a los PRDistas fundadores, aun si cumplir con los requisitos se le permitió su registro y gano, hizo del DF una cueva de ladrones, busco el apoyo de CSG y lo tuvo a través de Camacho Solis y sus secuaces, como podría explicar el PRD que los asesinos de sus militantes ahora sean senadores y diputados por el mismo partido? este México es el México de los increíbles.

Es indispensable empezar por una campaña informativa que aclare con precisión la diferencia entre represión y el uso de la fuerza pública para hacer cumplir la ley que protege los derechos de la ciudadanía para circular libremente por la vía pública.
La retórica delirante y la repetición de mentiras de AMLO y sus secuaces han hecho creer a muchos que sus actos de mal llamada "resistencia civil y pacífica" son legales y protegidos por la ley que resguarda el derecho de los ciudadanos para expresar libremente sus ideas y protestar por actos de la autoridad.
La campaña explicativa del gobierno federal debe exponer con claridad a la gente qué tipo de manifestaciones son legales y cómo cuando se realizan bloqueos como los que han hecho López Obrador y sus cómplices, que cancelan los derechos de millones, no sólo es necesario que intervenga el poder público sino que es su obligación.

Está claro que la autoridad competente en el Distrito Federal dejó de existir en el momento que el jefe de gobierno capitalino decidió servir sumisamente la causa del demagogo loco delirante y dejó de lado sus obligaciones más elementales. La nueva Comisión Permanente del Congreso debiera apresurarse a correr al sumiso sirviente de AMLO, Alejandro Encinas, por negarse hacer su trabajo, y el Presidente Fox, en pleno uso de sus facultades, debiera remplazar al jefe de la policía y al Procurador de Justicia de la capital por las mismas razones.
RLB continuara

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