miércoles, 30 de agosto de 2006

Reality show desde plaza Pejelandia


Hoy, en exclusiva, aquí, López Obrador nos dejará mudos de la emoción, al borde del asiento, al ofrecernos una nueva versión, inédita, del electrizante drama: “voy acabar con las instituciones democráticas de este país”
Fraude cibernético; no, siempre no, algoritmo diabólico; no, mejor no, fraude a la antigüita; bueno, sí fue cibernético pero mezclado a la antigüita; que cuenten los votos; bueno, no todos, sólo los de las casillas en que perdí; no, mejor no, que se anulen las elecciones de una vez; no, que mejor sí cuenten pero con cámaras especiales a prueba de fraudes; no, mejor le mando una carta a Felipe para que acepte los conteos y pactemos aquí en lo oscurito, las amenazas (“acuérdate de la familia, mi buen”).
Los Mercenarios politicos de López Camacho Solís, la Sheinbaum, Muñoz Ledo, Arreola, Monreal, Cota, Fernández Noroña, el gordo Encinas, no se quedan atrás y cada día, a cada rato para ser más precisos, nos cambian la señal:
Que las sonrisas se volverán puños;
Que el PAN quiere imponer una dinastía hereditaria para los próximos 70 años (ya han de estar preparando el terreno para que sea Presidente el bisnieto, aún no concebido, de Fernández de Cevallos);
No, que el ejército saldrá a las calles para contener a los indignados;
Que habrá un comité para definir las acciones de resistencia civil pacífica (resistencia, ¿contra quién?),
Que no es cierto que no habrá tal comité, que habrá huelga de hambre, bueno, no, mejor ayunos, pero sin Andrés Manuel;
Que el TRIFE prenderá el cerillo que encenderá la pradera;
Que se cuide la familia de Felipe; no, que no quiso decir eso, sino todo lo contrario;
Que se lo merece Felipe las provocaciones e imprecaciones callejeras, los conatos de violencia porque la gente está muy enchilada;
Que no, que de ninguna manera, que lo que Andrés Manuel quiso decir (Jesús Ortega) es que condena la violencia;
Que todos los que hayan ganado jefaturas de gobierno, senadurías, diputaciones, jefaturas delegacionales y demás no acepten los cargos para apoyar al caudillo;
No, que nadie dijo eso; que Marcelo ya se volteó; no es cierto, que sigue al pie del cañón….
Deben estar fatigados. Nadie para en esta feria de ocurrencias, versiones disparatadas, exhortos a la insurrección, llamados a la indignación, cursilerías insufribles, dramatismos dignos de mejor causa.
Así, con este reality show a todo lo que da, no debería extrañarnos que a un ingenioso en ese equipo de dementes asociados se le haya ocurrido -¡hágame usted el favor!- citar a Stalin en las consideraciones políticas del profuso, confuso y difuso alegato del PRD ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
De veras. Se aventaron la puntada de citar al “padrecito” Stalin, a Iosif Vissarionovich, de la familia Dzhughashvili, de Georgia, conocido por los cuates como Koba.
Citar a Stalin hablando de elecciones democráticas –en un alegato jurídico ante un tribunal electoral de un país democrático- es algo así como citar al señor Hugh Heffner (de Playboy) como autoridad en una encíclica papal sobre la castidad.

La cita, en la página 272 del alegato “madre” del PRD es la siguiente: “Aquellos que emiten los votos no deciden nada, aquellos que cuenten los votos lo deciden todo” (¿deberá interpretarse como un argumento de autoridad en contra de la nefasta costumbre democrática de que sean los mismos ciudadanos los que cuenten los votos?).
Como la consigna, al parecer, es “echarles montón” (aunque sea de cuartillas) a los magistrados del tribunal, los mismos ocurrentes se aventaron la puntada de hacer “copy-paste” con todo lo que dice la enciclopedia en Internet Wikipedia acerca de democracia. De risa loca. Pues, ¿qué?, ¿le quieren enseñar democracia a los magistrados y no encontraron nada mejor que esa respetable fuente de divulgación popular?, ¿le van a vender helados a los esquimales?

Pero ahí no paran las ocurrencias del alegato. En otra parte, y para invocar la anulación de los comicios, porque habrían sido un cochinero de principio a fin, señalan que Sabritas, Jumex, Maribel Guardia y Lety la Fea (Angélica Vale), junto con los perversos del Consejo Coordinador Empresarial y ¡por supuesto! Vicente Fox envenenaron las conciencias de millones de mexicanos idiotas y les hicieron votar –con artilugios subliminales- por el odiado candidato de la derecha (o de la ultraderecha, para no escatimar en adjetivos). Mira, qué bola de idiotas. Mañana sale Fox y nos dice que vuelan los elefantes y ahí nos vas a tener a todos cuidándonos de que no nos bañe un elefante con diarrea… Si seremos brutos (y por supuesto, no nos habríamos dado cuenta de no ser por la sagacidad de su bajeza atribulada).
Como este espectáculo no es para sensibilidades delicadas, sino más bien para los amigos de emociones estridentes y sobresaltos anímicos, algunos ya nos estamos cansando de las ocurrencias de su bajeza atribulada y su pandilla. Tanta exhibición de demencia, aun con tanta variedad y sorpresas, acaba por fastidiar.
Juan Pablo Roiz

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